UCRANIA, LO QUE SIGNIFICA ALIMENTAR AL FASCISMO
MAITÉ CAMPILLO
La campaña de
propaganda desde el Estado español, se expande en un intento coordinado
insaciable de fortalecer el pensamiento único
Yo quiero patria libre o morir -dejó dicho como un principio el nicaraguense Cesar Sandino- la soberanía no se discute, se defiende con las armas en la mano. Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos. Nuestro ejército es el más disciplinado, abnegado y desinteresado en todo el mundo terrestre, porque tiene conciencia de su alto papel histórico. El amor a mi patria lo he puesto sobre todos los amores y tú debes convencerte que para ser feliz conmigo, es menester que el sol de la libertad brille en nuestras frentes.
'Los
monstruos' de Antonio Gramsci
Su frase conserva
un esplendor natural y profundo de una actualidad asombrante estos días,
pidiendo desde los medios convertidos en potencia de guerra la intervención de
la OTAN. Sobre un claroscuro se imponen como telón de acero contra Rusia, es
decir contra el pueblo ruso, teniendo en cuenta que el nombre no es más que una
palabra que identifica el contenido y su continente inseparable ante al resto
de pueblos del mundo. La campaña de propaganda desde el Estado español, se
expande en un intento coordinado insaciable de fortalecer el pensamiento único.
No sólo leyéndoles, escuchándoles, observando su actitud, sus gestos, el
énfasis que ponen sobre el mensaje de un enfermizo grotesco pareciera que a los
grandes medios y no tan grandes de la información les va la vida en ello.
Aferrados a su herramienta como utensilio de guerra reafirman el telón de acero
popularizando el castigo, asumiendo a su vez el escarnio histórico del
imperialismo, acosando en coordenadas de asfixia, mordaza y muerte el derecho
de soberanía e independencia como hacen con Catalunya, Galiza, como han hecho
históricamente en Euskal Herria y otros pueblos. Unidos como lobos hambrientos,
como leones desbocados, como hienas a la espera alimentando la gran hoguera, en
un intento globalizado de rehabilitar en siglo 21 la inquisición tan esperpéntica
como inhumana, faltando no solo a su derecho legítimo de paz, soberanía e
independencia, también al respeto a su dignidad sobre la que imponen la
calumnia, transmitiendo una imagen farsa, en remolino alterado de historia
difícil de separar a épocas de la cruzada franquista y su santa inquisición, en
monumental hoguera de hostigación, en un intento de deshacerse en lucha de
contrarios como el nazismo, de lo más avanzado, científico, inteligente e
independiente; a la vez de hacerse con sus posesiones económicas, como en
Alemania, de cierta burguesía que estorbaba al nuevo clan de poder absoluto
sobre una economía a sus pies; muchos de ellos por orígenes de clase pudiente
sólo expulsados del país, sin cámara de gas tras sus espaldas, aplicando
enseñanzas en aborregamiento de su religión, ocupando y aplastando como
aconseja el yanqui lo que no es suyo, en exterminio del pueblo palestino, y
otros pueblos de Oriente Medio y América. El pueblo ruso como todo pueblo que
quiere ser independiente (y no aplastado por el yanqui ni por sus soldados ni
políticos de la Unión Europea), responde a una cultura propia que enfrenta
dentro de un objetivo en su defensa, y no exactamente contra el pueblo en sí
ucraniano. Esto lo representa muy bien en bloque la explosión de odio agitada
desde la U. E.; así como la quema bélica incendiaria desde hace ocho años
dirigida por EEUU, junto a sus medios mercenarios profascistas en el mundo
(principalmente Europa), amparados en una ciencia informativa, asumiendo grupos
neonazis anclados en el poder de Ucrania con su marioneta como presidente,
aclamado por estos mismos medios hostigando víctimas, que no socorriendo ni
desmitificando hechos y menos informando, sino falsificando evidencias agitando
el crimen aferrados a la OTAN, a su estructura imperial, en orden mundial de
paz. Es el precio patente, el que airean, su amenaza a la independencia de los
pueblos oprimidos del mundo, al abandono de todo derecho en la Unión Europea,
principalmente en el Estado español. Es instrucción castrense en ejercicio
informativo, su labor de bloquear, cerrando salidas impulsando el éxodo
ucraniano, adorando su gobierno como un santo inocente merecedor del Nobel de
Paz (encuadrado en el espejo en falsimedia). Van dejándose arrastrar por las
fieras sus victimas, esa parte del pueblo ucraniano consciente e inconsciente,
abandonando el principio de lucha de clases en alienación al sistema, que
alimenta hienas y pantomimas, cumpliendo como base estratégica en apoyo del amo
de las guerras, incurriendo en nuevos pozos de desaparecidos como en Donbass.
