CALLES Y AVENIDAS
ÁLVARO ESTERAS RUIZ,
Algunas precisiones:
El 22 de junio de 1941 se inició el ataque de la Alemania nazi contra la URSS; el día 23, en España, a propuesta del ministro Ramón Serrano Suñer, el Consejo de ministros decidió enviar una división que recibiría el nombre de «División Española de Voluntarios», el ministro José Luis Arrese la llamó División Azul (DA). La DA tras su reclutamiento y organización se encuadró (como 250 Infanterie-Division), en la Whermacht, inicialmente en el Grupo de Ejércitos del Centro, y posteriormente y a hasta su retirada, en el Grupo de Ejércitos del Norte. Ni que decir tiene que la DA fue equipada y avituallada por la Wehrmacht, y además sus integrantes cobraban la paga de este ejército.
Según testimonio
del Dr. Hans Ehlich recogido en el caso VII anterior a los Juicios Secundarios
de Nuremberg, en 1940 se implementó por parte de las autoridades alemanas la
versión final del Plan General del Este (para su aplicación en la Europa
Oriental ocupada), que tenía como objeto la ampliación del Lebensraum (espacio
vital). El medio que se iba a utilizar para alcanzar este fin era la
deportación y/o eliminación del 75% de la población de Europa de Este.
En la URSS, en el
marco del Plan General del Este, se puso en marcha el Plan Hambre. La
elaboración de este corrió a cargo del dirigente nazi Herbert Backe —secretario
de Estado del Ministerio de Agricultura y hombre de confianza del ministro
Walther Darré. El plan fue aprobado por la Wehrmacht porque le permitiría
alimentar a los tres millones de hombres que habían desplegado, así como a los
600.000 caballos empleados para el transporte de pertrechos y armas, sin tener
que preocuparse de la población civil ni de los prisioneros de guerra
soviéticos, a los que se dejaría morir de hambre. El historiador Antony Beevor,
señaló «que incluso antes de que se dispararan los primeros tiros, la Wehrmacht
se convirtió en cómplice activo de una guerra genocida de aniquilación».
Tras la apertura de
los archivos durante el mandato de Mijaíl Gorbachov, se hizo un balance de la
pérdida de vidas humanas en la URSS durante la segunda guerra mundial,
estimándose en aproximadamente los muertos en 26,6 millones de los que al menos
14 millones de civiles. Entre un millón y un millón y medio de estos civiles
eran judíos.
Se calcula, según
estadísticas alemanas, que al menos, 3,3 millones de prisioneros de guerra
soviéticos murieron bajo custodia del ejército regular alemán (la Wehrmacht) de
un total de 5,7 millones. La mayoría de las muertes tuvo lugar entre junio de
1941 y enero de 1942, cuando los alemanes mataron a unos 2,8 millones de
prisioneros de guerra soviéticos al dejarlos morir de hambre, exponerlos al
frío o mediante ejecuciones sumarias.
Algunos hechos:
Cuando se aproxima
el aniversario de la batalla de Krasny–Bor (1), en Madrid -y este año no se si
también será el caso- ha sido costumbre convocar una manifestación para
rememorarla. A estas manifestaciones acuden un grupo nazi-fascistas (¿qué otra
cosa se puede esperar?) de diversos pelajes nostálgicos del régimen franquista,
del Tercer Reich y la División Azul.
Durante la
manifestación de 2021 en un discurso se afirmó. El enemigo siempre va a ser el
mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. [...] El judío es el culpable y
la División Azul luchó por ello". Una de las excusas para la autorización
de la manifestación era que se habían hecho siempre, según el delegado del
gobierno el Sr. Franco. La autora de esas barbaridades fue expulsada de
Alemania cuando intentó entrar en ese país.
Nuestros tribunales
en primera y segunda instancia no entendieron estas expresiones como punibles
penalmente. Es más, en un auto judicial se afirma que también hubo
"comportamientos excelsos" en el bando nazi.
Gobiernos del PP y
PSOE han financiado en repetidas ocasiones (en total 80.000 €) asociaciones de
ex - divisionarios, y no solo eso, sino que también los han homenajeado. Aquí
se unen Jorge Fernández Díaz y José Bono, o si se quiere Mariano Rajoy y José
Luis Rodríguez Zapatero.
Borja Fanjul,
segundo teniente de alcalde de Madrid, ha llegado a justificar el nombre de la
calle Caídos de la División Azul, "una calle –ha dicho– en memoria de unos
españoles que fueron voluntarios a luchar contra la dictadura más sangrienta y
salvaje que ha asolado Europa en el siglo XX como es el comunismo".
Confieso mi falta
de comprensión ante los hechos anteriormente señalados. Ignoro lo que
consideran excelso de la actuación nazi los Tribunales a los que me refiero más
arriba. Me llama poderosamente la atención la diferencia en el trato por parte
de las autoridades que reciben los nazis en España y Alemania. No alcanzo a
entender las subvenciones y homenajes a los soldados que envió el asesino
Franco para que combatiesen al lado del genocida Hitler.
Se escapa a mi
compresión que se pueda querer conmemorar y dedicar una calle a quienes
participaron en unos hechos que causaron la muerte a 26,6 millones de personas
(la mayoría de ellos civiles o prisioneros que en ningún caso se podían
defender). No creo que al Sr. Fanjul le preocupe si ellos (los miembros de la
DA) sabían algo o no de la Soha, o del trato dispensado a los prisioneros (la
pretendida ignorancia o la negación son los argumentos típicos de los nazis).
La verdad es que después del cuajo evidenciado por el sr. Fanjul no parece que
le preocupe mucho que ancianos, mujeres y niños de la URSS pudiesen morir
porque se les arrebátese el sustento para dárselo a miembros de la DA y sus
caballos (llevaban 5.600 y debieron comer lo suyo).
Y llegados a este
punto también difícilmente se pueda pensar que al Sr. Fanjul le preocupe que
los miembros de la DA fueran fervientes partidarios de una dictadura que
sometió al pueblo español a la que fue la más sangrienta y duradera de la
historia de España. Más si tenemos en cuenta que el nombre de la calle que se
acordó dar por mayoría en el pleno de 2017 del ayuntamiento de Madrid, durante
el gobierno de Ahora Madrid, era "Memorial 11 de marzo de 2004", en
homenaje a las víctimas del terrible ataque terrorista que causó casi 200
muertos y cientos de heridos en Madrid.
Por lo mismo y, en cualquier
caso, ha quedado mucho mejor Avenida de las Águilas que Avenida del General
Fanjul.
(1) En aquella
batalla, unos 5.000 combatientes de la División Azul se enfrentaron a un
numeroso cuerpo del ejército soviético
No hay comentarios:
Publicar un comentario