JM AIZPURUA
Quiere decir “hasta
luego”, pues mi voluntad es la vuelta al Blog cuando ya estén realizadas las
elecciones y unos nuevos (¡esperemos!) rostros se apoltronen en los pesebres del
Sistema 78 canario.
Pero ahora, momento
en que personajillos sacan sus navajas de la liga para apuñalar a los
compañeros de partido que ocupan lugares destacados, es cuando yo me retiro a
mis aposentos para no participar en una ceremonia que detesto y para no abusar
de mi posición en el Blog, que es sociológica y no política. Salga quien salga,
yo criticaré lo que me parezca mal.
El panorama
electoral es claro para quien lo observe sin intereses ocultos o partidistas.
El actual 180/170 es una foto de la correlación de fuerzas congresuales
estatales entre progresistas/conservadores, y esa modalidad de coalición de
izquierda española con nacionalidades históricas (en las que faltan Galicia y
Canarias) hasta formar 180 escaños, es algo que le da la consistencia electoral
suficiente para comenzar la labor de continuar la “Transición” para llegar a un
Estado: verdaderamente Social, libremente estructurado, y modernamente
republicano.
Como en los equipos
de fútbol, existen multitud de soluciones para ello y cada uno tenemos la
propia, pero, deberemos atemperar nuestras preferencias y ser conscientes que
nuestro voto con apoyo a ese 180 debe ser la prioridad. Abstenerse y votar en
blanco no es práctico, aunque si legítimo y yo tengo un gran compañero luchador
antifranquista que desde las primeras elecciones pone en su papeleta “txorizos”
y se queda feliz. Además, acierta, pues esa es la senda que los electos suelen
emprender.
No hay nada nuevo
en ese 170; son los neofranquistas y los desinformados de siempre. El
¿fenómeno? VOX es el ala derecha del PP, que antaño era AP, y Santi no dice
nada nuevo que no dijera ya Don Blas Piñar; y ayer y hoy, lo que no puede ser,
no puede ser y además es imposible. Siempre fueron una minoría y sin el
caudillo decrecen lentamente. Adoptan nuevas fórmulas (VOX-Cs) para captar
despistados, pero su esencia siempre es la misma: violencia social,
intransigencia, patriotismo sectario, y una lectura falseada de la Historia.
Construir es lo más
difícil, destruir es muy fácil, y esa es una notable característica de la
mentalidad facha que vive para destruir a sus diferentes, de raza, de sexo, de
religión, de posición, sin reparar que son vecinos con sus mismos derechos. Que
no nos distraigan con sus cosas y avancemos en hacer un lugar cómodo para
todos. Yo no quiero unidad, quiero convivencia, pero sin renuncias ni mentiras,
sin “consensos” inútiles. Vencedores y vencidos no tienen la obligación de
unificar posturas, si no de respetarse las dos y hacer leyes de convivencia,
pero sin “milagros buenistas” pues lo hecho: hecho está.
El intento de
resurrección del franquismo disfrazado de “derecha”, no tiene cabida en 2019.
Un voto masivo de la izquierda acabaría con él.
Yo votaré, sin
entusiasmo, y más porque estuve años (61-78) luchando por la democracia y en
ella: el voto es imprescindible.
Nosotros los
canarios (yo lo soy por residencia, aunque no me lo creo) tenemos un difícil
panorama pues nuestro voto es simbólico puesto que nadie puede cambiar la brida
que el godo nos colocó hace cinco siglos y todas las papeletas lo son a modo de
concesión. Nadie quiere reivindicar el suelo, el mar y el aire canario. Con un
poquito de gofio se consuelan.
¡Que pena por la
tierra que me cobija y quizás me entierre! Aún y así, iré con mi voto en la
mano creyendo que llegará un mejor futuro, aunque no salga de estas elecciones,
pero si saldrá de la concienciación de los jóvenes canarios a los que ya se les
acaba el aire.
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