Pasivos presenciamos como se amplía el campo de los monstruos, reforzando el
chantaje sobre el cerco, en nuevas formas de guerra mundial, de carácter
implacable contra la “involución”, como píldora democrática basada en las
estructuraras del viejo mundo. Por el contrario la experiencia histórica
evidencia desnudando su farsa que el fascismo es hijo del capitalismo y no de
la democracia.
Su labor no es
concienciar ni informar, hoy las grandes cadenas difuminadas entre los medios
informativos forman en conjunto parte del opio utilizado para la dormidera de
los pueblos, cuya misión, es consolidar al enemigo antagónico a estos. Surgen
en todos los campos y estamentos del poder absoluto, como mercenarios entre la
tropa de sus dominios, y con ellos al frente, el imperialismo erecto firme
general de generales al mando de la muerte. Se encargan de popularizar la
estela del crimen anunciado a ritmo del Pentágono, de humanizar sus crímenes de
guerra impuesta, sobre la información de sus mediáticos al frente de los falsos
movimientos de liberación, enraizando su “tecnicismo” a favor del fascismo en
el mundo (como una internacional) desbastando entre grupos neonazis cada día
más patente su fusión, en refuerzo de escuadrones de la muerte. Experimento
agresivo en Ucrania, sobre el control de masas, junto con la pandemia utilizada
(como justificación) en escalofriante acoso mediático en la última década. La
asfixia llega con la palabra impuesta globalizada, con los hechos consumados, y
el enemigo a las puertas. El orgullo de clase se impone, al menos en mi, ajena
a todo control mediático no somos guiñol de manipulación, la dignidad es una
vía a la espera de respuesta en lucha – el '¡NO PASARÁN!'- no puede caer ni
estar en manos del fascio internacional (por muy “ucraniano” que este se
muestre). Es su intento, aberrante, de popularizar el fascismo como se
popularizó el nazismo entre el pueblo alemán, fomentado en este caso desde los
testaferros estamentos inmovilistas del franquismo, siempre al acecho
introduciendo sus fieras, en presencia de un cambio desgarrador. Son momentos
de un terror esperpéntico, de un cambio antagónico a la espera, sin respuesta
por los pueblos oprimidos. Es el despertar de los monstruos que nos previno
Gramsci -basada como en una comedia la catadura del poder de los césares- a
servicio del vicio más ruin de la historia, al antojo de sus dominios en un
intento de descuartizar en sus manos como surgiendo de sus plumas la tinta
internacional de la “libertad” de Ayuso, en corrupción y especulación fascista
como de un puño libertador del continente, apretando las gargantas de los que
no se someten. Trato de definir mi dignidad no de seguir la corriente` jamás en
tal situación uniría mi crítica al bloque oportunista de los posibles` jamás
del lado de los clarividentes que esclavos nos necesitan` jamás del lado de los
adivinos interpretes de los éxodos por el mundo provocados por quien motiva su
propia estabilidad marcando su distinción en élite social`, jamás del lado de
los monstruos que líderes y guías se contemplan y que tan oportunistamente se
limitan a lo posible, como chovinistas, del nacionalismo español y de la OTAN:
El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen
los monstruos` jamás unida a la farsa` al engaño` a la traición del principio
inalienable. Y en ese claroscuro (me debato) no veo que Rusia ataque en sí a
Ucrania (al verdadero pueblo ucraniano). Pero sí veo la imposición al pueblo
ruso con total claridad, con la perversa justificación de atacar un solo
culpable (Putin), a saltarlo por los aires rodeado por las fiera servil dando
carnaza, instigando, acosado por el monopolio del control económico sobre la
industria armamentista, a que se defienda, frente al paredón impuesto en Kiev como
escenario de guerra. Veo por el contrario las garras del yanqui feroz, el
descuartizador mayor, el amo incansable de las guerras, presto como siempre al
exterminio` jamás me prestaré a ello` jamás a su jerga` jamás a sus decretos`
jamás a sus golpes de estado y ocupaciones` jamás al aplastamiento de países y
culturas ancestrales hasta exprimirlos de todos sus yacimiento naturales, de
sus vidas.
