EL MURO (1975)
-Vamos. Serán ocho. Les gritarán: ¡Apunten! Y veré los ocho
fusiles asestados contra mí. Pienso que querré meterme en el muro. Empujaré el
muro con la espalda, con todas mis fuerzas, y el muro resistirá como en las
pesadillas. Todo esto puedo imaginármelo ¡Ah! ¡Si supieras cómo puedo
imaginármelo!
POR MAITÉ CAMPILLO
El autor de La
nausea, describe en el primer relato llamado ‘El Muro’ a un joven anarquista
que es apresado por fascistas (los pensamientos en una noche de vigilia antes
de ser fusilado al alba según el comandante). Pero hay otros muros, muchos más
muros reales e imaginarios a lo largo de la historia. Está El Muro de Pink
Floyd:
No necesitamos la
educación
no necesitamos un
control mental
ni sarcasmo oscuro
en el salón de clase.
Maestro deja a los
chicos en paz.
Oye maestro,
déjanos a los chicos en paz.
Al fin y al cabo es
sólo un ladrillo en el muro,
al fin y al cabo es sólo un ladrillo en el muro.
Nos encontramos con
la genial visión de otro muro, el de la película del escritor, actor, director,
y gran revolucionario turco Yilmaz Guney, perseguido y encarcelado. Película
que trata de las condiciones infrahumanas en las cárceles de niños en Turquía
(si, en Turquía hay cárceles de niños, en Israel para niños palestinos). Historia
dura como la realidad sobre la que el propio director declara: “Para mí el cine
es arte y lucha; es un arma para pelear contra la oscuridad, contra la
represión y contra los múltiples muros que rodean al hombre y a los pueblos”.
Tras Yol, premiada en el Festival de Cannes, Yilmaz Guney realizó El Muro, en
la que el director se reafirma: “Es un grito contra las condiciones de vida del
pueblo bajo la dictadura militar. Pero, no es sólo eso, sino también un filme
que cuenta la vida de los niños en las prisiones turcas. Mantengo el
planteamiento estético de películas anteriores, pero la propia historia de El
Muro, me ha hecho adoptar una forma algo distinta, porque esa historia es dura
y violenta. La trama estética es también más dura, más cerrada; para mucha
gente esta violencia que se cuenta es casi insoportable». Cuando el público ve
una obra de arte, añadió: “quiere sacarle gusto, y por eso en El Muro existe
también lirismo, pero es un lirismo diferente que proviene del dolor y de las
dificultades de vida que se narran”.
(Dibujo que
recorrió el mundo, hecho en la dramática clandestinidad tras los fusilamientos
por el gran compañero dibujante de cómics` Florencio Clavé).
Antes de…
Desfilan sus
cicatrices como la piel del tiempo y su huella. Camino sobre las laderas de los
montes y entre peñascos observo el ganado al paso ronroneando su descanso,
cuando ya la tarde difumina sus huellas en busca de su futuro infinito como un
espectro en distribución magnética. Desfilan ante mi mitos que fueron parte de nuestras
vidas. Entre sus plantas fornidas y seguras el viento en lucha venciendo las
horas de aislamiento, entre la naturaleza abrupta marca sus rasgos, son
destellos que confluyen entre nosotros como un pasado irrevocable sobre una
geografía preñada de historia. Es hambre de amor que no apaga el sueño y
provoca mi habilidad entre cordilleras, sobre las que se enreda mi pelo
acaracolado, como queriéndose entrelazarse surge la danza del viento. Observo
la huella guerrillera en coordenadas entrelazadas de otros tiempos, forman a su
vez parte del nuestro, entre el tintineo que ladea la cresta de la montaña más
allá de las altas torres donde las fortalezas dividieron su clan frente al
pueblo plebeyo. Canto que rueda. Ojos fosilizados a avivar mi olfato guerrillero
templando fuerza, vista, oído y victoria. Leales compañerxs de futuro avecinan
nuestros días en la historia y la mirada agranda el esfuerzo observando
inquieta lo que emana de adentro en cada poro de tierra, en cada paso del
viento, por donde filtran su energía y apuesta (acribillada por el fascismo)
que tomo por aliento impulsando desfiles hacia la plaza liberada en calle
internacional y corriente atronadora.
Entre 1965 y 1975
se decretó en el Estado español ‘El Gran Muro’ (de la vergüenza). Seis sanguinarios
estados de excepción y más de medio centenar de personas asesinadas en acciones
represivo-policiales. En enero de 1975, fueron detenidas por motivos políticos
doscientas personas en un mes; terror implantado desde 1936. Durante el último
estado de excepción en verano del mismo año las detenciones se multiplicaron.
