¡VERGÜENZA, CABALLEROS, VERGÜENZA!
CONXA RODRÍGUEZ
Mariano José de Larra publicó en 1833 el artículo 'Vuelva usted mañana' en el que cuenta que un francés llegó a Madrid con la intención de quedarse 15 días para resolver unos asuntos: permaneció 6 meses. Digamos que es sátira.
Yo sé que en la España moderna registrar un nacimiento o renovar un DNI de un nacional es un trámite breve y fácil. Lo hacía en España y lo he hecho en el consulado de Londres: me registré como residente; registré mi matrimonio, me dieron un Libro de familia y registré una hija y un hijo haciéndolos españoles, con pasaporte. He encontrado funcionarios de todo tipo: de los que se desviven por trabajar y de los que con la mirada dicen "vienes a molestar".
No puedo decir lo
mismo de la experiencia que estamos viviendo para que mi hijo consiga el DNI.
La Covid no ayuda, pero la administración pública española continúa con los
males de 1833, más oficinas virtuales. La gestión del DNI implica el consulado
de Londres, el Registro Civil Central de Madrid (RCC) y comisarías de Policía
Nacional de Badalona, Barcelona y Hospitalet. El proceso empezó en mayo
sabiendo que el DNI sólo se obtiene en España con un certificado de residencia,
exclusivo para el DNI, emitido por el consulado. Lo hicimos con mi hija con
rapidez y eficacia. El certificado tiene validez para tres meses. Lo pedimos
por correo en el mes de mayo, llegó en junio, teníamos hasta septiembre. Olé,
olé.
El 7 de julio (San
Fermín) mi hijo llegó a Barcelona con el certificado, fotos, pasaporte español
y Libro de familia. Con los tres documentos oficiales se fue a la comisaría de
Padre Claret en Barcelona. La covid exige citas previas y no tenían para los
próximos meses. Vale. Al día siguiente madrugó y fue a las oficinas de la calle
Muntaner. ¡Sorpresa! Ha habido cambios, para obtener el DNI se necesita un
cuarto documento, un certificado literal de nacimiento (CLN) que se solicita al
RCC de Madrid. Ahí empezó el calvario del que todavía no ha salido. Nuestro
Whatsapp empezó a echar humo. Yo desconocía el RCC de Madrid. Cuatro documentos
oficiales para el DNI. Solicitó el CLN por correo postal (por si acaso) y por
la oficina virtual tal como indica la web del Ministerio de Justicia. Le dieron
un justificante de la solicitud, pero no había forma de saber cuánto tiempo
tardaría. Al teléfono contestaba un círculo de locuciones ajenas a nuestro
caso. Un día de agosto habló con un señor amable que dijo: "antes de la
covid tardaba seis meses, ahora más". ¡Como el francés de Larra en 1833!
Nos venía a decir "vuelva usted el año que viene". Yo, ingenuamente,
pensaba: los funcionarios teletrabajan; llegan solicitudes y se emiten los
correspondientes documentos. España está por encima de la media en número de
funcionarios por población en Europa. No puede ser.
Llegó septiembre y
me reuní unos días con mi hijo en Barcelona. El certificado consular de junio
caducaba. Pidió un segundo que está por llegar. Le salió un trabajo de clases
de inglés en Cornellá, que perdió. Sin DNI no se puede firmar contrato de
trabajo, sin contrato no se puede abrir una cuenta de banco. En julio pidió
varias citas en Badalona, Hospitalet y Barcelona para cuando llegasen los
papeles. Se las dieron para septiembre y octubre. Para pedir una cita para
solicitar el DNI exigen un número de DNI –sí, es así-. Mi hijo reunió números
de DNI de amigos y familia. Quisimos aprovechar las citas en comisarías para
explicar la situación.
