EL NIÑO JESÚS NACIÓ EN PALESTINA
ADALBERTO
SANTANA
En gran parte del
mundo es una antigua tradición familiar
el festejar el 24 de diciembre con la
cena de Noche Buena. Al día siguiente se festeja la Navidad que representa
celebrar en el imaginario colectivo la llegada al mundo del niño Jesús, el hijo
de María y José. Dos humildes peregrinos que vivieron en las tierras de la gran
Palestina en los inicios de nuestra era.
En esa tradición popular se reconoce que el niño Jesús nació en un “portal”
de Belén. Pequeño poblado que en nuestra actualidad se ubica a 9 kilómetros al
sur de Jerusalén. Principal centro urbano de Palestina y lugar sagrado de tres
destacadas religiones del mundo (el cristianismo, el judaísmo y el islamismo).
Belén en nuestros días es un lugar visitado por diversos turistas y creyentes que lo reconocen como un lugar sagrado por el nacimiento de Jesús. Belén es una ciudad que se ubica en territorio de Cisjordania y que desde el año de 1995 lo administra la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Hoy en día el 90%
de los gazatíes, particularmente los que han habitado por miles de años la llamada Franja de Gaza, ubicada en el sur de la gran
Palestina, no tienen acceso al agua y a la alimentación. Tienen frontera al sur
con Egipto y es un territorio que se encuentra cercado con grandes muros
emplazados por la política sionista que gobierna Israel. Ahí en ese reducido
espacio viven hoy hacinados los gazatíes en una gran prisión. Pero también padecen uno de los más violentos
genocidios de la historia contemporánea.
Más de 20 mil palestinos han sido asesinados por la guerra de ocupación que
actualmente ejerce el gobierno de Benjamín Netanyahu. En su mayoría (el 70 por
ciento) corresponden a niños y mujeres que han sido masacrados, tal como en la
época del Rey Herodes. Aquel sanguinario gobernante de Judea que
según la leyenda al conocer la noticia del natalicio del niño Jesús, ordenó a
sus fuerzas asesinar a todos aquellos niños menores a dos años que habían
nacido en Belén. El propósito de aquella masacre de miles de inocentes tenía
como justificación que Herodes no se viera desplazado del poder político por la
llegada del “Mesías” anunciado por los profetas.
En el momento
actual la política sionista del Estado de Israel, ha tenido como estrategia
apoderarse de todo el territorio de la Gran Palestina. Con ese objetivo se
ejerce una política de tierra arrasada, procurando el desplazamiento más que
forzado de millones de palestinos. Es decir, que desde 1948, se ha
intensificado la política de expulsar a la población originaria de sus tierras
y con ello generar una nueva colonización de esos territorios por ciudadanos
extranjeros (judíos) procedentes de diversas partes del mundo. Antigua
estrategia de conquista y colonización que los viejos imperios occidentales
ejercieron en el continente americano. Esto es,
despojar a lo legítimos propietarios de sus tierras para ejercer una
nueva colonización imperial. Así, los
constantes bombardeos y disparos de artillería contra el heroico pueblo palestino perpetradas por el
gobierno filofascista de Benjamín Netanyahu, en la Franja de Gaza y contra las
comunidades palestinas dentro de Israel y en Cisjordania, han sido una
constante. Sin embargo, hoy en día revisten
una mayor belicosidad militar al contar con el respaldo del armamento otorgado
por gobierno estadounidense encabezado por Joe Baiden.
En los diversos
medios de comunicación se hace evidente la guerra ejercida contra la nación
palestina. Guerra que en la actual coyuntura, pone de relieve el exterminio que
se ejerce desde hace casi tres meses. Las tropas sionistas de Israel, han
bombardeado miles de objetivos civiles en Gaza,
abarcando hospitales, escuelas y edificios residenciales y
habitacionales que han llevado a casi dos millones de ciudadanos a refugiarse
en el sur de Gaza. Se trata de ejercer una mayor política terrorista del Estado
israelí, para generar un nuevo éxodo de palestinos fuera de sus territorios y apoderarse por
medio de la guerra de sus propiedades y de su nación.
La Noche Buena y la Navidad de 2023, serán
recordadas en la memoria de los pueblos del mundo como la etapa en que el nuevo
Herodes (Netanyahu) ejerció por medio del Estado sionista de Israel y sus
fuerzas armadas, respaldadas por el imperio estadounidense las graves
agresiones de terror que se ejercen
contra el pueblo y la nación palestina. La actual escalada bélica en la Franja
de Gaza, donde gobierna desde 2007 las organizaciones político militares que
integran Hamás, explica en gran medida la beligerancia del conflicto en esa
zona del mundo. Es sin duda una guerra desigual entre un pueblo al que se
pretende extinguirlo matando a sus niños y mujeres. Esto ha creado una tensión
internacional donde Washington figura como el principal respaldo al principal
gobierno genocida del orbe, tal como el
que encabeza Benjamín Netanyahu, el nuevo Herodes del siglo XXI. En diversos
países del mundo se han levantado múltiples protestas y el clamor de que el
gobierno sionista de Israel, detenga esa cruel matanza. Anhelo y deseo para que esta Noche Buena, Navidad y el Año
Nuevo, se haga realidad la paz en la
heroica Palestina. El más alto deseo en estos tiempos que se frene el genocidio
y el apartheid en Palestina, política
que ejerce el sionismo israelí en complicidad con el imperialismo yanqui.
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