JM AIZPURUA
Más papistas que el
Papa: así siempre fueron los dirigentes hispanos, y así nos fue. Y hoy,
comenzando el siglo XXI, sigue habiendo pana que cree que el Papa habla con
Dios y en su mente entiende la sociedad como algo dirigido por Dios. ¿Cuál de
ellos?
Podemos ir a Marte,
pero no podemos ir al terreno de la Razón. Preferimos la borreguil, y Vicente
va donde va la gente, sin más, y el que no venga: traidor.
Aquí, en el Blog,
dejamos hilos para que los interesados en pensar puedan mantener su ovillo,
pero con nuevas ideas y horizontes más hermosos. Pensar que “es lo que hay”
conduce a la depresión. Y pensamos en “lo que puede haber”, que es la medicina
para seguir luchando por el mundo alternativo, cada vez con mayores
partidarios. Nos segmentan las siglas; pero somos más. Y nos jode el Lobby
Feroz, con sus submarinos parlamentarios.
Pero el papismo
sigue vivo, aunque el Papa sea jesuita y argentino, y los papistas cuya fe es
creer lo que no vieron, votan torcidos a las derechas, y sus votos siempre
igual de errados sirven a la casta y al Lobby Feroz: la tragedia social está
servida. El moderno Torquemada silencia los medios y riega el pesebre; y aquí
nunca pasó nada.
Y sí que pasa.
Sor Virtudes, que
manda en el asilo y les dice a sus pupilas; “ya veréis cuando me traigan al
vasco, ¡lo voy a crujir!”, también les dice que “ya no es lo que era”, que ni
siquiera pueden dar niños a buenos padres para que no se hagan rojos. Algo
pasa.
En la casta, junto
a los herederos se arriman mentes brillantes y creo que ya se han percatado del
sesgo de la “masa salarial”, los que viven de un sueldo, que son mayoritarios,
y comienzan a estar hartos de su miserable jubilación y el panorama salarial
que dejan a sus hijos. Esto no era lo esperado en el 78, y la Constitución
tiene más trampas que una película de chinos.
Del rey para abajo,
los soportes del Regimen78 están resultando inútiles y poco carismáticos, y eso
lo notan las encuestas (las de verdad) y preocupa a las mentes pensantes de la
casta. El relevo es inevitable y en ello están, pero, es más fácil destruir que
construir. La inercia españolista los llevará de nuevo al arrecife donde
volverán a naufragar. Ya no molan vuestros ritos y facheríos salvo en un sector
limitado de limitados. No es cla suficiente.
Ocupar los sillones
de poltrona no es problema: hay candidatos a patadas. Pero ocupar los corazones
de los ciudadanos del Estado son palabras mayores; no hay base suficiente.
La izquierda, si
alguna vez la hubo desde el eurocomunismo, tiene la misión de encontrar una
alternativa a la de la casta, más verídica, más atractiva para la “masa
salarial”, y dejar de amagar con golpes a la casta que nunca se producen y
desmotivan al votante. Sin la casta y su apéndice empresarial, no es posible
hacer política constitucional y solo queda la revolución. Sean claros y
pónganse en su sitio. Y los que queden revolucionarios, no jodan, y voten a la
izquierda por muy sonrosada que les parezca. El cuanto peor; mejor, es un
crimen social. La izquierda tradicional no ha sabido responder a los problemas
sociales, identitarios, ni monarquicos y desde posiciones postmarxistas
inverosímiles, pontifican: son el Papa Zurdo.
Hay un empresariado
europeísta e inteligente, (no como el que no sabe rematar un córner ni poner un
ladrillo), y con ellos hay que trazar las bases de la Republica Plurinacional y
Social, en las que son parte esencial.
Si no lo captan;
vayan a Muiños.
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