jueves, 10 de agosto de 2017

[TRIBULACIONES EN VERSO] AQUELLOS

[TRIBULACIONES EN VERSO]
 AQUELLOS
LUIS DIAZ 
Fueron tiempos de calcos.
Tiempos de afirmaciones,
de caminos que cumplían.

Fueron.

Ahora, la cabeza viste un traje provisional
de canas con objetivos.
Los sueños ya son la media sonrisa de la experiencia.
Los sueños están hipotecados con el reloj.

Fueron.

Te los cruzas por la calle.
Les abrazas.
Les ves en el autobús y el alma de un vuelco.
Sabíamos las mismas canciones.
Controlábamos de libros de un siglo.
Admirábamos las guayaberas sucias
de Sierra Maestra,
lo hacíamos bien. Sufrimos.
O eso creíamos.

Fueron.

Las plazas, los portales.
La Casa de Campo.
Marinaleda.
Córdoba.
Málaga.

Fueron.

Hoy, la responsabilidad nos aclama.
Somos gente responsable.
Amamos el trabajo bien hecho.
Las camisetas con proclamas,
Lo siento, pero ya me quedan estrechas.

No aplaudo a los mismos.
No sigo a los mismos.
Las dudas, los síntomas de incongruencia,
se han mudado a mis acciones cotidianas.

Fueron.

Si, les veo. Algunos de nosotros
creemos que no nos acordamos de nuestras caras.
Con otros, me abrazo, río,
nos tomamos una buena cerveza
(atrás quedó la Bucanero)
y cuando hay que llorar,
siempre desemboca en mis labios
la afirmación de "éramos ingenuos,
pero felices en nuestra ingenuidad".

Fueron.
Yo mismo estuve allí.
Allá fue la Joven Guardia.
Aún así, no estuve para ver a donde iba.

Luis Díaz-Llera

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