miércoles, 1 de enero de 2020

"RESPONDO" (1) O LA PASIÓN DE VÍCTOR RAMÍREZ


"RESPONDO" (1) O LA PASIÓN 
DE VÍCTOR RAMÍREZ
POR EL HADJI AMADOU NDOYE (*)
A LOS RESPONSABLES DE LA ASOCIACIÓN 
DEPORTIVA LOMOBLANCO
¿A quién responderá Víctor Ramírez en su poliédrico y denotativo libro "RESPONDO"? ¿A sí mismo? ¿A un lector imaginario? ¿Lo habrá hecho para aliviar pesares?

El lector de la producción novelística y cuentística anterior a "RESPONDO" observa, después de recorrer los cien artículos que componen este libro, a veces acusatorios, a veces panfletarios, emocionantes siempre, que el escritor no ha mudado de piel aunque los tiempos parezcan haber evolucionado.
         "RESPONDO" expone el sufrimiento de Víctor Ramírez en el sentido religioso de la palabra. Arrastra su cruz y enumera sin cansarse las heridas del alma canaria. En las palabras "ignorancia", "indefensión", "cobardía", "acogotamiento", "analfabetismo", "sorroballamiento"... etc., por su alta frecuencia de aparición, anidan y se anillan los eslabones esclavizadores del sufrido pueblo canario.


Es que, según el autor de "RESPONDO", el colonialismo cambia de cara pero no de naturaleza. En la misma fragua, a veces con metales distintos, cierra con grilletes -¿dorados?- los pies de homúnculos sumisos y contentos con la cicuta de su suerte:
         "Cada ves estoy más convencido de que pertenezco a una comunidad que sin esperanza chapotea extenuada y como estupefacta en el cieno de la ignorancia y de la cobardía, por muchos cursos académicos y diplomas que le hagan engullir" -escribe Víctor Ramírez en uno de sus artículos.
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Lo más doloroso para el escritor consiste en reconocer que, a pesar de sus alas y deseos de volar, choca con los barrotes de su jaula y la metáfora chasquea, en el estallido del rebenque:
"Con nosotros han hecho -los del maldito "poder eficaz"- y continuarán haciendo como con el pobre individuo del cuento ese: le cortan las piernas, le regalan un par de muletas y le obligan a que viva permanente agradecido por el regalo de esas muletas" (pg 16).
         ¿Cómo sacarse de apuros? Apostando por la "independencia" a la cual el escritor invita a los intelectuales isleños: "el primer paso para nuestra mejoría humana individual y social es el de luchar por nuestra emancipación política, luchar por la independencia, lisa y llanamente" (pg 110).
         El papel del intelectual está vislumbrado: "una batalla por no dejar apagar la luz que todo intelectual decente debe ayudar a mantener encendida, la luz del respeto a la dignidad del ser humano" (pg 104).
         Para sacudir la conciencia aletargada de sus paisanos, Víctor Ramírez no desdeña el acicate de la ironía: "Es que los canarios somos muy nobles y pacientes. ¡Qué buenos somos los canarios!" (pg 61).
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 "RESPONDO" se me antoja una mesa enorme a la que están invitados a sentarse muchos amigos, familiares y compañeros del escritor, transformados así, sin quererlo, en personajes literarios.
         Entre los distintos comensales ficticios destacan su padre -ya fallecido-, los hijos Víctor Francisco y Francisco Javier, las hijas Ana María y Sonia Yaiza, y -¡sería sacrilegio olvidarla!- la inefable abuela Constanza de Jesús Rodríguez Mayor.
         El caballo de la pasión galopa en los lomos del amor en "RESPONDO": "Así son los amores: dependen de tantos factores, de tanto... pero no se borran fácilmente, quizá no se borren nunca (y aunque lo quisieran)" (pg 24).
         "Sí, ya sé: hay dos cosas que me vencen fácilmente: la guitarra y el balón" (pg 88). La guitarra y el balón aluden a lo más sublime del hombre: la posibilidad de crear.

"RESPONDO" resucita en parte la historia del mundo de los creadores: los pintores Paco Juan Déniz y José Aguiar, el historiador Juan Bethencourt Afonso, León Barreto, Isaac de Vega, Rafael Arozarena, Derech Walcott..., etc. "RESPONDO" convoca a todos los que lucharon o luchan por dar sentido a la existencia de sus semejantes aunque no lo entiendan los demás: Secundino Delgado, Luis Rodríguez Figueroa, Ernesto Che Guevara y los ilustres y desconocidos responsables de la Asociación Deportiva Lomo Blanco (pg 70):
         "Tiene que ser muy duro el pelear a muerte por ayudar a dignificarse a un enorme pueblo que no posee fuerzas ni armas ni consciencia para encarar la lucha por la libertad en justicia" (pg 107).
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"RESPONDO" recoge las fobias y flaquezas de un autor. Contesta a las preguntas que reconcomen al que se siente habitado por el vicio impune de la lectura. ¿Por qué escribe? "Probablemente por pura vanidad, puro exhibicionismo. Puede que aún por algún rescoldillo del instinto de solidaridad que -dícese- los animalitos humanos debemos tener por naturaleza" (pg 39).
         Y ¿quién le inspiró al autor de "RESPONDO"?: "si reconozco un maestro de veras en esto de unir palabras para confeccionar una fábula o un sentimiento hecho inteligencia, es José Alfredo Jiménez. Adolescente todavía, le copiaba las canciones, las aprendía y cantaba; luego se las imitaba descaradamente cuando me dio por componer" (pg 37).
         ¿Por qué será importante un libro en una sociedad como la canaria?: "sigue siendo el buen libro la mejor fuente de la cultura, entendida ésta como consciencia liberadora" (pg 106).
         Y, en fin, ¿cómo definir la crítica entre otras acepciones posibles?: "quien analiza (una obra artística) acaba creando sobre y contra la creación analizada" (pg 205).
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Al principiar nuestra correspondencia en 1987, Víctor me preguntó por carta: "¿qué te parece lo mío dentro de la literatura africana?". Después de algunos años de reflexión -hay que ser prudente, ¡que comparación no es razón, pariente!- la postura ética del autor de RESPONDO me hace pensar en la figura del poeta, dramaturgo, cuentista y novelista Tchicaya U Tamsi.
         Se definía ese artista congoleño a sí mismo no como "negro" sino como "viviente en ese mundo en que el hombre parece irrisorio". Conocido como "el desesperado de la literatura negro-africana", Aime Cesaire lo califica como "hombre de sueño y pasión".
         Bautizado Gérard Félix Tchicaya, se apodó a sí mismo Tchicaya U Tamsi; literalmente eso significa "hojita que habla para su país".

¿Cuándo la voz de Víctor Ramírez, que cruces y sinsabores han cantado pero todavía no han matado, se trocará en hoja y anidará en la conciencia de sus coterráneos? No se sabe.
         Arrastrando los demonios de su autor, "RESPONDO", que no deja tranquila a la memoria de su creador, nos descubre "el otro lado" de un Víctor Ramírez escritor, ideólogo, padre, narrador, maestro, crítico de arte, amoroso del fútbol y de la música, y amigo de "Cantinflas".
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(*) El Hadji Amadou Ndoye es profesor de la Facultad de Letras. Universidad Cheikh Anta Diop -Dakar (Senegal).
(1) "RESPONDO" es el primer libro de artículos de Víctor Ramírez. Fue editado por Editorial Benchomo en 1992.

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