Empezamos por la
cita en Hospitalet. Mi hijo tiene número de Seguridad Social de hace tiempo, pasaporte,
Libro de familia, certificado consular, empadronamiento, justificante de la
solicitud del CLN… no es suficiente, necesita el CLN. La agente de Policía de
Hospitalet, una mujer con ánimo de ayudar, llamó a Madrid. Al colgar el
teléfono dijo: "Madrid dice que no". A mí, me entraron ganas de
abrazar el independentismo. Todos reconocen que el RCC está colapsado, pero es
problema de otro. A pesar de las citas previas, se hacen colas en la calle a
las que yo me unía si solo entraba mi hijo en la oficina. En estas colas hay
una España que sufre y calla, e incluso llora de impotencia a la salida.
Mujeres que acuden a las citas entre turnos de limpieza; personas que esperan
un papel del que depende una pensión; ciudadanos que llegan caminando para
ahorrar el transporte público u otros de cierta edad que no conocen lo virtual
y necesitan hablar con alguien de cara a cara, con mascarilla o sin ella. Los
políticos deberían visitar las colas de la Administración pública para conocer
la sociología española.
Las agencias de
gestión y administración y/o agentes de dudosa reputación le ofrecían a mi hijo
opciones como la de solicitar el NIE, con el que puede firmar un contrato de
trabajo, porque va más rápido. Por 260 euros le proveían de una cita en una
comisaría de Barcelona y los trámites para obtener el NIE. Fue a tramitarlo por
su cuenta en la primera cita que tenía para el DNI. El NIE es sólo para
extranjeros. Es ilegal que lo pida un español. La tentación es considerable,
como la del trabajo clandestino. Llamé, con desesperación, a un amigo abogado
de lo público, nos dio una opción: una orden del Gobierno permite emitir DNI
provisionales, de un año, en circunstancias excepcionales. Miramos las
condiciones (redactadas de forma que no se entienda nada). El justificante de
la solicitud del CLN debería ser aceptado. "Pero ya sabes cómo es
España", dijo con sorna. La próxima cita de las acumuladas con DNI ajenos
era en la comisaria de Balmes-Diagonal. Otra negativa. La demora de la covid,
la pérdida de trabajo, la indocumentación de un ciudadano, el colapso del RCC…
no son situaciones excepcionales para emitir DNI provisionales. Conclusión: es
la normalidad. Roídos de rabia y frustración volvíamos, silenciosos, a casa.
Todavía se
complicaba más el asunto. Le dijeron que tiene que solicitar el CLN al CRR de
Madrid a través del consulado en Londres e incluso el consulado lo puede mandar
directamente a la Policía. Lo tiene solicitado por la oficina virtual y por
correo postal. Los correos electrónicos del consulado de Londres dicen que si
el solicitante reside en España no es competencia del consulado. Mi hijo
residió en Londres hasta el 7 de julio y, probablemente, tendrá que volver. En
la lista de documentación del consulado exigen fotocopias compulsadas en Post
Office (Correos) para los certificados. En las cuatro oficinas de correos a las
que fuimos en Londres no sabían de qué se trata ni el diccionario inglés parece
tener el término adecuado: fotocopia compulsada en Correos.
He regresado a
Londres y todavía pienso en la vulnerabilidad de algunas personas haciendo cola
en las comisarías y oficinas, en la España que sufre y calla, y me voy a Larra
y el Madrid de 1833, y lo asocio todo a ministros de Administración pública, a
altos funcionarios como el que dijo que "no" desde Madrid a la
policía de Hospitalet, en cónsules con medalla en la solapa y, en este amasijo
de pensamientos, me vienen a la mente las palabras de Jaime I a sus generales
tras la batalla de Portopí, en Mallorca, ¡Vergüenza, caballeros, vergüenza! Mi
hijo todavía está en Barcelona yendo de oficinas virtuales a presenciales, y
perdiendo trabajos porque no tiene DNI. Me manda por Whatsapp la indignación de
algunas personas que cuentan en Google sus casos en el RCCl de Madrid
(https://maps.google.com/?cid=8070664397811648947) Al leerlos, me siento
privilegiada.
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