El ministro de información León Herrera, dictó a la prensa unas normas de
comportamiento fascistas, que implican la prohibición de criticar al Jefe del
Estado, Príncipe Juan Carlos y Presidente del gobierno. Los diferentes cuerpos
de policía recibieron carta blanca para seguir asesinando. En Bilbo, ciento
cuarenta personas fueron encerradas en la plaza de toros por no haber sitio en
las comisarías.
El 27 de septiembre
de 1975 fue una causa revolucionaria de gran apoyo internacional. Se trataba de
arrancar la vida a varios de nuestros camaradas del PCE(ml) y del FRAP,
finalmente “solo” quedaron en tres las penas de muerte y dos más de compañeros
de la organización independentista revolucionaria ETA. Los consejos de guerra y
condenas tuvieron un impacto tan explosivo que rebasó todas las fronteras sobre
el mundo impuestas: llamadas de embajadores, rotura de relaciones… ¿Cómo
explicar un acontecimiento que tuvo un estallido internacional político como
jamás se había visto? Nos encontramos sin dormir. Más de dos semanas
implacables entre viajes, mítines, ruedas de prensa y a la cabeza de los
grandes movimientos de protesta entre decenas de comandos callejeros día tras
noche brindando a coctelazo limpio la furia e ira acumulada. Como diría mi
entrañable amigo y camarada, actor, músico y periodista Antonio Piera: “A uno
de los responsables de los prochinos franceses le pusimos de mote monsieur
d’accord, porque nos venía a preguntar lo que queríamos que hicieran y le
contestábamos, entrad en el Consulado español, y él, impasible -¿cuántos?- y
nosotros, con cincuenta bastará, y él -¿cuándo?- y nosotros ¿podéis mañana?, y
él -d’accord. Y vaya si lo hicieron. También recuerdo el mitin en la Mutualité…
donde la compañera del FRAP, tal fue su profunda pasión que algún despistado la
comparó con “la Pasionaria”, señal de que no conocían su integridad innata, y
donde estuvo hasta el ex-ministro de la II República Álvarez del Vayo”.
Los consejos de
guerra abrieron las puertas a una contundente reacción internacional contra la
dictadura a excepción de EEUU. Destaca los ataques contra la embajada española
en Lisboa; Bruselas, París, Estocolmo, Oslo, Roma, Londres. Las movilizaciones
en el caso de Grecia; tanto en Atenas, como en París, las fuerzas del orden
tuvieron que proteger las sedes diplomáticas y otras entidades españolas con
carros blindados. Países como Turquía manifestó un repudio total contra el
gobierno franquista, las penas de muerte, las ejecuciones. Presionados los
gobiernos por las movilizaciones, conscientes de la envergadura de la situación
exigen la vuelta de sus diplomáticos amenazando con la rotura de relaciones. El
primer ministro holandés, Joop del Uyl, y los miembros de su gabinete encabezan
la protesta contra las ejecuciones. El Parlamento europeo intenta sumarse dado
el ambiente internacional de protesta y amenaza con solicitar la congelación de
las relaciones. El más fuerte sindicato de Correos de Italia, pide el boicot a
las comunicaciones con España; la enumeración de protesta es interminable.
El agua corría
libre sobre los ríos al salto del militante. “La autoridad” levantó muros sobre
muros -de prohibiciones- cambiando el curso natural de sus aguas allá donde los
pueblos naturales recorrían sus cauces entre montañas y llanuras. La Transición
fue lapidando cauces y caminos. Y el muro se impone como punto final en algún
punto del recorrido a forma de frontera contra la revolución que se avecina.
Acabaron con la lucha. Acabaron con la libertad de moverte libre por la tierra
que te “otorgó” la propia extrema clandestinidad. Hubo otros muros que se
utilizaron para fusilar al pueblo y enterrarlo en cal viva en fosas comunes.
Luego están las murallas, que son algo así como un muro largo que a veces se
cierra en círculo. Se construían para proteger ciudades o territorios “del
enemigo” cuando las guerras eran a lanzas, espadas y flechazos; cuando llegaron
los cañonazos la cosa se puso fea, la muralla caía abatida. Cuando derribaron
el muro de Berlín, mucha gente se alegró y dijo: ¡POR FIN EL MURO DE LA
VERGÜENZA HA CAÍDO! (Lo que los berlineses del Este no sabían es que estaban
abriendo la muralla al capitalismo atroz, ferozmente insaciable, a la pobreza
social y emigración, a deambular la impotencia por el mundo, a la degradación
social y prostitución, al fascismo imperial y sable del coronel; tiraron uno, y
siguieron construyendo otros).
