A LOS PROPIETARIOS, ESA NUEVA
CLASE PRIVILEGIADA.
Eloy
Cuadra
Lo primero, sean conscientes de lo
privilegiados que son si tienen una vivienda en propiedad, no digo ya si tienen
más de una, pues es la vivienda y su propiedad lo que marca hoy la diferencia
entre poder tener las riendas de tu futuro y de tu vida y no tenerlas
absolutamente, cuando en España vemos que trabajo no falta, lo que faltan son
viviendas o en su defecto sueldos altos que hagan posible acceder a las
mismas, y lo que tenemos en abundancia son trabajadores precarios, trabajadores
pobres y trabajadores que tienen que vivir en caravanas, en tiendas de campaña,
en casas ruinosas, en casas ocupadas o en pisos compartidos. Y lo que tenemos
también son unas cuantas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes que no han
podido formar una familia por no tener una vivienda segura donde desarrollarla,
no hablemos ya de la imposibilidad de tomarse unas vacaciones decentes, de
dedicar algo de dinero a la cultura o de alimentarse bien cuando de tu sueldo
tienes que dedicar el 60% o el 70% a pagar la vivienda. Incluso en el peor de
los casos, que fuera usted un propietario hipotecado de una sola vivienda,
podría en último término negociar con el banco una letra mensual cómoda a más
años que le permita vivir con mayor holgura. Pues bien, todos estos privilegios
no los tienen la mayor parte de la población, especialmente la más jóven, para
los que el acceso a la vivienda en propiedad es imposible aunque
trabajen, a razón de los precios altos, de los sueldos bajos y de la
inaccesibilidad de las hipotecas.
Lo segundo, olvídense de la falacia de
la meritocracia. Porque es muy habitual en los propietarios de vivienda y en
cualquier otra clase de privilegiados o gente rica decir que lo son porque se
lo han currado, porque han trabajado mucho, porque son muy esforzados o muy
listos, y los otros, los pobres y demás clase precaria, lo son porque son unos
vagos, porque no trabajaron lo suficiente y no se lo curraron, y así una larga
lista de prejuicios y desprecios. Está bien, no digo que no, puedo
reconocer que muchos de los propietarios de vivienda se lo han trabajado y se
lo han ganado, a diferencia de otros que solo heredaron y se beneficiaron del
trabajo y la riqueza de sus padres y demás familia, pero no es menos cierto que
hoy hay infinidad de personas jóvenes y no tan jóvenes muy formadas, muy
preparadas, que trabajan muy duro y se esfuerza mucho, que no tienen
posibilidad alguna de acceder a una vivienda en propiedad y no van a salir
nunca de la clase baja mayoritaria de este país. Y esto es así por muchas
vueltas que le den, el problema de la falacia de la meritocracia es que interesa
mucho a toda la clase privilegiada y a los partidos que trabajan y defienden
los privilegios de esa clase privilegiada, de ahí que estemos constantemente
oyéndola en discursos políticos, en redes, en medios de comunicación y en todos
lados, con el reverso aporofóbico de la misma, que no es otro que criminalizar
al pobre y a las personas que ocupan viviendas.
Entendido lo que llevo dicho hasta
ahora, a continuación viene la parte en la que los propietarios de vivienda
deben elegir qué discurso tomar y qué análisis hacer. Así las cosas, si el
propietario que me lee decide identificarse como propietario con todos los
propietarios ricos que hay en este país y asume el discurso de la aporofobia y
de la meritocracia, y criminaliza una y otra vez a los ocupas, y pone a los
ocupas como el principal problema de la vivienda en España, y no se le ocurre
ni por un momento pensar que los ocupas son gente la mayoría trabajadora con
poca suerte o poca herencia que solo tratan de seguir viviendo, y que solo son
un síntoma de un problema, no el problema, entonces el propietario, ese
propietario que probablemente sea en muchos casos un currante más con una casa
únicamente, se está confundiendo y está adoptando un discurso de ricos, y está
favoreciendo que la ley de los ricos y el mundo cada día más desigual y más
partido que fomentan los ricos, con mucha gente pobre, esclava, sometida y
fastidiada, sea lo que venga en el futuro. Y en este punto a ese
propietario confundido yo le diría: "Está bien, estás en tu derecho de
ponerte de parte de los ricos, pero, ¿tanto dinero calculas ganar?, ¿tienes
garantías de poder mantener tu estatus actual medianamente privilegiado en un
futuro?, ¿estás seguro?, ¿lo tienen asegurado tus hijos? Si no es así creo que
estás jugando en el bando equivocado, y en cuanto te cambie un poco la suerte o
te bajen los ingresos te verás arrojado al lado de los pobres contra los que tú
mismo trabajaste."
Por eso, por todo lo dicho, queridos y
queridas propietarios y propietarias que me leen, les propongo que hagan un
nuevo análisis. Siéntanse unos privilegiados por tener una vivienda en
propiedad, o dos, o tres o las que sean, y visualicen a los ocupas como gente
mayoritariamente buena que solo trata de sobrevivir, no los criminalicen
(aunque algunos sí sean verdaderos jetas y delincuentes), eso sí, pongan una
alarma en su casa con aviso a la policía en caso de ocupación, así se quitan de
la remota posibilidad de que le ocupen su casa habitada o segunda residencia.
Creo que si se ven como privilegiados que son no les supondrá tanto gasto una
alarma, es el precio mínimo que se paga por vivir en una sociedad tan desigual.
Les pongo un ejemplo, en Holanda por ejemplo, no existe el fenómeno de la
ocupación de vivienda, porque Holanda castiga legalmente de varias maneras la
tenencia de viviendas vacías. Y en cuanto al discurso político hacia afuera,
insisto, no pongan el foco en los ocupas, apunten a la clase política española
privilegiada e inoperante como pocas, que no resuelve, que no reparte, que no
iguala, que no promueve vivienda, que no facilita que otras personas puedan
tener también una vivienda sino en propiedad al menos a un precio asequible que
les permita vivir. Créanme, si hacen esto, si adoptan esta posición y este
discurso, al margen de que tengan más o menos casas y de que sean más o
menos ricos, estarán trabajando por un futuro mejor para la mayoría, para que
haya más justicia social y por extensión más felicidad, más prosperidad, más
alegría, más familias que se crean, más niños que nacen y, en definitiva,
más futuro para esta tierra.
Cierto, es posible que después de este
alegato no consiga convencerlos para cambiar, por los motivos que sean, y sigan
ustedes posicionados en el discurso elitista y excluyente de los ricos. Si es
así solo puedo desearles suerte, y que tengan mucho dinero para pagar más
formas de protección en el futuro, tal vez un arma de fuego, como en los EEUU a
los que tanto quieren algunos parecerse, porque como decía mi querido
amigo Lolo Dorta en un cartel que hizo célebre en una antigua campaña:
"Cuando la corrupción es norma, la rebelión es ley", porque vendrán
más rebeldes, algunos pacíficos como yo, pero otros quizá no tanto.
Eloy Cuadra
No hay comentarios:
Publicar un comentario