martes, 28 de mayo de 2019

¿MÁS ERREJÓN?

¿MÁS ERREJÓN?
CÉSAR PÉREZ NAVARRO
Quiero equivocarme, pero tras años de paciente observación de todo aquello ubicado a la izquierda del PSOE imagino otro tropiezo contra la misma piedra. Las palabras de Iñigo Errejón en su discurso como "derrotado" en la Comunidad de Madrid parecieron toda una declaración de intenciones: "Ha nacido una izquierda diferente [...] espero que Podemos no eche balones fuera sobre sus resultados"... es decir, estamos aquí para quedarnos y ya andamos discutiendo si la marca de nuestro partido en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid debe trasladarse a escala nacional. A pesar de lamentar el resultado, Errejón ha querido subrayar en su discurso que "Manuela Carmena ha ganado las elecciones en Madrid". También que la irrupción de "Mas Madrid" en la Asamblea con 20 escaños ha servido para "ensanchar la izquierda" en una vocación trasversal que empieza a irse de las manos. Porque de tanto "ensanchar" la izquierda, uno diría que llega un punto en el que lo que se está ensanchando es la derecha, si nos atenemos al programa o al estudio detenido de las medidas concretas aplicadas en la pasada legislatura.


Más Madrid logra en la Comunidad 20 escaños y 470.822 votos (14,72%) y se queda como cuarta fuerza en la Asamblea por detrás del PSOE, pero, al igual que en el caso de Pedro Sánchez, debiera tener muy presente que gran parte del voto fugado desde Unidas Podemos o de sus versiones en diversos territorios, no se debe a méritos propios, sino más bien a cuestiones estratégicas relacionadas con el sistema electoral y al objetivo de evitar a toda costa la victoria del nefasto bloque PP-Cs-Vox. Es un voto del miedo, no tanto de la ilusión.


"Espero que Podemos no eche balones fuera por sus resultados", ha dicho Errejón, invitando a Pablo Iglesias a una autocrítica que -no nos engañemos- exonere a Manuela Carmena y a él mismo en la responsabilidad de la división del voto en Madrid. Fue precisamente la propia Carmena la que expulsó a Podemos, a Izquierda Unida, a Ganemos Madrid y al resto de actores de Ahora Madrid de la antes exitosa confluencia, quedándose esta con su liderazgo, con el apoyo mediático y con la fuerza del merchandising que tan bien funciona en las capas más modernas del PSOE. Fue Carmena quien sacrificó a su sobresaliente concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato, ante el altar ensangrentado de Cristobal Montoro. Fue Íñigo Errejón el que dio por finiquitada su etapa en Podemos tras perder con claridad en Vistalegre II y poco antes de las citas electorales.

"Hemos demostrado que la pluralidad, que ensanchar, que abrirse suma más. Hemos estado a punto conseguir una victoria progresista y vamos a seguir trabajando para mejorar", dijo también Errejón. "Estamos orgullosos de la irrupción en una situación en las que las fuerzas de izquierdas retroceden. Tenemos una forma de hacer política diferente" continuó... Como decía, espero equivocarme, pero estas palabras parecen vaticinar la fundación de su partido a escala nacional, aunque suponemos que con otro nombre, porque "Más España" sonaria tan transversal que incluso ganaría votos desde algún despistado de Cs y VOX. Tal ocurrencia -peligrosa como pocas- podría ahondar en una fragmentación que condenase cualquier esperanza de acabar con las políticas neoliberales en sus dos versiones, la socialdecrócrata o enésima refundación de una tercera vía, donde la reforma laboral y la ley mordaza no se derogan, sino que se reforman, y la conservadora con tintes neofascistas.

Si Errejón opta por seguir con su aventura en solitario creará una marca entre PSOE y Unidas Podemos, que fragmentará aún más el voto ante PP-Cs-Vox al margen de su éxito personal o si consigue o no sobrepasar a Unidas Podemos. Tal opción encontrará el cobijo y el cariño de los medios corporativos, encantados ante el sombrío panorama para la justicia social en nuestro país, pero también de otros más cercanos ahora a Unidas Podemos, como eldiario.es. Podemos ocupará el espacio que llenó Izquierda Unida hasta que se impuso la cordura, como la "vieja política", y entonces, solo entonces, el tándem Errejón-Carmena invitará graciosamente a la izquierda "radical" a incorporarse a su plataforma o desaparecer.

Ante la cuestión de un periodista en la rueda de prensa en la que Más Madrid valoró sus resultados -"tiene pensado hablar con Pablo Iglesias estos días"- Errejón quiso responder enseguida: "con respecto a la segunda pregunta, no" [...] "Lo dijimos muchas veces, en política dos más dos no son cuatro, y creo que esta vez lo hemos vuelto a demostrar".

Lo dicho, esperemos que se imponga una estrategia donde quepan todas unidas antes que los egos y los proyectos parciales, donde nadie quede fuera. La historia nos cuenta que los proyectos duros y cohesionados son aquellos que se cocinan a fuego lento, con todos los ingredientes.


Espero equivocarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario