EL HOMBREZUELO RAFAEL HERNANDO
DAVID BOLLERO
El senador del
Partido Popular (PP) Rafael Hernando publicaba ayer un desafortunado tuit en el
que indicaba que "una infame 'mujerzuela' intentó chantajear a la Corona,
mientras el Rey y la Casa Real actuaron con firmeza y contundencia, negándose a
pactar o tapar nada". Se refería de este modo a Corinna Larsen, la amante
de Juan Carlos I que no sólo ha destapado el adulterio del rey emérito, sino
también sus supuestos delitos fiscales.
Entre la cantidad
de bufonadas que escribe Hernando resulta complicado destacar alguno de sus
tuits, pues la bajeza y mezquindad de
éstos es el gran denominador común. Sin embargo, éste se lo gana por derecho
propio al reivindicar al senador popular como un machista recalcitrante, de esos
de manual que, pese a sus intentos por aparecerse original no son más que un
penoso cliché.
La estrategia de
defensa del Borbón padre es clara: desprestigiar a Larsen, tachándola de
"mujerzuela" o, como también hace el cada vez más impresentable
Felipe González, negando la "credibilidad a lo que diga una señora".
El tufo machista en esas posturas es insoportable; la manera de intentar
criminalizar a quien denuncia para blanquear la imagen de quien, como poco,
eludió el pago de impuestos al fisco español es intolerable.
Una infame
"mujerzuela" intentó chantajear a la Corona, mientras el Rey y la
casa Real actuaron con firmeza y contundencia, negándose a pactar o tapar nada
Otra, de nombre
Delcy, aterrizó en Barajas y sometió al gobierno a otro chantaje. Ábalos
genuflexo tragó y paseó con ella
Pareciera que la
que Hernando llama "mujerzuela" fue la que movió al emérito a
extender aún más la lista de amantes -que no "amiga íntima",
eufemismo empleado por la prensa- con la que ha humillado a la que fuera reina
de España. Imaginen por un momento que fuera la reina Sofía quien hubiera
tenido un amante, quien hubiera creado una fundación en paraísos fiscales para
eludir el pago de impuestos, de quien se dijera que aceptó comisiones por el
AVE a La Meca y mientras la miseria se cebaba con la población española hubiera
sacado cada mes cientos de miles de euros en metálico de la cuenta suiza.
En ese caso, casi
con toda seguridad conociendo la calaña de Hernando, la mujerzuela sería la
propia Sofía, cuya dudosa moralidad estaría dañando la imagen inmaculada del
Juan Carlos I. No se pondría tanto el acento en el amante ni se le
criminalizaría como ahora se hace con Larsen. ¿Por qué? Sencillo, es una mera
cuestión de machismo.
El mismo por el que
la Real Academia de la Lengua define "mujerzuela" como "mujer de
poca estimación" o "mujer perdida, de mala vida" mientras que
"hombrezuelo" ni siquiera aparece en el diccionario. Y los hay, hay
muchos hombrezuelos entre nosotras y nosotros: Hernando es la prueba de ello.
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