CÁRCELES DE EXTERMINIO
Todo el mal que puede
desplegarse en el mundo se esconde en un nido de traidores (Francesco Petrarca,
poeta italiano 1304-1374)
POR MAITÉ CAMPILLO
“No sabemos si Igor
ha muerto de muerte natural, o se ha quitado la vida”
(Lo dicen, como si morirse así de pronto fuera natural). Cuando te asfixian entre barrotes y muros, entre caras de caimanes carceleros funcionarios del Estado, con mirada para robarte lo poco que te queda, el derecho de ser, tu derecho de luchar, tu dignidad. En otros tiempos ante la represión y el crimen, ante la ocupación de Euskal Herria, la rabia saldría a borbotones por las calles, y eso Igor lo sabía; sabía que habría más de un grito irrumpiendo entre calles que llegara a las nefastas represivas autoridades. Las cosas han cambiado. Todo ha cambiado; el desequilibrio es atroz, la explotación permanece más patente que nunca, represión, humillación e impotencia, el resto, todo ha cambiado, allá el preso político con sus penas!!! Se trata de cumplir, queda muy snob, no de luchar; por eso una gran parte de los que se sienten demócratas de izquierda, progresistas demócratas, o del sindicalismo “obrero”, y hasta muchos de los que en un momento se sintieron comunistas, y hasta izquierdistas, y hasta “guerrilleros”, viven más que bien, viven muy bien, viven demasiado bien, y sin sudor molesto en su frente, ni eso, ni por esfuerzo ni por pudor, menos por desgaste de dignidad, es más, viven tan bien, que si consiguiéramos hacer la revolución se opondrían desgañitando contra ella; demasiado que perder, ufff, como para apretar las bolas ya dilatadas y amorfas por una sociedad en que a cual su necesidad, según su capacidad y aportación en la construcción de los pilares del nuevo futuro, siglos apostando por él, añorado, peleado.
La lucha quedó
enjaulada, trancada, a favor del reconocimiento político (decirlo así, es como
la OEA, reírse a carcajada limpia como Carlos Puebla (reconocimiento) ja, ja,
ja, jaaaa) ¿Para que el fascismo te reconozca políticamente? O sea, para que
engañarnos, por el reconocimiento y sumisión a la Monarquía, al imperialismo
europeo incondicional, y yanqui absoluto a mayor escala: masacres a otros
pueblos hermanos, imposición del idioma, en lo militar y económico al gran
capital de la explotación mundial, por el parasitismo del liberado, del
funcionario de partidos y sindicatos y demás lacayos cerrando puertas a la luz,
a la vida, a la sangre voluntaria generosa que tanta exigencia sobre ella se
aplicó como responsabilidad y disciplina del militante. Ahí la dejaron algunos
“dirigentes del marxismo-leninismo” en la asfixia, unas y otras alternativas
hablando de ella para mejor vivir aplazándola y hacer libros, libros muertos,
conciliadores en su gran mayoría, aplastando la verdadera vida colectiva y
ensalzando la propia mediocridad, creando documentales otros tras la transición
como “conocimiento de nuestra historia esencial para construir futuro”, y
películas, con fines morbosos, engañosos y lucrativos ajenos a toda realidad de
fondo, hasta regocijarse “humorísticamente” del clan golpista criminal con
estela hasta nuestros días; por lo que hace gracia oír a los mismos en
ocasiones alardear de rojillos, de que aún seguimos careciendo de libertad de
expresión y de que la constitución pone trabas a la cultura popular ¿Se trata
de pedir más presupuestos y cobertura sin más? Las contradicciones han cogido
una temperatura explosiva que ni un cóctel molotov en época de Franco. No todos
llevamos un mundo nuevo en el corazón, los hay que simplemente llevan pegatinas,
algunos ni eso.
