LA DESHUMANIZACION DE LOS SERVICIOS DE URGENCIAS DE LOS HOSPITALES
ABEL
ROMAN
PRESIDENTE DEL INSTITUTO CANARIO
DE CIENCIAS HUMANITARIAS
A la mayoría
de los vecinos de Santa Cruz, que por desgracia han tenido que utilizar los
servicios de urgencias del HUC y la Candelaria, han tenido que soportar la
falta de consideración y atención digna que se merece un enfermo de urgencias.
Un ejemplo de muchos; una madre recién parida, con un bebé de 20 días, éste con
38 de fiebre, le hacen un análisis… ¿Saben ustedes cuanto tiempo la estuvieron
esperando para darles los resultados?
¡Siete
horas! Siete horas sentada, todavía con
puntos en sus partes íntimas, con el bebe en brazos, sin comer, ni beber, ni
siquiera su marido podía entrar a asistirla. ¡¡Siete horas!! ¿No había nadie, que supiera, que una madre
con un bebe de 20 días necesita una atención considerada? No, pasaron olímpicamente. Que espere.
Y así
multitud de experiencias de vecinos y ciudadanos que tiemblan solo de pensar,
lo que les espera en las urgencias de los hospitales, a ellos o a sus familiares
y si son niños ni les cuento.
“Hacer
esperar”, parece que es un derecho que tienen los servicios sanitarios. Nos
contaba un vecino, que en una consulta de un hospital había un cartel que
decía:
¡LA
OBLIGACION DE UN PACIENTE ES ESPERAR!
¡Pues no!
Hacer
esperar a un enfermo de forma desconsiderada, 4, 5, 6, 7 ¡horas! es indicio de
una organización sanitaria deficiente y deshumanizada. No solo el paciente
tiene que sufrir el embate de su enfermedad, sino de la mala educación y
desconsideración del sistema sanitario y de su comportamiento. Y no digamos de
las malas formas con que responden a los enfermos, cuando desesperados,
tímidamente protestan. ¿Puede ser esto una de las causas de las agresiones que
reciben los sanitarios últimamente?
Cuando
hablamos de responsables sanitarios, lo primero que nos lanzan, es que la culpa
es del sistema, los pocos medios claro, pero para ser ambles, considerados, respetuosos,
atentos, no es cuestión de dinero, es de
educación, compasión, humanidad, tratar
a los demás no como cosas, sino como seres sensibles. Como ven la cosificación,
no solo se hace con los animales, también con los seres humanos. Cuando falta
la compasión, el vacío que deja se llena con la crueldad. El sufrimiento
añadido a un ser debilitado por la enfermedad no tiene nombre, bueno si, DESHUMANIZACIÓN.
Mucho se
podría resolver, con un mejoramiento de la organización de los servicios
internos de urgencias. Lo primero quitar esas guardias de 17 horas a los
médicos. ¿En qué cabeza cabe, medianamente inteligente, perdón mínimamente, que
una persona pueda trabajar con el máximo
de eficacia con 16 horas de turno y tratar a un enfermo de extrema gravedad? Pues eso ocurre. ¿A usted le gustaría que a su hijo, con la
cabeza partida le tratara un médico humanamente agotado, física y
psíquicamente? Pues eso les corresponde a los coordinadores de urgencias. No a
los políticos, los políticos su responsabilidad es otra, por cierto, que no lo
hacen nada bien.
Y no digamos
cuando un enfermo tiene que esperar a un médico, que supuestamente esta echando
una cabezada porque no puede más. Juzguen ustedes.
Urgencias es
un servicio con mucha presión asistencial, con mucha responsabilidad y hay que
tenerles consideración, porque son profesionales que trabajan en condiciones
duras.
Las
urgencias del HUC del cual en los últimos años hemos recibido infinidad de protestas,
tiene un problema de falta de humanización en el trato, es lamentable. Ahora han
cambiado a su coordinador y jefe del servicio. Responsable este último,
supuestamente, del trato deshumanizado hacia los enfermos. Desde el punto de
vista de los usuarios, nos alegramos que vengan nuevos aires que mejoren la gestión
de la asistencia humanitaria a los enfermos, tan pésimamente gestionada hasta
ahora. Lo primero los pacientes, los usuarios antes que nada.
Y en el
Hospital de la Candelaria igual. No se
puede seguir tratando a los pacientes con un talante deshumanizado. Y hay que
dejar claro, que la calidad científica y la formación de los profesionales es
buena. Son las mejoras para humanizar las asistencias y la satisfacción de los
usuarios lo que falta. No solo hay que tratar a los enfermos técnicamente, no
es un coche o una moto al cual se lleva al mecánico, son seres humanos
sensibles, se les debe consideración, cordialidad, ser atentos en todos los
ámbitos de la actuación sanitaria, auxiliares, enfermeras y médicos .Todo esto
tendente a evitar angustias y sufrimientos psicológicos innecesarios.
No debe
olvidar el personal sanitario, que su primer deber es ser útiles a los demás,
aliviar el sufrimiento físico y “moral”
y sobre todo poner en práctica la compasión en el trato a los enfermos.
Y eso lo tienen que hacer todos.
ABEL ROMAN
Presidente del Instituto Canario
de Ciencias Humanitarias
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