EL ERE DE TELEFÓNICA-MOVISTAR ES
INJUSTIFICADO Y VERGONZOSO
POR VARIOS AUTORES
Tras su privatización, los empleos estables y con condiciones fueron sustituidos paulatinamente por medio de la externalización, en una larga cadena de subcontratación en la que la degradación de las condiciones de trabajo cada vez es mayor.
El Gobierno de España recién elegido, con su ministra de trabajo Yolanda Diaz a la cabeza, nos han prometido que esta va a ser la legislatura del empleo y además del empleo de calidad.
Pues bien, el pasado 27 de noviembre nos hemos despertado con el anuncio de la multinacional Telefónica, con multimillonarios beneficios, de la destrucción de 5.400 puestos de trabajo (posteriormente ha matizado dejándolo en casi 4000). Estos miles de puestos de trabajo hay que sumarlos a los más de 50.000 puestos destruidos por Telefónica en los últimos años. Una plantilla que llegó a tener 77.000 personas empleadas y que hoy, tras este ERE, no llegaría a 12.000.
El desmantelamiento
de una plantilla con condiciones de calidad logradas a través de la lucha, para
sustituirla por unas cadenas de subcontratación con unos salarios y condiciones
cada vez más precarias que ni aun así logra saciar la voracidad de la empresa.
La multinacional
Telefónica-Movistar fue una empresa pública (heredera del antiguo monopolio
estatal de las telecomunicaciones) hasta que se privatizó totalmente en los
años 90 del siglo pasado.
De la mano de la
privatización empezó también el proceso de externalizarían y subcontratación
masiva. A lo largo de estas tres largas décadas se suprimieron miles y miles de
puestos de trabajo de la plantilla de Telefónica-Movistar en los sucesivos
Expedientes de Regulación de Empleo acordados entre la dirección de la empresa
y los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT.
Esos empleos
estables y con condiciones fueron sustituidos paulatinamente por medio de la
externalización, en una larga cadena de subcontratación en la que la
degradación de las condiciones de trabajo cada vez es mayor… Telefónica contrataba
una subcontrata que a su vez contrataba a otra subcontrata, y esta subcontrata
contrataba a su vez a otra subcontrata,… y esa subcontrata empleaba a personal
falso autónomo.
La justificación
del ERE por parte de Telefónica es que la finalización del cobre y la
inteligencia artificial obliga a reducir el empleo, pero la realidad es que
únicamente reduce el empleo de calidad de la matriz para sustituirlo por empleo
precario en las múltiples contratas y subcontratas que realizan las pareas que
antes se hacían con personal propio de Telefónica. Son miles y miles los
empleos directos que son sustituidos por empleos en subcontratas, muchos de
ellos en situación de semiesclavitud y que mañana serán más y en peores
condiciones, si Telefónica logra llevar adelante un nuevo despido colectivo.
Nos quieren
engañar; las Telecomunicaciones necesitan hoy mucho más empleo que hace 30 años
cuando solo teníamos teléfono fijo y fax. La justificación es tan falsa, como
que ningún empleado ni empleada de telefónica hace décadas que dedica un minuto
de su jornada a las instalaciones de cobre ya desmanteladas y lo poco que queda
de dicha red es mantenida por las subcontratas.
Por desgracia toda
esta política de destrucción de empleo y precariedad llevada a cabo en estas
décadas por parte de la multinacional ha necesitado de dos frentes
colaboradores: el sindical y el gubernamental.
UGT y CC OO han
permitido este proceso de precarización en el sector llegando a múltiples
acuerdos para hacer despidos colectivos que han supuestos la destruición de más
de 50.000 empleos de calidad, haciendo dejación ante la externalización
permanente de actividades propias hacia las subcontratas, y abandonando hace
mas de 30 años la vía de la movilización en Telefónica para defender los
derechos de los y las trabajadores. ¿Cómo se puede entender que se destruyan
50.000 puestos de trabajo y no se organice por parte de dichos sindicatos
ninguna respuesta? Solo desde la complacencia hacia Telefónica por los derechos
sindicales obtenidos para sus organizaciones y los suculentos beneficios
económicos obtenidos con la participación en la gestora del plan de pensiones
de la plantilla de la multinacional en España.
También son
responsables los diferentes Gobiernos por privatizar totalmente la empresa en
los años noventa; por no paralizar ninguno de los despidos colectivos llevados
a cabo con una falsa justificación económica, al ser Telefónica una empresa con
multimillonarios beneficios año tras año; y por no haber limitado
legislativamente la subcontratación, lo que ha permitido que empleo de calidad
se convierta en empleo precario, tanto en Telefónica como en muchas otras
empresas.
De hecho, en la
última Reforma Laboral había el compromiso, que no se cumplió por parte del
Gobierno ,con la Ministra de Trabajo a la cabeza, de limitar
al máximo la subcontratación y de obligar a las empresas subcontratistas
a tener las mismas condiciones laborales y económicas que la empresa principal
para la que prestan sus servicios, logrando así acabar con la subcontratación
como herramienta económica de aumento de
beneficios y burlando las capacidades de preservar la seguridad, la salud y los
derechos de los trabajadores.
Telefónica este
próximo año cumple 100 años, una empresa que se creó con capital público, que se
privatizó y que ha recorrido un camino indecente socialmente de destrucción de
empleo de calidad. Si esto sigue así la plantilla de Telefónica no llegara a
cumplir el 110 aniversario.
Por todo ello:
Exigimos a
Telefónica que retire el ERE y pacte un plan de contratación priorizando el
sector más subcontratado que son el de Operaciones y Comercial, recuperando las
tareas externalizadas en estas décadas.
Exigimos a CCOO y
UGT que defiendan el empleo de calidad, que luchen contra la precariedad y que
en consecuencia no firmen ningún ERE ni forzoso ni voluntario en Telefónica.
Exigimos a la
autoridad laboral que rechace administrativamente el ERE presentado por
Telefónica por estar absolutamente injustificado.
Exigimos al
Gobierno Español que rechace públicamente este despido colectivo y que cumpla
su palabra reformando urgentemente el artículo 42.1 del Estatuto de los
Trabajadores limitando al máximo la subcontratación, y que obligue a las
empresas subcontratistas a tener las mismas condiciones laborales y económicas
que la empresa principal para la que prestan sus servicios. STOP
SUBCONTRATACION.
Esperamos que la
sociedad se indigne; que se indigne ante una empresa como Telefónica-Movistar
que, con multimillonarios beneficios, se permita el lujo de seguir destruyendo
miles de puestos de trabajo de calidad, mientras por la puerta de atrás se
genera toda una red de subcontratación basada en la precariedad, haciendo el
trabajo “sucio” a Telefónica. El despido colectivo de Telefónica-Movistar es
injustificado y es vergonzoso.
Iosu Balmaseda,
Alain Alonso y Eduardo García Agudo, secciones sindicales de ESK en Telefonica,
Comfica y Elecnor.
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