JM AIZPURUA
Increíblemente, en
el siglo XXI en su año 2019, aún la capital chicharrera tiene en su cruce de
avenidas mas notables el último monumento al fascismo, una grande y sucia
escultura del más notable divulgador escultural del franquismo, que honra y
enaltece el vuelo del Dragon Rapide que llevo en 1936 desde Gando hasta Tetuán
al general traidor a la Constitución para colocarse al mando de tropas africanas
golpistas para invadir la península.
Ese avión no salió
de Tenerife; lleven la escultura a Gando (si se dejan).
Son años de oprobio
para la ciudad y sus sucesivos alcaldes que hoy se encarna en la figura del
farsante Bermúdez, huidizo ante su responsabilidad, que se escuda con el valor
artístico de la obra, y es el artífice de mantener algo ilegal, un grandioso
homenaje al fascismo, al golpismo y de consentir el agravio a una ciudad
sometida al criterio de sus caciques fachas.
Pues bien, señores:
esta escultura no tiene el menor valor artístico, pues es el simbolismo
franquista lo que le dio su sentido en los años 40. El pájaro tiene la cara
repetida de las que colocaban en el Valle de los Caídos, y el jinete no es otro
que el sanguinario general que aparenta un héroe con una espada más grande que
él. El arma es lo más importante de la escultura y para quien murió matando fusilados
en 1975 a los cinco muchachos antifranquistas, Txiki, Otaegi, Sánchez, García y
Baeza, es con esa espada como se simboliza.
Todo es puro
simbolismo, escultura de encargo, no creación libre sino exaltación de pago de
un golpe de Estado, de una eliminación cruel del oponente, de un delirio
fascista que arrancó al Estado de su natural camino europeo con las democracias
y lo lanzó al Eje Fascista donde el proyecto delincuente de Hitler produjo el
Holocausto. Y el pequeño general alzaba su mano fascista con el saludo al Fhürer
en Irún.
Lo peor de todo es
que yo hoy tenga que hablar de ello, y esto es culpa de ese alcalde cobarde que
no afronta sus responsabilidades y ese PSOE que mira para otro lado ante el
flagrante incumplimiento de su Ley estrella de Memoria Histórica[ja1] .
Si nos equivocamos
en el análisis y tiene un “gran valor” artístico; ¡al Museo con ella! Donde
está es un escándalo para los europeos que llegan en cruceros y estos deberían
ser advertidos de lo que es y lo que significa. Yo he advertido a algún turista
fotografiando y quedó espeluznado por sus fotos. Y los chicharreros que pasamos
por su lado con las cunetas en la memoria; nos sentimos vulnerados.
Ahí no hay ningún
arcángel en la escultura; hay un asesino.
Urbanísticamente
está en lugar inapropiado. Obstruye cualquier solución a un remate adecuado al
encuentro de las dos grandes vías, donde hoy día es una aventura peatonal
realizar cruces y cambios de sentido. Ese cruce es un esperpento municipal.
La avenida Anaga
queda mutilada por ese monumento indigno y no tiene sentido peatonal o
circulatorio. Si fuera un gran monumento debería tener sus espacios de
observación y no los pasillitos por los que circular en fila india. Está de
tapadillo, vergonzante vestigio que no se quiere potenciar, pero tampoco se
atreve a eliminar. La eterna historia chicharrera de servilismo al cacique y al
amo godo. Cobardía ¡qué asco!
El abandono del
alcalde a esta avenida y a todas las zonas de la capital donde sabe que no
sacará sus votos es inaceptable. Tiene la placa conmemorativa a José Martí
borrada con pintura desde hace dos años. Y los niños entran a la escuela bajo
el símbolo fascista del escudo franquista. Hasta lo Guardia Civil lo ha
retirado de sus cuarteles, pero este cobarde que nos representa: no se atreve.
Sólo le interesa mantenerse en el cargo para lo que pueda salir de la
petrolera
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