MANIFIESTO EN DEFENSA
DEL ÁRBOL URBANO.
(A
PROPÓSITO DE LAS OBRAS EN LA CALLE MÉNDEZ NÚÑEZ)
El árbol no es opcional en el diseño urbano: es sombra,
frescor, naturaleza, verdor, pausa, belleza, raíces, colores, recuerdos,
oxígeno, vida... Santa Cruz, como cualquier otra urbe, sería inimaginable sin sus
árboles. Los laureles de Indias, los tuliperos de Gabón, las palmeras canarias,
los flamboyanes, son nuestro patrimonio natural urbano, delicia para ciudadanos
y foráneos.
Árboles, algunos ya centenarios, que reconocemos en fotografías antiguas, aún
retoños, plantados a la vez que se construían las aceras, las ramblas y los
parques,… compañeros inseparables de nuestra querida ciudad, sin los que su
lectura no puede ser la misma.
Ninguna ciudad puede permitir un
urbanismo que renuncie a este emblema de
la naturaleza, que convive con nosotros
regalándonos colores, sombras y confort. Los árboles son el aliado inexcusable para el
ornato de las ciudades, para la lucha contra el cambio climático- oxígeno
frente a carbono, generación de
microclimas- vegetación para fijación de partículas y limpieza del aire. Hay
que agradecer lo mucho que nos regala la naturaleza a cambio de tan poco:
espacio y agua.
¿Sabrán nuestros políticos locales la
importancia de los árboles en nuestra ciudad y lo que representan? A veces
pensamos que no. El proyecto de las obras de remodelación de Méndez Núñez ha
eliminado árboles en un lado de la
calle. Y en el otro lado se pretenden plantar bahuinias, árboles que apenas dan sombra como puede comprobarse en
la calle La Luna. No sabemos cómo se ideó este proyecto, no nos interesa y no
vale la pena detenerse en los laberintos burocráticos, sólo pedimos que se
reconsidere y recuperar un corredor urbano, bello, acogedor y que contribuya a
mejorar una calle demasiado densa en el
tráfico de vehículos, que dé sombra a las personas que transiten por ella y que
la importante inversión que se está realizando sirva para dignificar la calle y
no para denostarla.
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