LESMESITIS
"La
palabra más adecuada para expresar la patología que provoca el escroto aguado y
tenerlos muy gordos es Lesmes. No hay nadie más desahogado en política española
que Carlos Lesmes para definir a alguien que tiene los huevos gordos".
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes | EFE
ANTONIO MAESTRE
La inflamación escrotal recibe el nombre de orquitis. La etimología es lógica y la palabra deriva de la griega orkhis, que es testículo, pero hay que evolucionar el lenguaje y adaptarlo más a nuestro tiempo. La palabra más adecuada para expresar la patología que provoca el escroto aguado y tenerlos muy gordos es Lesmes. No hay nadie más desahogado en la política española que Carlos Lesmes para definir a alguien que tiene los huevos gordos, sustituyamos la orquitis por la lesmesitis como término que representa a aquel que da lecciones sobre un tema del que es el máximo exponente.
Carlos Lesmes es un
señor del PP que está donde está por ser del PP y por seguir la doctrina del
PP. También es juez y presidente del Consejo General Poder Judicial, pero eso
es secundario y no podría haberlo conseguido sin ser completamente servil al
Partido Popular. Cuando se habla de la politización de la judicatura se pone el
foco únicamente en los partidos políticos, como si los jueces fueran infantes
que necesitan tutela y que no pueden mantener su independencia. Cuando un juez
como Lesmes es controlado por el PP lo hace porque quiere y porque dejarse
controlar le provoca unos beneficios sustanciosos. Hacer carrera en la
judicatura es posible porque jueces se dejan controlar y saben que siendo
serviles a los partidos con posibilidad de gobierno van a tener una carrera muy
enriquecedora.
La legitimidad de
Carlos Lesmes hace tiempo que desapareció para dar lecciones desde un púlpito.
El señor de la orquitis aguda se atrevió a censurar al gobierno por la decisión
soberana de otorgar los indultos y por la argumentación política que dio en el
debate público para defender una decisión legal del ejecutivo. Hay que estar
muy pagado de sí mismo para querer hacer política desde un órgano que está
incumpliendo la Constitución desde hace tres años. Es cierto que política es lo
único que ha hecho Lesmes en su vida, pero que sea decente por una vez en su
carrera y lo haga como Enrique López presentándose en unas listas con el logo
del PP que el presidente del CGPJ lleva oculto bajo la toga.
Lo único que
tendría que haber hecho Carlos Lesmes en el discurso de apertura del año judicial
era anunciar su dimisión y así provocar que se renovara el consejo que él
preside y que lleva más de tres años caducado e incumpliendo la Constitución.
Lesmes es el único que no precisa del acuerdo del PP y el PSOE para la
renovación del órgano que preside, si cree que es insostenible la situación le
basta con presentar una carta de renuncia. La desvergüenza del títere de los
conservadores en el CGPJ se atrevió a pedir la renovación sin personalizar en
el único partido que impide la renovación por que ya lo controla y practicando
la equidistancia amoral que en España es tan bien recibida.
Hay dos
responsables antisistema en las instituciones de este país. Uno es Pablo Casado
en la oposición y otro Carlos Lesmes en la presidencia del CJPG. Individuos sin
escrúpulos que prefieren pisotear la Constitución y destruir la credibilidad de
las instituciones por interés personal. En el caso de Casado se debe a la
ambición por lograr el poder arrastrando a España al descrédito y sin
importarle arrasar con la convivencia con tal de lograr su objetivo, el de
Lesmes es más mundano, en su puestín otorgado por los conservadores gana
142.000 € y mantiene chófer. Llevar tres años de más en un puesto caducado son
426.000 €, tres años en los que lleva dando lecciones de moral a los
representantes del pueblo elegidos democráticamente. Es que hay que tenerlos
muy gordos.
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