El imposible como
meta me favorece, la utopía me ayuda a seguir luchando me regenera, no somos su
guiñol ni maniquíes de escaparate ni pasivos ni sumisos. Vivimos tiempos
sombríos, el chovinismo fascista, se impone a los pueblos como la etapa de los
monstruos de Goya. No solo en Francia, en toda la Unión Europa, con las
democracias del nuevo orden mundial del Pentágono: << El chauvinismo
resulta un razonamiento falso o paralógico, una falacia de tipo etnocéntrico o
de ídola fori. El nombre proviene de la comedia 'La cocarde tricolore' de los
hermanos Cogniard, donde un actor con el nombre de Chauvin (que bien podría ser
el ex Presidente Aznar del mismo partido de la Ayuso, o la ministra de Defensa
Margarita Robles) personifica un patriotismo exagerado. En retórica, constituye
uno de los argumentos falsos que sirven para persuadir a la población (o a un
grupo determinado de personas) mediante la utilización de sentimientos, muchos
de ellos exacerbados, en vez de promover la razón y la racionalidad. Se utiliza
generalmente por parte de políticos, medios de comunicación y empresarios para
condicionar la formación de expectativas>>. Sobre el escenario de guerra
Josep Borrell no tiene quien le reciba; Putin pasa de segundones representantes
y encubridores, del agresor principal, no quiere alimentar aún más a los
ejecutores de las órdenes del suministrador de armamento a judíos sionistas, y
neonazis de la Ucrania oficial hostigando a Donbass con bombardeos desde hace
ocho años. Para negociar elige directamente a la cúpula imperial del Pentágono.
Descarta a sus pajes y voceros de la desinformación, doctorados en la prostitución
de la palabra, que arremete en campaña como puñales directos al corazón, cuyo
bolígrafo jamás podrán ocultar. Y es que no se puede, al mismo tiempo, querer
mantener por la fuerza la dominación imperial del Pentágono, con la OTAN, y
condenar sus súbditos parlamentarios (como “progresistas” del falso
izquierdismo de las democracias) los métodos empleados en ella. La tortura por
la OTAN en Iraq, como la de los franceses en Argelia, no fue un accidente, o un
error, o una falta, el ejemplo lo confirma: <<El siguiente de la fila es
un niño de siete años con señales de heridas profundas hechas con un alambre
con el que le ataron mientras que los soldados franceses maltrataban y mataban
a sus padres y a sus hermanos. Un teniente le sujetaba mientras tanto los ojos
abiertos a fin de que viese bien todo y se acordase de ello por muchos
años...>>. Y es que una sociedad nueva no es posible más que en el cuadro
de independencia. En el momento en que el ser colonizado, hombre o mujer, se
contrae para rechazar la opresión (sea estadounidense o de la propia Unión
Europea con su OTAN), se produce en él y ella una transformación radical, que
convierte en imposible y escandalosa cualquier tentativa de mantener el régimen
colonial. Rodear e imponer bases norteamericanas como cinturón de exterminio
(de su independencia), al pueblo ruso, no es una salida es una tortura física y
psicológica en acoso permanente imperdonable. El colonialismo no se comprende
sin la posibilidad de tortura, de violar derechos humanos, de matar asesinando
dirigentes e indiscriminadamente, a todo insumiso, que se le ponga por medio.
En el Estado español hay presos vascos en la cárcel desde hace más de treinta
años; como diría el psiquiatra argelino Franz Fanon: <<La tortura es una
modalidad de las relaciones entre ocupante y ocupado. El sumergirse en la
inmensidad del pasado es condición y fuente de la libertad. El fin lógico de
esa voluntad de lucha es la liberación total del territorio nacional. La
verdadera liberación no es esta seudoindependencia en la que los ministros de
responsabilidad limitada tratan con una economía dominada por el pacto
colonial. La liberación es el toque a muerte del sistema colonial, desde la
preeminencia de la lengua del opresor y la regionalización hasta la unión
aduanera que mantienen en realidad al antiguo colonizado en las apretadas redes
de la cultura, de la moda y de las imágenes del colonialista>>.