El muro marroquí
contra el pueblo Saharagui, conjunto de ocho muros “defensivos” de una longitud
superior a los 2.720 km. construidos ilegalmente por Marruecos, en el Sahara
Occidental. Es una zona militar con búnkeres, vallas y campos de minas,
construida con el fin de proteger el territorio ocupado “de las incursiones del
Frente Polisario” y evitar la vuelta de los refugiados saharauis al territorio.
La construcción se inspiró de la Línea Bar Lev, construida por Israel a lo
largo del canal de Suez. El muro fue construido por el ejército marroquí con la
ayuda de sionistas expertos y la asistencia financiera por el ‘Reino de Arabia
Saudita’. Hablando de sionistas, el muro de Cisjordania fue construido para
robar territorio a los palestinos y proteger a los colonos invasores, los muros
y barreras instadas en Jerusalén para hacerles la vida imposible a trabajadores
y estudiantes y los muros sionistas que encierran a miles de niñ@s, y juventud
revolucionaria por la libertad de su país para aniquilar la dignidad de un
pueblo que nuca dejó de luchar y sufrir.
Allá donde se
juntan (sin tocarse) el gringo con los mexicanos el mequetrefe asesino de Trump
decide ampliar una muralla en la frontera. Muro que ya había iniciado el falso
e intencionadamente llamado progresista, Clinton, allá por el 1994. El
congresista estadounidense republicano Duncan Hunter propuso el 3 de noviembre
de 2005 un plan al Senado para reforzar la barrera fronteriza entre los dos
países, la propuesta fue aprobada un mes más tarde, lo que significa la
construcción de un muro fronterizo de alrededor de 1123 km. Sintetizando la rapiña
del gringo a esta escala, el muro sería sólo comparable con la Gran Muralla
China -dicen que para que no entren los inmigrantes ilegales- los legales
llegan en avión (curioso, la madre de Trump llegó en un viejo barco europeo
como “emigrante” ilegal). También dicen que es para que no entren los narcos;
Jajajajaaaa, me río.
Para los
antifascistas del Estado español los muros de los cementerios y mazmorras de
prisión son sinónimo de muerte, de miles de hombres y mujeres incrustadxs en
sus paredes. Ríos de sangre. Si los muros hablaran dirían mucho de esos
asesinos que miraban con odio mientras disparaban ráfagas de balas contra lo
mejor de los pueblos y culturas del Estado. Los muros también han sido
utilizados como murales; espacio de denuncia reivindicativo de izquierda
durante el franquismo y el pos-franquismo patente e insaciable aún en nuestros
días. El estudiante granadino Javier Verdejo fue asesinado en una caseta de
baño de la calle de San Miguel del Zapillo, escenario de uno de los episodios más
oscuros de la llamada “Transición” en la provincia de Granada, donde en un muro
dejó impreso en rojo parte de un mensaje inacabado: Pan, T… (Trabajo y
Libertad) antes de caer asesinado por el disparo de un guardia civil. Fue la
madrugada del 13 al 14 de agosto de 1976, tenía 19 años, cuando la bala de un
subfusil le destrozó la garganta. Hay otras murallas y muros, no solo los que
nos imponen por la fuerza; están los que nos ‘permitimos’ nosotros mismos
aparentemente invisibles pero que están ahí presentes en momentos cruciales de
nuestras vidas, cumplen la misma función represiva, impedir el avance.
NOTA
Viernes 5 de
septiembre de 1975, portada significativa que define ideológicamente el diario
“Ya” <<Hacia la desarticulación de los grupos comunistas PCE (ml) y del
FRAP: 36 nuevos miembros capturados>> [«El 28 de agosto salimos de las
celdas de castigo los cinco camaradas a los que se nos pedía la pena de muerte,
aquello fue casi como salir en libertad, nos abrazamos, reímos, fumamos y no
paramos de hablar, aunque nuestras voces estaban roncas de haber permanecido
tanto tiempo mudas. Pese a que nos pusieron un régimen de vida mucho más duro
que al resto de los presos de la cárcel, tanto comunes como políticos que
estaban en otra galería, eran condiciones de vida mucho más benignas que las de
los últimos dos meses. Se había inaugurado la VI Galería de Régimen Especial
para presos políticos acusados de terrorismo. Éramos más de 40 militantes y
simpatizantes del Partido y del FRAP, que después fueron aumentando, dada la
feroz represión del régimen. Lo primero que hicimos al salir de celdas fue
organizar el Partido en la galería…»].
Maité Campillo
(actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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