¿Cuántas decenas de
presos políticos se han suicidado (ellos mismos) en las mazmorras? No importa
la cifra ni siquiera el motivo, eran terroristas! Pero yo pienso que en su
mayoría fueron asesinados presentándolos como suicidios, y el resto, fueron
igualmente asesinados, aplicándoles el sistema carcelario criminal que
mantienen solo y exclusivamente a los presos revolucionarios vascos, y a otros
militantes con un don por igual de dignidad que ninguno de los “políticos hoy,
de salón, palacio y congreso”, conoce en lo más profundo. En el caso de Igor,
debería haber estado en su casa, o dónde le diera la gana, tras cumplir 15 años
entre rejas las tres cuartas partes de su condena, pero el mal Estado, propicio
a lo decrépito prefiere matar toda esperanza antagónica a sus derechos pa`
joderte, pa` que mueras, o revientes cualquier día y a cualquier hora. Deben de
quedar -¿quedar?- Más de 200 presos políticos; muchos con más de 20 años en las
mazmorras, enfermos, algunos con enfermedades graves, otros muriendo
debilitados de toda esperanza. Hay acciones humanitarias, democráticas, alguna
vez “la ley” te autoriza un pase para que mueras en casa. Casos contados,
tienes que estar muy terminal para ello, salvo a los que han pillado con las
manos en la masa como “políticos”, o sea, mafiosos, banqueros, policías, la
realeza, a los cuatro días los envían a sus “casitas”, chales, cortijos,
mansiones y palacios.
Cuando una persona
como Igor “decide por él no seguir viviendo”, solo puedo entender que es porque
le ha ocurrido muchas cosas, demasiadas cosas malas, demasiado desprecio,
acumulo de impotencia, falta de cariño y colectividad, falta de lucha exterior,
que ha tenido que ir librando muchas cavilaciones en soledad, 15 años
encerrando a cal y canto en diferentes prisiones siniestras todas, rodeado de
un sistema encarnado por personas de un antagonismo odioso, que hace de tu vida
un suplicio, al igual que a Patxi Ruiz, que recientemente casi llega a la
muerte en su huelga de hambre por el mal trato a que estaba sometido en la
cárcel de Murcia, (al cual animo a seguir peleando en redoble de solidaridad
para imponer su dignidad y sus derechos, los de todos los presos políticos). En
honor a los que luchan avivo la esperanza. El freno de la tiranía no nos
impedirá triunfar; su reino acabará en el día
de la revolución
social. He recibido y compartido testimonios de presos políticos todos ellos
espeluznantes, terroríficos, aguantando palizas, insultos y chantaje hasta la
saciedad involucrando en él a sus familiares, despotismo absoluto de
carceleros, policías, infiltrados en partidos revolucionarios, organizaciones
políticas, y soplones. Los testimonios que más me han impresionado fueron el de
Ángel Campillo dirigente PCE(ml)-FRAP, y el del dramaturgo tupamaro uruguayo
Mauricio Rosencof. Ángel Campillo “Edu”, por su larga duración como detenido y
torturado durante un mes desaparecido, no murió de las palizas, pero casi le
vuelven loco. Rosencof por haber estado durante 12 años en calabozos militares,
parte de ese tiempo bajo tierra e incomunicado, de los nueve rehenes dirigentes
tupamaros que tenía la dictadura militar dos murieron y otro lo volvieron loco.
Igor González Sola,
engrosa el contramuro de los caídos, por la lucha que no cesa de ser apaleada,
vilipendiada, abandonada a su suerte, pero siempre en pie de combate por su
auténtica militancia anónima intrínseca e innata que aflora. Somos hijos del
acero, contra el espanto y terror, como los camaradas y compañeros
revolucionarios fusilados del 27 septiembre. Por todxs los asesinados antes y
después de la muerte del dictador; tierra y fuego purifica y conserva su raíz,
la que no lleva el agua como metáfora de historia. La que queda entre nosotros
dando vuelta y, el tren gira y gira. Nos acompañan dando tumbos sobre la vida
resistentes como sonrisas lagrimosas revoloteando del jugo de las olivas negras
y verdes entre barquitos deslizables hacia el encuentro, cáscaras de ave
danzando a toda vela sobre mares y ríos como héroes de la resistencia,
resistiendo. Somos lo que une y desune pega y despega para el avance; somo
resistencia firme. La muerte no puede vencer. La vida nos grita luchar; el
dolor de sus crímenes y torturas no se cura con resignación. Creamos poder
popular. Las utopías no han muerto solo los partidos y organizaciones de
izquierda; otros más tarde han nacido muertos, no son rama de nuestro tronco de
clase. Queda lo que fue y sigue siento; prevalece lo que nace, y vuela, junto a
la enseñanza de su resistencia. Lo revolucionario no muere; vive para seguir
enarbolando historia y bandera de lucha. Somos constructores de revolución;
somos cimientos del marxismo-leninismo enarbolado por el camarada Acero,
Cipriano Martos (asesinados entre otros camaradas a base de torturas). Somos
Sánchez Bravo, García Sanz, Humberto Baena, y más pilares del independentismo
revolucionario como Txiki, Otaegi y decenas más de vascos asesinados,
fusilados, y a garrote vil como el catalá Salvador Puig Antich entre otros.