La política externa
e interna de los países de la Unión Europea, es rastrera, como lo es su
reconversión acelerada entorno a la pandemia, utilizada en tapadera de ajustes,
acuerdos, y aclamaciones de la acción bélica sobre nuevos perfiles de agresión,
acelerando a eternizar todo control sobre bases de guerra estratégicas,
utilizando pueblos y religiones, para mejor favorecer sus acciones
empresariales encajadas en sus misiones “de paz”, informativas, pidiendo
incesantemente una intervención en semáforo rojo` más exigiendo que sugiriendo
ajuste de cuentas`, más intervención implacable que contemplación tanto o más
patética que la de los nazis en la II Guerra mundial` más muerte. Medios
propagandísticos, junto a los apóstoles de las democracias políticas piden más
castigo a Rusia, es decir al pueblo ruso. Y como judas, tiran la piedra y
esconden el ala, aclamando una intervención al colono que impone la OTAN. Una
acción magistral que acabe con todo resquicio que recuerde los diez días que
estremecieron el mundo` que ni atisbo quede de aquella sombra` ni colilla de
ell@s` ni número de muertos ni sombra de sus tumbas. Excepto la impuesta como
nuevo (viejo) orden implacable que les salvará de todo, de la mala vida y hasta
de la dulce muerte, y es por ello, que sus bocas en humor de serpiente, se
desgañitan gustosas unas y otras, de su distinción social en fragancia
monetaria (como su humor en 'vodka cero grados' para ganar la guerra al pueblo
ruso). Su engullir ideológico es patético, su chulería demente en horas a
destajo basando su producción, aclamando la mierda que lanzan como dormidera de
los pueblos. Cumplen su papel confusionista a rajatabla centrando todos los
tiros sobre Rusia, aconsejando concentraciones de repulsa y apoyo político al
pueblo ucraniano, frente a las embajadas rusas, sin aludir sus protestas jamás
como enemigo a EEUU. Estos consejos y estas críticas propagandísticas, en
lenguaje extremadamente “comprensible”, se aplican por el deseo irreprimible de
guiar a las grandes masas, con una voluntad perversa de confundir al otro, y
hasta de pretender (sin escrúpulo alguno) orientar incluso todo movimiento de
liberación del oprimido jugando un papel en extremo detestable, mercenario, con
el principal enemigo de los pueblos del mundo. Desviando sus mensajes toda
imagen de desagravios históricos del imperio USA, encubriendo bandas neonazis
entre ellas al propio presidente de Ucrania (justificándolo judío como si
pertenecer a dicha religión le convirtiera en un ser impoluto y no un
incondicional al Pentágono como a la propia U.E. (donde ha pedido entrar para
que participe en la masacre al pueblo ruso). Se presta cómicamente angelical
como las víboras a preparar y robustecen con sus bandas el 'ring' bélico,
alimentado en el odio de clase, que le anda educando el gringo. Así dirige su
Ucrania el presidente, con el apoyo incondicional de Europa, que lavar su
imagen quieren insistiendo para ello en su religión, y no en los ochos años
predisponiendo el enfrentamiento` arrasando seres` arrasando casas y edificios
abrasando sus víctimas en llamas negando todo hecho, o culpando, a la propia
Rusia. Forma vandálica su “arte” de gobernar aprobado por mayoría, en el
Parlamento europeo; donde todo delincuente aberrante puede encontrarse en sus
filas, desviando la vía real verdadera, que liberará a los pueblos de sus
miserias, explotación y esclavitud. Consciente el pueblo ruso en su gran mayoría,
que el enemigo de los pueblos del mundo, que está a las puertas, no retrocede
en su empeño jamás sinceramente: si Lumumba estorba, Lumumba desaparece; un
ejemplo más, el del 26 de febrero de 1991: Iraq se había rendido, la aviación
de EEUU arrinconó y bombardeó con napalm durante horas una caravana de 15 km,
la mayoría civiles y más de 10 mil fueron quemadas vivas, más de 2 mil
vehículos carbonizados; la vacilación ante el homicidio jamás ha caracterizado
al imperialismo.
Tampoco al Estado
español, nada le importa la vida del pueblo yemení ni otros pueblos “solo la de
los ucranianos invadidos por Rusia”: ¡No es la primera vez!. No, no lo es, que
el gobierno español comercia y especula con armas ¿A quién pues obedece el
Presidente, al legado del histórico fundador del PSOE, Pablo iglesias, o a los
criminales que dieron cuerpo a los GAL de Felipe González? Poco o ninguna
publicidad propagandista hacen estos días los medios de las tiranías respecto a
l`Asamblea General de la ONU, que adoptó el 17 de diciembre, una resolución
propuesta por la Rusia que tanto odian, sobre la lucha contra la glorificación
del nazismo para combatir la exaltación del nazismo, el neonazismo y otras
prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo,
discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia tan presentes
en toda la Unión Europea. Cuya resolución sometida a votación obtuvo el apoyo
de 130 países, pese a la abstención de 49, incluyendo entre estos últimos a la
España de Pedrito, junto a otros dos significativos grandes amigos de su
patria, que rotundamente,se opusieron: EEUU y Ucrania.
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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