"RESPONDO"
(1) O LA PASIÓN
DE VÍCTOR RAMÍREZ
POR EL HADJI AMADOU NDOYE (*)
A LOS RESPONSABLES
DE LA ASOCIACIÓN
DEPORTIVA LOMOBLANCO
¿A quién responderá Víctor
Ramírez en su poliédrico y denotativo libro "RESPONDO"? ¿A sí mismo?
¿A un lector imaginario? ¿Lo habrá hecho para aliviar pesares?
El lector de la
producción novelística y cuentística anterior a "RESPONDO" observa,
después de recorrer los cien artículos que componen este libro, a veces
acusatorios, a veces panfletarios, emocionantes siempre, que el escritor no ha
mudado de piel aunque los tiempos parezcan haber evolucionado.
"RESPONDO" expone el
sufrimiento de Víctor Ramírez en el sentido religioso de la palabra. Arrastra
su cruz y enumera sin cansarse las heridas del alma canaria. En las palabras
"ignorancia", "indefensión", "cobardía",
"acogotamiento", "analfabetismo",
"sorroballamiento"... etc., por su alta frecuencia de aparición,
anidan y se anillan los eslabones esclavizadores del sufrido pueblo canario.
Es que, según el
autor de "RESPONDO", el colonialismo cambia de cara pero no de
naturaleza. En la misma fragua, a veces con metales distintos, cierra con
grilletes -¿dorados?- los pies de homúnculos sumisos y contentos con la cicuta
de su suerte:
"Cada ves estoy más
convencido de que pertenezco a una comunidad que sin esperanza chapotea
extenuada y como estupefacta en el cieno de la ignorancia y de la cobardía, por
muchos cursos académicos y diplomas que le hagan engullir"
-escribe Víctor Ramírez en uno de sus artículos.
*
Lo más doloroso
para el escritor consiste en reconocer que, a pesar de sus alas y deseos de
volar, choca con los barrotes de su jaula y la metáfora chasquea, en el
estallido del rebenque:
"Con nosotros
han hecho -los del maldito "poder eficaz"- y continuarán haciendo
como con el pobre individuo del cuento ese: le cortan las piernas, le regalan
un par de muletas y le obligan a que viva permanente agradecido por el regalo
de esas muletas" (pg 16).
¿Cómo sacarse de apuros? Apostando por
la "independencia" a la cual el escritor invita a los intelectuales
isleños: "el primer paso para nuestra mejoría humana individual y
social es el de luchar por nuestra emancipación política, luchar por la
independencia, lisa y llanamente" (pg 110).
El papel del intelectual está
vislumbrado: "una batalla por no dejar apagar la luz que todo
intelectual decente debe ayudar a mantener encendida, la luz del respeto a la
dignidad del ser humano" (pg 104).
Para sacudir la conciencia aletargada
de sus paisanos, Víctor Ramírez no desdeña el acicate de la ironía: "Es
que los canarios somos muy nobles y pacientes. ¡Qué buenos somos los
canarios!" (pg 61).
*
"RESPONDO" se me antoja una mesa
enorme a la que están invitados a sentarse muchos amigos, familiares y
compañeros del escritor, transformados así, sin quererlo, en personajes
literarios.
Entre los distintos comensales
ficticios destacan su padre -ya fallecido-, los hijos Víctor Francisco y
Francisco Javier, las hijas Ana María y Sonia Yaiza, y -¡sería sacrilegio
olvidarla!- la inefable abuela Constanza de Jesús Rodríguez Mayor.
El caballo de la pasión galopa en los
lomos del amor en "RESPONDO": "Así son los amores:
dependen de tantos factores, de tanto... pero no se borran fácilmente, quizá no
se borren nunca (y aunque lo quisieran)" (pg 24).
"Sí, ya sé: hay dos cosas
que me vencen fácilmente: la guitarra y el balón" (pg 88). La
guitarra y el balón aluden a lo más sublime del hombre: la posibilidad de
crear.
"RESPONDO"
resucita en parte la historia del mundo de los creadores: los pintores Paco Juan
Déniz y José Aguiar, el historiador Juan Bethencourt Afonso, León Barreto,
Isaac de Vega, Rafael Arozarena, Derech Walcott..., etc. "RESPONDO"
convoca a todos los que lucharon o luchan por dar sentido a la existencia de
sus semejantes aunque no lo entiendan los demás: Secundino Delgado, Luis
Rodríguez Figueroa, Ernesto Che Guevara y los ilustres y desconocidos
responsables de la Asociación Deportiva Lomo Blanco (pg 70):
"Tiene que ser muy duro el
pelear a muerte por ayudar a dignificarse a un enorme pueblo que no posee
fuerzas ni armas ni consciencia para encarar la lucha por la libertad en
justicia" (pg 107).
*
"RESPONDO"
recoge las fobias y flaquezas de un autor. Contesta a las preguntas que
reconcomen al que se siente habitado por el vicio impune de la lectura. ¿Por
qué escribe? "Probablemente por pura vanidad, puro exhibicionismo.
Puede que aún por algún rescoldillo del instinto de solidaridad que -dícese-
los animalitos humanos debemos tener por naturaleza" (pg 39).
Y ¿quién le inspiró al autor de
"RESPONDO"?: "si reconozco un maestro de veras en esto de
unir palabras para confeccionar una fábula o un sentimiento hecho inteligencia,
es José Alfredo Jiménez. Adolescente todavía, le copiaba las canciones, las
aprendía y cantaba; luego se las imitaba descaradamente cuando me dio por
componer" (pg 37).
¿Por qué será importante un libro en
una sociedad como la canaria?: "sigue siendo el buen libro la mejor
fuente de la cultura, entendida ésta como consciencia liberadora"
(pg 106).
Y, en fin, ¿cómo definir la crítica
entre otras acepciones posibles?: "quien analiza (una obra
artística) acaba creando sobre y contra la creación analizada" (pg
205).
*
Al principiar
nuestra correspondencia en 1987, Víctor me preguntó por carta: "¿qué te
parece lo mío dentro de la literatura africana?". Después de algunos
años de reflexión -hay que ser prudente, ¡que comparación no es razón,
pariente!- la postura ética del autor de RESPONDO me hace pensar en la figura
del poeta, dramaturgo, cuentista y novelista Tchicaya U Tamsi.
Se definía ese artista congoleño a sí
mismo no como "negro" sino como "viviente en ese mundo
en que el hombre parece irrisorio". Conocido como "el
desesperado de la literatura negro-africana", Aime Cesaire lo califica
como "hombre de sueño y pasión".
Bautizado Gérard Félix Tchicaya, se
apodó a sí mismo Tchicaya U Tamsi; literalmente eso significa "hojita
que habla para su país".
¿Cuándo la voz de
Víctor Ramírez, que cruces y sinsabores han cantado pero todavía no han matado,
se trocará en hoja y anidará en la conciencia de sus coterráneos? No se sabe.
Arrastrando los demonios de su autor,
"RESPONDO", que no deja tranquila a la memoria de su creador, nos
descubre "el otro lado" de un Víctor Ramírez escritor, ideólogo,
padre, narrador, maestro, crítico de arte, amoroso del fútbol y de la música, y
amigo de "Cantinflas".
***
(*) El Hadji Amadou
Ndoye es profesor de la Facultad de Letras. Universidad Cheikh Anta Diop -Dakar
(Senegal).
(1)
"RESPONDO" es el primer libro de artículos de Víctor Ramírez. Fue editado por Editorial Benchomo en 1992.
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