BREVES APUNTES SOBRE LA POÉTICA
DE JUAN JIMÉNEZ
ISA GUERRA GARCÍA
En nuestro trabajo de
investigación sobre el compromiso en la poesía escrita en Canarias en el siglo
XX, presentado como tesis doctoral en la Universidad de La Laguna en 1992, nos
ocupamos de la obra de los poetas canarios, a partir de 1940. Estos poetas figuran en una serie de
antologías, entre ellas "Poesía Cercada", la Antología de Poesía social de Leopoldo de Luis, o la
Antología de Rafael Franquelo y Víctor Ramírez, aunque nos hubiera gustado que
sus nombres se mencionaran en algunas de las antologías que constituyen hitos
en la historia de la poesía española de postguerra, como en " Un cuarto de
siglo de poesía española" o en
" Nueve novísimos poetas españoles", ambas de José María Castellet o en "Poesía
última" de Francisco Ribes, "
Antología de la nueva poesía española" de José Batlló, de 1968 y en la de
J.P. González Martín "Poesía hispánica. 1939-69", de 1970.
En fin el compromiso en
la obra de Juan Jiménez, se estudia en la mencionada tesis, su poética y el
análisis estilístico según la glosemática
Hjelmsleviana de un poema elegido.
En la Universidad de
Leiden, en Holanda, publica J. Lechner, en 1975 dos tomos sobre el compromiso
en la poesía española, con la ayuda de la Organización Holandesa de Fomento de
la Investigación Científica, pero en la nómina de poetas citados, no incluye a
ningún poeta canario, por lo que en su momento creímos necesario este estudio.
Conocí a Juan Jiménez
entre los años 1975 y 1980, por aquel entonces yo vivía en La Laguna y
realizaba un trabajo sobre Blas de Otero, José Ángel Valente y Manuel Pacheco,
un poeta obrero, peón de la construcción con el que mantenía correspondencia y
cuyos poemas eran musicados por algunos cantautores del momento, Luis Pastor o
Pablo Guerrero, y que se conformó como mi Memoria de Licenciatura.
Los poemas de Juan
Jiménez se conocían en los recitales que frecuentaba y entre los estudiantes de
La Laguna. Figuran en las Publicaciones
del Colegio Mayor San Agustín, en 1964 y en Poesía Canaria Última, en Las
Palmas, en 1966. Ese mismo año publica
la "La canción necesaria con María C"
al que siguieron las siguientes obras:
"Para bajar con las palabras hasta la humillación" (1961-65) y
"Poemas señalados con el signo más por el odio y el rencor en contra"
(1961-70).
En 1967 obtiene el
Premio Ansite, organizado por el Cabildo Insular de Gran Canaria, por su
composición poética titulada "Y no es por el peso del sol por lo que
cae" que se publica en 1968, en la colectánea "Poemas" con
García Ysábal y Luis Doreste Silva. En
1980 da a conocer "Itinerario en
contra" que reúne los poemarios escritos entre 1961- 1975, impreso en la
imprenta Pérez Galdós, obra con posteriores ediciones; en 1981 se publica la segunda edición en la
editorial Benchomo en Tenerife y en 1990 la tercera edición en la Biblioteca
Básica Canaria, en Madrid.
Otras obras suyas
son: "Epigramas" publicada en
1995 y la Antología " Traigo viento en los ojos" que reúne poemas de
1961 a 1999, publicada por Can- PDS Editores y la Universidad de Las Palmas en
2016.
" La función del
creador en el momento actual de cara a la transformación de la sociedad "
es el título de la ponencia presentada por Juan Jiménez en el Primer Congreso
de Poesía Canaria, celebrado en el Ateneo de La Laguna en 1976. En esta comunicación, con un largo y
controvertido debate posterior, el autor
nos ofrece una síntesis de su visión poética, comprometida con el entorno
social que le caracteriza y que es el de un creador canario que elabora sus
propios instrumentos de creación. Según
Mariano Pérez, en el artículo " El ser y el estar: Juan Jiménez", a
propósito de este autor nos dirá: Este poeta ha llegado
desde su óptica y compromiso conocidos al descubrimiento del binomio
hombre-tierra. Sus poemas
denuncian la injusticia, nos hablan de surcos, zafras, de la realidad agrícola
canaria de entonces, vidas destrozadas por el hombre y por el tiempo, lentas o
repetidas agonías del tomatero (símbolo de la supervivencia del Sur), de la
indiferencia, de las ansias de paz,
libertad y esperanza. Juan
Jiménez ha apostado decididamente por la paz -subraya este autor- Pero no una paz
otorgada ni condicionada. La paz debe
ser conseguida. Cimiento de construcción de libertades individuales y
colectivas... Sus poemas son sus cauces
de combate.
Juan Jiménez define a
los poetas como casta mercantil o cómplices de ésta. Algunos poemas donde podemos observar su
compromiso individual y colectivo, constatando la realidad y buscando las
evidentes contradicciones que genera respecto a su entorno son: " Aparcero", "Dos momentos de
solidaridad", " Muertos nuestros", " A golpes de mochazo el
sol ardiendo", " Referencias personales para juzgar el exilio que
espera a los primeros que se irán voluntarios", " Cantero por
cantero", "En Carrizal del poeta", "Relato del hombre que
murió sencillo", " Está la tarde que se ha detenido muy oscura",
" Carta a Manolo González Barrera" o " Recuperación hermosa hoy
de lo futuro". He querido citar
estos títulos por la emoción connotativa que subyace, o para los lectores de
este artículo, que aún no hayan leído al poeta.
Fernando Aramburu, en
una obra imprescindible "Las letras entornadas" nos explica que no es posible
separar el código lingüístico de un amplio abanico de elementos psicológicos
comunes, asentados en una determinada tradición cultural tanto como un cúmulo
de experiencias (educativas, familiares, profesionales, etcétera) que vinculan
al escritor como a cualquier otro ciudadano, con la realidad social de su
época. No obstante el acceso diario a cantidades ingentes de información, de
procedencia muy variada hace que ni el acervo cultural ni el presente histórico
encajen en una definición reducida a términos regionales o nacionales.
El hombre es universo y
Juan Jiménez lo reitera. La búsqueda de
lo universal, de la verdad, que es propia del discurso científico en
general -según Galvano della Volpe- se
realiza por medio de aquellos valores semántico-técnicos y por tanto
"onmnicontextuales", Lorenzo García Arozena, conocía bien el término
cuando constataba que era " el locus semántico de la univocidad",
subrayando las palabras del autor citado, en cuanto a la existencia de
innumerables contextos, constitutivos de un espacio de contexto abierto o en
proceso.
La Poética de Juan Jiménez no se encierra en la
burbuja del yo, sino que trasciende, baja a la calle y se mezcla con todos
nosotros. Es el aparcero, el cantero, el
bar de Chano, el mes de agosto que se sienta sobre los cajones de coñac. Se llama pobreza, ignorancia, se llama
Ramírez tristes, Estupiñanes tristes, Milanes tristes, Sánchez tristes, se
llama un ron y otro ron. Se llama las
cosas más importantes.
Juan Jiménez, Can de
plata de Gran Canaria en el ámbito de las Artes. Poesía del yo al nosotros.
" Cantero por cantero.
Golpe de savia,
libertad
alzada."
Isa Guerra García
Doctora en
Filología Románica y
Licenciada en Psicología
por la
Universidad de La Laguna
Las Palmas. 2016
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