SÍNDROME DE JONÁS Y
RECIPROCIDADES
LUIS
PINO
Entre
la colección de libros de la Biblia está el de Jonás, en el que se narra, entre
otras anécdotas de sometimiento y terror político con barniz de deidad, cómo
este personaje fue arrojado al mar por sus compañeros de embarcación, quienes
ante el temor de ser devorados por la tormenta y la furia de sus dioses,
decidieron tal crimen, que luego se justifica y matiza con el cuento de que la
ballena se lo tragó sin masticarlo y éste permaneció tres días con sus noches
invocando a su Dios que lo perdonó bajo la condición de que siguiera sus
preceptos y órdenes, es decir, un dios, a todas luces, criminal que le torció
el brazo y le impuso su criterio.
Esta
reedición contemporánea del mitema de Jonás, que en términos psicoanalíticos se
expresa en el Síndrome de Jonás, la encontramos en la acción ejecutiva o
Executive Order que firmó el endorracista genocida Barack Hussein Obama contra
Venezuela y que extendió el actual mandatario estadounidense, el imperial pornopuritano
retroconservador, Donald Trump, con actos de terrorismo económico contra la
Patria de Bolívar y Chávez, mal llamada “sanciones”, cuando lo crudamente real
y concreto es que el gobierno estadounidense actúa como un “Estado forajido”,
atenido al uso del terror y de la fuerza, sin respetar ninguna convención,
acuerdo, norma internacional o principio vital, porque el gobierno
estadounidense es un imperio y como tal, actúa: con el terror y el genocidio.
Este
Imperio siente que no hay norma que lo regule y para ello se ha encargado de
controlar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como espacio para que
los más débiles drenen sus frustraciones y peguen berrinches, mientras sus
funcionarios y gobiernos que en él se nuclean, en ese lenguaje hipócrita de la
diplomacia capitalista, de palabras, condenarán cualquier agresión, magnicidio
contra la República Bolivariana de Venezuela y harán sólo control de daños,
toda vez que suceda la agresión que el gobierno terrorista que preside el
pornopuritano retroconservador haya dispuesto sobre esta nación latinoamericana
y caribeña.
Estos
actos terroristas en materia económica contra Venezuela no son aislados, sino
que siguen un libreto, toda vez que bajo el liderazgo del chavista Nicolás
Maduro, la mayoría del Pueblo, derrotó al terrorismo de la derecha venezolana
súbdita imperial, cuando contra todo terrorismo físico y el boicot económico
interno, salió a votar, optando por una Asamblea Nacional Constituyente (ANC),
de la que esperamos fortalecer las instituciones, enfrentar al terrorismo en
todas sus manifestaciones y sentar las bases de una nueva economía productiva,
a partir de las concepciones y visiones de mundo, del socialismo bolivariano y
chavista del siglo XXI.
Ahora,
el terrorismo imperial, con sus medidas de boicot, confiscación de hecho de
propiedades, bienes y riqueza de los venezolanos, pretende imponer el miedo y
obligar a la traición a un sector del Pueblo, que vea que si lanzan al mar de
la muerte y la traición al Presidente Nicolás Maduro, todos los problemas,
sobre todo, el económico, desaparecerán, como por arte de magia y vendrá la
bonanza como la que vimos de la mano del Comandante Hugo Chávez. En esta
criminal conseja, están participando impunemente, los medios de comunicación
privados, los partidos de la derecha venezolana (Véase el comunicado de la MUD
que avala el terrorismo del pornopuritano retroconservador), las colonias
estadounidenses vecinas, como la exrepública de Colombia y su narcovirrey Juan
Manuel Santos, el perrito PPK en el Perú, el presidente de facto del Brasil,
Michel Temer, el camaleónico presidente Tabaré Vásquez del Uruguay, por decir,
lo menos, entre otros lacayos imperiales.
Ahora
bien, frente a la canallada imperial y de sus súbditos rastacueriles, ha
emergido, de inmediato, una solidaridad internacional, con una mayoría
aplastante desde todo punto de vista y a lo interno del suelo venezolano, se ha
concentrado un Pueblo patriota dispuesto a luchar y vencer, porque no estamos
dispuestos a morir.
Pero,
este ímpetu y fuerza del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar no tendrán
fuerza material, si nos engatillamos sólo en consignas, marchas y foros,
mientras el terrorismo económico nos destroza a lo interno de la República y a
lo externo ellos logran sus fines.
A
lo interno de la Patria, la soberana Asamblea Nacional Constituyente, ha de
saber que el terrorismo económico de la hiperinflación desatada con el dólar
paralelo, el desabastecimiento programado, el bachaqueo, la especulación
abierta y anarquía de precios, no pueden
ser conjurados con decretos tardíos, ni poniéndonos en manos de la fracasada
SUNDDE y sus shows televisivos. Se trata de una ofensiva real y avasallante que
le de todo el Poder al Soberano, al Pueblo y que mediante la conformación de
los CLAP, UBCH, CLP, colectivos y los equipos políticos de la revolución, en
Fiscales Ad-Hoc y Contralores Municipales contra el Terrorismo Económico en
Todas Sus Formas y en Amparo de la Economía Familiar, para que inicien una
ofensiva de tierra arrasada en todos los comercios, servicios y particulares
comprometidos en este terrorismo económico lucrativo, mientras que desde la ANC
y con especialistas que sean socialistas y que sepan diferenciar entre las
relaciones sociales de producción y sus modos capitalistas frente al
socialismo, diseñen leyes especiales y blinden la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV: 1999), de cara a una sólida economía productiva
y socialista.
Por
otra parte, desde nuestro gobierno debemos activar en lo inmediato posible, alianzas
concretas y mecanismos que vayan más allá de esta medidas terroristas
contingentes del endorracista y pornopuritano, porque desde el Imperio y sus
aliados, seguramente, van a agudizar las agresiones.
En
tal sentido, hemos de partir del principio de reciprocidad, con acciones
concretas, a tiempo y que nos lleven a un proceso de acumulación de fuerza, que
pueden ser muchas y más efectivas, pero que, apenas me atrevo a sugerir
algunas:
1.
Paralizar el abastecimiento de petróleo y de sus derivados hacia los Estados
Unidos de Norteamérica (EEUU), al mismo tiempo que se fortalece PetroCaribe y
se diversifica;
2.
Proponer en reunión urgente de los países miembros de la OPEP y no OPEP, la
exigencia al gobierno estadounidense de detener el boicot contra la empresa
estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA), de lo contrario se
corta todo tipo de suministro hacia EEUU y se aplican iguales boicots a las
empresas estadounidenses que explotan petróleo y sus derivados por el mundo;
3.
Eliminar todo tipo de transacción económica en dólares, privilegiando las
monedas de los países que transen y apoyen a Venezuela;
4.
Activar y fortalecer a nivel nacional e internacional el DIPCOIN;
5.
Presionar por el descongelamiento de la Unión de las Naciones del Sur (UNASUR),
sin evitar y sin postergar la confrontación, además de promover la apertura del Banco del Sur;
6.
Convocar a reunión urgente del Movimiento de los No Alineados (MNOAL), que
cambie el formato de solidaridades en discursos y vaya a un ultimatum en bloque
contra el Imperio estadounidense;
7.
Invitar a los gobiernos de China, Rusia, Corea del Norte y todos los gobiernos
aliados antiimperialista, para Ejercicios y Maniobras Militares por un lapso
indefinido, en espacio aéreo, marítimo y territorial venezolano.
Hagamos
lo inusitado y derrotemos el terrorismo del imperio estadounidense en todas sus
formas. Estamos obligados, históricamente, a vencer.
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