¡UN RESPETO A UNIDAS PODEMOS!
JUAN TORTOSA
La ministra de Derechos
Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra,
Seguro que ustedes en su momento les pasó como a mí: puede que al principio nos rechinara, pero con el tiempo nos fuimos acostumbrando a la mala educación que buena parte de la prensa esgrimía cuando entrevistaban a cualquier miembro de Unidas Podemos y, aunque nos indignábamos, llegó a ser tan repetitivo que acabó pareciendo algo normal. Dicho de otra manera, buena parte de la ciudadanía acabó/acabamos asumiendo que tratar mal a un político de Unidas Podemos formaba parte de las reglas del juego.
El tono con el que
Ana Rosa, Griso, Motos, o la meteoróloga Mónica López entre otros muchos y
muchas, se dirigían a Pablo Iglesias y continúan dirigiéndose ahora a otros
miembros de Unidas Podemos cuando les entrevistan no tiene nada que ver con el
que usan con los representantes de cualquier otra formación política. Ni el
tono, ni tampoco las apostillas, ni por supuesto las preguntas.
- Dígame, ¿qué pasó
con la tarjeta?
- ¡Qué tiene usted
que decir ante las acusaciones de Calvente?
- Cuénteme, ¿qué
pasa con "Neurona"?
- ¿Y con la
"caja de solidaridad"?
- A ver, señora
Rosell, ¿qué tiene que decir de la querella por cohecho y prevaricación que le
ha interpuesto el ex ministro Soria?
No eran
entrevistas, eran interrogatorios. Y lo siguen siendo. Por decenas se cuentan
ya las causas archivadas contra miembros de Unidas Podemos después de haberles
hecho pasar durante años por un verdadero calvario judicial con modos
inquisitoriales, algo que hubiera sido imposible sin la rendida complicidad de
los innumerables palmeros con que las derechas cuentan en el mundo del
periodismo.
Las acusaciones de
un abogado sinvergüenza, o los dossieres falsos fabricados en las cloacas,
denuncias y más denuncias pilladas todas por los pelos, se usaban y se usan
para someter a interrogatorios de tercer grado a cualquier miembro de Unidas
Podemos que aparezca por una emisora o un plató. La misma emisora y el mismo
plató donde el presentador o presentadora que apostilla un "Ya, ya"
perdonavidas ante cualquier contestación "podemita" que no le gusta,
al día siguiente permite a un miembro de Vox soltar la mayor de las
barbaridades sin cortarlo en seco inmediatamente y decirle, oiga usted eso que
está diciendo es mentira. U oiga usted, eso que está diciendo es
anticonstitucional. Y refutárselo con datos. La libertad de expresión no puede
derivar en rendida genuflexión ni en barra libre para el insulto y la infamia,
eso se tiene que acabar.
Tras escuchar el
miércoles a Jorge Vestrynge en Hora 25 se me pusieron los pelos de punta:
"Lo han intentado todo para llevárselo (a Pablo Iglesias) por
delante" –dijo. Y continuó: "No lo han matado físicamente porque
hubiera sido demasiado gordo, pero políticamente, me lo contaban amigos míos
que venían de los servicios de Inteligencia: 'Jorge, dile a Pablo que lo van a
matar"'. Miedo me da imaginarme en qué andarán ahora con los demás
miembros de Unidas Podemos que aún "siguen vivos" en la política.
En su edición del
miércoles día 15, el New York Times se refiere a Podemos como "un partido
comprometido con la protección de los hogares más vulnerables" y recuerda
que el PSOE lidera en España un Gobierno de coalición de izquierdas gracias al
apoyo de la formación morada". El más reciente sondeo del CIS sitúa a la
vicepresidenta Díaz como la líder política mejor valorada… ¡Un respeto a Unidas
Podemos!
El tono camorrista
de quienes todavía mandan en el PP, esos a los que Esperanza Aguirre llama
niñatos, no se puede mantener indefinidamente. Oigo a Casado soltarle una
grosería tras otras al presidente del Gobierno, y a Teodoro García Egea hacer
el ridículo cada miércoles frente a Yolanda Díaz como antes lo hacía frente a
Iglesias y me pregunto cuándo decidirán bajar del monte y empezar a hacer una
oposición civilizada ¿O no saben? De Abascal y su desaforada bancada con
veleidades golpistas, mejor ni hablamos.
Luego, cuando
acuden a los medios a ser entrevistados, los políticos de Vox y del PP son
tratados con el guante de seda que le niegan a Yolanda Díaz, Ione Belarra,
Irene Montero o Nacho Álvarez, que siempre tienen cosas interesantes que decir.
No como Montesinos, García Egea, Cuca Gamarra o Macarena Olona.
Cuesta mucho
escuchar a algún político de las derechas pronunciar una frase que no suene a
"argumentario" preparado con antelación. Ni ideas propias, ni chispa
ni espíritu constructivo. Les falta la solvencia intelectual que en Podemos
sobra. Y eso debe doler. No hay peor maldad que la del adversario que se siente
inferior. Por eso los quieren "matar". Por eso necesitan a los
mercenarios en los medios de comunicación haciéndoles el trabajo sucio.
J.T.
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