Antimperialistas contra la bestia invasora venga de donde venga, estela
guerrillera, bengalas encendidas en ejemplo de Durruti, Garibaldinos,
Guevaristas, Martianos, auroras de liberación y pecho de un mismo corazón!!!
Sintetizando sobre
la hoja de otoño, digamos que somos el contramuro desencadenado, lo opuesto a
la declaración en febrero de 1957 por en el periódico Alderdi del PNV (Partido
Nacionalista Vasco) en el que afirma que <<La reconstrucción nacional
sólo será posible sobre bases de reconciliación y concordancia, que suponen una
generosa liquidación de la guerra civil>> -¿Generosa liquidación de la
guerra civil?- Por igual su compadre de corrupción el catalá Jordi Pujol afirma
tras el décimo aniversario de la muerte de Franco el dictador militar
<<El Ejército ha contribuido a que en el país haya habido una evolución,
ya que si hubiese querido dar un golpe de estado, hubiera podido
hacerlo>> ¿Le parecía poco golpe de estado la Transición, transitada por
los militares más reaccionarios, falange española fortalecida con miles de
italianos tras la que llaman “guerra civil”, socialdemocracia alemana
(benjamines de Hitler), CIA, Pentágono, bases yanquis militares, OTAN… y todos
los partidos políticos de izquierda apoyando tal nefasto sistema, de una y otra
manera directa e indirecta, muchos de ellos en contactos y ajustes de traición
pocos años después de aplastamiento de la República? Le parece poco golpe de
estado que tras los fusilamientos del 27 de septiembre de 1975, le siguió un
reguero de crímenes durante décadas, torturando sus bandas a cualquier hora del
día, más aún si cabe que en época del “general”? Tras los fusilamientos, las
calles seguían llenándose de sangre, cadenas represivas, cuchillas dejando su
marca y sus huellas, muertos en las cárceles por tortura, asesinatos de
diputados, se tomaron despachos de abogados y consultas médicas acribillando a
todo lo que se movía, secuestros, asesinan estudiantes, ecologistas, obreros.
El odio vandálico fascista no tuvo freno; era y siguió siendo legal, bandas de
un mismo Estado, gobierno o sistema que es el que nos gobierna.
A los fusilados en
septiembre de 1975, no les dieron tiempo de estar unos años en las mazmorras
fascistas, de haber sido así quizá hubieran salido, hoy estarían con nosotros.
No les dieron tiempo ni para enfermar ni para hacer huelgas de hambre ni para
sufrir las embestidas de carceleros ni para traslados forzosos ni para pensar
en el futuro de sus sueños ni siquiera para ver muerto a sus asesinos. Cuando
vemos con indignación como toda una vicepresidenta de un gobierno “socialista” (¿o
socialfascista?) se atreve a decir que la transición fue pacífica, sin
violencia, olvidando con ella los cientos de personas asesinadas por los
aparatos represivos de Estado, grupos ultrafascistas directamente potenciados
dentro de su infraestructura, manteniendo tribunales como la Audiencia Nacional
heredera del Tribunal de Orden Público, o cárceles de exterminio peores que las
franquistas. Gobierno “progresista” que aún mantiene alejados a cientos de Km.
