TE MIRO...
DUNIA
SÁNCHEZ
Estás.
Sí, aquí estoy.
Como te encuentras. Te apetece conversar.
Sí, mis ganas se abren a ti.
Te miro.
Sí, me examinas. Con mis zapatos de hombre. Con mis pantalones de hombre.
Con mi camisa de hombre. Con mi gorro de hombre. Yo, también te miro. Con tus
zapatos de mujer. Con tu falda. Con tu blusa de mujer. Hoy no hace
frío. Hoy no hace calor.
Te miro.
No pienses mal. Solo, quería danzar con unos ojos que se presentaron en el
ayer.
Te miro y te reconozco.
La dualidad converge bajo las pisadas que llevo. Un chico que en su pena
andaba de esquina en esquina, de luna a luna, de sol a sol convencido de sus
miedos.
Te miro y te entiendo.
Hace tiempo que no lo veo. Alguna desgracia habrá gastado su
vida. Quería sentir lo que él sentía. Abriendo. Cerrando.
Inspirando. Espirando hasta que las tumba lo recorrió.
Te miro, con tus zapatos de hombre. Con tus pantalones de
hombre. Con tu camisa de hombre. Con tu gorro de hombre. Y es
tal mi repudio y mi atracción que la balanza juega conmigo. Te miro
y entiendo. No somos esa masa corpórea que solo vemos con nuestros ojos. Existe
algo, cercano y lejano a la vez que nos motiva, que nos atrae.
Siempre charlaba con él. Si, hablar con el vigor de una amistad efímera,
una amistad que solo los astros sabrán donde está. Caminábamos un
poco, hasta la playa. Fijamente mirábamos los movimientos ondulantes del mar y
después nos despedíamos. La desedida. El adiós.
Te miro y me despido. Esp la noche, tengo que volver. Mañana nos
vemos, aquí, en el mismo lugar.
Me miras y te vas. Te esperaré….
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