“CAUTIVO Y DESARMADO”, EL REINO DE ESPAÑA
SE RINDE ANTE EUROPA
POR DOMINGO SANZ
También
habría podido elegir “Incapaz de autogobernarse, el Reino de España será
tutelado por Europa” que tiene la “virtud” de olvidar el pasado, pero si
llegaba a oídos de Matías Vallés pensaría que había plagiado su “Sánchez y
Feijóo pactan una España tutelada”. Acertaría, porque “tutelado” me ha
venido tras leer “tutelada”.
Pero, aunque “agua pasada no mueve molino”, si el agua pasa mal lo puede romper, y hasta destruirlo en caso de avalancha acuática. Y pensando en “Cautivo…” eso fue lo que ocurrió porque, si la sociedad española hubiera podido practicar democracia durante las cuatro décadas siguientes en lugar de sufrir dictadura, quienes hoy representan el 74% del Congreso, aunque solo el 65% de la voluntad popular, que esa es otra, sabrían negociar sin abusar de incumplir las leyes para doblar al adversario.
En honor a la
verdad, debo decir que en lo primero que pensé nada más conocer la noticia fue
en “Por fin Europa entra en España”, pero, además de excesivamente optimista,
reconozco que los peores recuerdos volvieron a torcerme el raciocinio. Será
porque las navidades me llevan a los años de Portal de Belén adorando al hijo
de una señora que estuvo con una paloma.
Y, casi sin
tiempo para elegir, se produjeron dos noticias relevantes, ambas relacionadas
con lo del acuerdo entre Sánchez y Feijóo por el que se reconocen incapaces de
resolver un problema político tan solo español como el de la renovación de un
CGPJ con más de cinco años caducado.
Para la
primera noticia elijo un titular de “El País” cuyo significado coincide con los
de otros medios: “Bruselas sopesa la petición de mediar entre Gobierno y
oposición para renovar el Poder Judicial”.
Traduciendo,
resulta que ni juntos ni por separado, ni Alberto ni Pedro han caído en el
detalle de asegurar la conformidad de un mediador llamado “Bruselas” antes de
atreverse a mencionarlo en su ausencia.
Decepciona
más allá de lo soportable que no sean capaces de cuidar detalles tan simples
cuando lo que ambos están haciendo es rendirse al final de una “guerra” tan
fácil que no ha vertido ni una gota de sangre, y más vale que uno le eche la
culpa al otro, o viceversa, pero en cualquier caso con pruebas, porque de lo
contrario ambos serán igualmente culpables de tanto ridículo.
¿Se imagina
usted que “Bruselas” dijera que un Reino como el de España no vale, ni
siquiera, una mediación?
Sí se lo
imagina, aunque hoy no tenga previsto asistir a ninguna misa en París.
Y, por si
fuera poco, la otra noticia también llega de Bélgica.
Se trata de
un tweet cuyas primeras 50 palabras dicen que “Después de que el PSOE y el
PP hayan acordado recurrir a un mediador europeo para resolver el conflicto con
el poder judicial, queda claro que ninguno de los dos confía en que el rey
ejerza el papel constitucional de hacer de árbitro y moderador del
funcionamiento de las instituciones”.
Exacto, acaba
usted de acertar, aunque no es fácil que lo haya leído usted antes en algún
otro sitio, porque ignorar a su autor es norma de obligado cumplimiento en el
territorio dominado por el Cuarto Poder español.
Se trata de
Carles Puigdemont y sabe leer, aunque a tantos les duela, porque el artículo 56
de la Constitución española dice que “El Rey es el Jefe del Estado, símbolo
de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las
instituciones…”.
Resulta que
los muy importantes Sánchez y Feijoo, que viajan a Bruselas cada cuatro días y
no solo a comer mejillones, son incapaces de una diplomacia de primero de
Primaria para arreglar lo del mediador “antes de” pero, en cambio, un vecino de
aquella mejillonera sí es capaz de pensar en la Constitución que rechaza,
aunque lleve sin pisar su territorio constitucional tanto tiempo como caducados
están los muy constitucionales del CGPJ.
Y todo hace
pensar que ese eurodiputado se conoce la citada ley de leyes mejor que todos
los defensores del Reino que tanto le persigue, pues no he visto ni un solo
titular que, informando del acuerdo entre Sánchez y Feijoo, haya recordado que
el artículo 56 sólo le permite, a Él, “simbolizar” la unidad de España, pero sí
le dice que tiene que “arbitrar y moderar el funcionamiento”.
No es extraño
que el catalán haya reaccionado, porque lo que apareció por TV el 3-O de 2017
de simbolizar civilizadamente nada, aunque de amenazar, todo, porque ese
simbolismo está concebido, y para siempre, con los mismos genes violentos que
llevaba puestos el de “Cautivo y desarmado…”
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