“El diálogo de arte y poesía mantiene vigente el proyecto de modernidad”
El
poeta, crítico y gestor cultural Samir Delgado (Maspalomas, 1978), afincado en
México, asistirá como invitado al Festival Internacional de Poesía
Latinoamericana en Texas (Estados Unidos) el próximo octubre. Su campo de
investigación se centra en la relación entre poesía y arte, que vincula con las
vanguardias para preservar “el aura del paisaje insular”.
NORA NAVARRO/LA PROVINCIA
¿Qué
cuestiones abordará en el Festival Internacional de Poesía Latinoamericana en
Texas?
En
este encuentro hablaré sobre el imaginario sobre el imaginario atlántico y
sobre la configuración de las identidades latinoamericanas desde la experiencia
canaria, porque Canarias fue la primera sociedad mestiza de todo el nuevo
mundo.
¿Cómo
conecta esta propuesta con Cosmovisión Atlántica, su título más reciente?
Cosmovisión
Atlántica es la tentativa de esclarecer la existencia de una isla en el
imaginario atlántico de los artistas insulares que, en el siglo XX, proyectaron
desde diversas experiencias artísticas, como el indigenismo, el surrealismo o
el arte de las últimas tendencias a través de la transición democrática.
El
diálogo entre poesía y arte centra el grueso de su obra durante los últimos
años, que recoge en títulos como Galaxia Westerdahl o Las geografías
circundantes. ¿Cómo se relacionan ambas
expresiones artísticas?
La
relación de lo poético con el arte habilita lo que suele denominar el poeta y
catedrático Andrés Sánchez Robayna como un “tercer lenguaje”, donde se fusionan
lo poético con lo simbólico plástico. Y esa relación combinada de arte y literatura
establece nuevas formas de experiencia ante la pérdida de autenticidad en la
vida humana. Por eso, en los últimos años he querido desarrollar la escritura
poética en torno al cuadro bajo la tentativa de explorar las posibilidades de
una realidad distinta. Esto se debe a que, en Canarias, en los últimos 50 años
se ha perdido el horizonte de lo utópico, debido a los excesos de la publicidad
en el paisaje. En este sentido, la literatura y el arte son la última
oportunidad que tenemos de mantener el aura del paisaje insular, que conecta
directamente con las aspiraciones cosmopolitas en la vanguardia.
¿Cómo
se trenza ese espacio o “tercer lenguaje” donde convergen arte y literatura
para cristalizar el imaginario insular?
El
arte y la literatura caminan juntas de la mano en el sentido de que su universo
común es la imaginación humana. Por eso, el proyecto escritural de lo poético
sobre pintura es una reivindicación cultural de los espacios imaginarios, que
están siendo destruidos por los excesos de la publicidad de los medios de
comunicación de masas. La imagen de una playa, de un horizonte o del mundo
interior de un artista, que va desde las pintaderas guanches hasta las
tendencias más primigenias en obras como las de César Manrique o Manolo
Millares, son latidos de lo humano que están siendo vulnerados por la presencia
asfixiante de un aparato de comunicación masivo, que hace que la subjetividad y
la creación se estén alejando de esos parámetros de cosmovisión utópica que
estaban en la vanguardia. Entonces, ¿la imaginación nos acerca más a la
realidad? Los cuadros tienen más realidad que la realidad. Y lo digo en el
sentido de que son reliquias socio históricas, porque los cuadros son ventanas
al tiempo. El diálogo de arte y poesía es un vehículo que posibilita mantener
la vigencia del proyecto de modernidad y, en este sentido, hay diferentes
disciplinas en el arte contemporáneo que siguen buscando ese lado utópico
emancipatorio que otorga el arte. Lo ilustra Manuel Padorno, autor
representativo de la identidad atlántica, que buscaba siempre “el otro lado” y
aspiraba, desde la escritura poética y su creación plástica, a configurar una
identidad atlántica que tuviese alcance de universalidad, que es el verdadero
vehículo hacia la modernidad.
Usted
sostiene que Canarias ha dado la espalda a las vanguardias artísticas que
despegaron en los años 30 del siglo XX. ¿Cuáles han sido las consecuencias?
Exactamente.
Los problemas que existen hoy en día en el ámbito cultural canario son, a
grandes rasgos, la competitividad, el consumismo y la falta de dignidad entre
las islas para volver a retomar las aspiraciones de grupos como el manifiesto
del grupo El Paso en 1975, que integraron artistas canarios como Martín Chirino
o Manolo Millares, entre otros, y que reivindicaban la identidad canaria y
también que el arte llegara a toda la sociedad, porque en aquel contexto se
procuraba democratizar la cultura después del franquismo. El arte canario, a
través de obras mayores como la de César Manrique o Manuel Millares, o escuelas
como la indigenista o la surrealista, eran el pasaporte de lo canario hacia lo
universal. Esto garantizaba que los creadores plásticos, escultóricos o
poéticos tuvieran en la cantera de ese imaginario el verdadero vehículo hacia
la modernidad. Entonces, hoy en día estamos a la espera de esa segunda
transición hacia la cultura en Canarias. En este sentido, yo reivindico el
apoyo a los artistas y creadores en la vida cultural de las Islas y que los
presupuestos públicos garanticen la viabilidad de los museos, porque son el
referente patrimonial ante crisis coyunturales en el futuro.
En
esta línea, ¿percibe mayor apoyo a la creación en México?
Aquí
en México acaban de salir los fondos presupuestarios para los Fondos Nacionales
de Apoyo a la Creación (FONCA), que otorgan posibilidades de creación anuales a
todas las disciplinas literarias y artísticas de las que se benefician los
jóvenes para desarrollar el patrimonio artístico del pa- ís. Esto en Canarias
no existe, porque en Canarias vivimos del turismo y vivimos de cara al
exterior, pero la imagen de lo propio depende especialmente de la creación
artística y literaria, porque es la forma de que prevalezca el diálogo.
¿Por
qué se desplazó a México y cuál es hoy su discurso ante las necesidades que
identifica en Canarias en el plano cultural?
Me
vine a México ante la carencia de un movimiento social que garantice un cambio
político real en Canarias. Pensé que en el mundo de la literatura tendría una
mayor efectividad de participación, y, por eso, organizamos el Festival
Internacional de Literatura 3 Orillas. Yo me adscribo, a través de la escritura
poética sobre la pintura, a esa tendencia comprometida con el ideal
cosmopolita, que no abandona las raíces ancestrales que ubican a Canarias en el
mapa de la creatividad internacional. De ahí la importancia de las vanguardias,
que se configuraron como expresiones plásticas y poéticas que daban a Canarias
un alcance de reconocimiento internacional. Y por eso, defiendo a ultranza la
idea de Canarias como un espacio tricontinental.
La
Provincia, 28/08/2017
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