a cientos de presos políticos, y deja morir a los que están enfermos, o
prolonga la condena a los que deberían estar libre. En este sistema aberrante
tanto el catalá Jordi Pujol como el PNV, no han hecho otra cosa que aumentar
sus arcas personales y de partido (con la Monarquía parásita de Estado y oligarquía
financiera que le impone al pueblo ilegalmente, gracias al ejército, su brazo
armado) el control de asociaciones patronales, control de las Cajas de Ahorro,
control de Inmobiliarias, mayor implicación de intereses con la gran banca y
hasta en las fuerzas represivas; la lista sobre el control económico y social
sería interminable.
Urge reivindicar la
historia, pasajes de ella legados por raíz y luchas vividas, defender su
memoria, las razones que pretendieron alumbrar, dar sentido a nuestra vida dentro
de un sistema caduco e impotente de luces. Urge colorear el empeño colmando
sueños de luz capaz de alumbrar mañanas como los metafóricos «diez días que
estremecieron al mundo» como inicio de historia anticapitalista y continuidad
antiimperialista de independencia. No se si es posible responder preguntas sin
dogma ni nostalgia, pero busco salida, busco respuesta entre el gran potencial
como constructor creativo con la modestia de quien vivir en las continuas
contradicciones diarias, no tiene respuestas simples inmediatas, pero sí en el
marco de las alianzas a medio y largo plazo de revolución proletaria. Urgen
reivindicar al preso político Igor González Sola, los años encarcelado
ilegalmente tras la entrega de las armas y transformación política de “paz” negociada.
Urge que si ya no hay política de revolución de clases, ni cosa que se le
parezca, en las cárceles no haya presos políticos, sino delincuentes corruptos
de Estado. <<Mas ya en el palacio fastuoso se ve temblar al tirano
pelele; sus ojos culpables encuentra doquier escrita sentencia de muerte.
Llegó, al fin, la hora y el pueblo surgió liberto, gigante, patente /: Dormir,
hermanos, cubristeis de honor la senda más noble y valiente :/ (Marcha Fúnebre
a los héroes caídos).
NOTA HISTÓRICA
Narrada por el
investigador de Memoria Histórica Peñalver, sobre la construcción del pantano
Cenajo en Murcia, donde murieron decenas de presos políticos forzados a
trabajar como esclavos: Francisco de la Rosa nació en Calasparra. Era
sindicalista de la CNT y preso político. Fue condenado a muerte y
posteriormente se le conmutó la pena a treinta años y un día. No era obrero
libre. Lo llevaron de un sitio a otro recorriendo penales de toda España, hasta
que finalmente lo destinaron a trabajar en el Cenajo. Fue torturado y mutilado
y se le condenó a destierro, de manera que no podía acercarse a menos de 20
kilómetros de su pueblo. En 1948 se suicidó. No soportó su condición de preso
ni los trabajos forzados en el Cenajo. Seis años después de muerto, lo
indultaron [Este hecho es narrado por Víctor, otro preso, nos interpreta que de
ese modo, es como el régimen aumentaba su cifra de indultos y lavaba su imagen.
El investigador, pudo identificar a otro preso con mejor suerte: se trata de
José Vicente Ortuño, que tras trabajar nueve meses en el Cenajo, en el año
1954, de cumplir condena y de conseguir pasar a Francia, publicó un valioso
libro titulado ‘Raíces amargas’, en el que dedicó un capítulo entero a relatar
su estancia en las obras del pantano. Según explica Peñalver, cuando Ortuño
llegó al Cenajo, el procedimiento ya estaba establecido. El mismo ex-recluso lo
relató de este modo: Por la mañana, en la plaza, los cadáveres mutilados por
las balas y las dentelladas de los perros que usaba la Guardia Civil le dieron
la razón a mi compañero. Todos los prisioneros tuvieron que desfilar ante los
cuerpos, sobre los que ya empezaban a revolotear unas moscas verdes. Por la
tarde, un equipo los tiró a la caja de un tractor y los llevó al muro. La tumba
estaba siempre abierta].
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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