¿POR QUÉ SALEN LOS NAZIS DE LA CLOACA?
"Los que bramaban
en Chueca eran unos nazis, que han existido siempre, pero el altavoz y la
oportunidad se la han brindado personajes como Abascal o Díaz Ayuso".
Antonio
Maestre
Grupos neonazis marchan
por Chueca al grito de "fuera, maricas, de nuestros barrios" | Pilar
Ruiz Costa
La posibilidad de acción se ha
abierto después de un lento goteo de mensajes, palabras y soflamas que han
puesto en cuestión los derechos de un colectivo vulnerable para después, cuando
se han producido las agresiones, negar que se les agrede por su condición
sexual. Un relato medido y dirigido que tiene como objetivo llevar a cabo sus
políticas públicas contra los y las homosexuales. Para ello es preciso iniciar
un proceso de deshumanización unido a la atribución de características
asociadas con el vicio y la promiscuidad hasta negarles la capacidad de amar.
Una construcción retórica que tiene como intención poner en la diana a todo un
colectivo.
"La homofobia solo está en
la cabeza de la izquierda", declaró Ayuso, dando paso a la validación de
los discursos de odio y negando que en España haya un problema de odio y orden
público contra las personas homosexuales. Ese paso de Ayuso, el de ampliación
de base de un discurso público que niega el conflicto y el problema que sufren
las personas LGTBIQ+ es importante porque imposibilita el consenso como paso
previo para las políticas de protección de colectivos vulnerables. Un camino ya
avanzado que ahora quieren retroceder. Si el problema no existe no es necesario
llevar a cabo políticas activas de protección, no es preciso entonces incluir
la educación afectiva sexual en las escuelas, ni las charlas de concienciación.
El deseo último de VOX se cumple, el pin parental se aplica por defecto. El
plan sigue su marcha.
La acción es el último peldaño de
la performatividad de la palabra cargada de odio. Durante los últimos años se
ha creado un enemigo colectivo de la idea de España que tiene la extrema
derecha y que se conforma con las personas migrantes, los menores no
acompañados, las feministas, los y las homosexuales y la izquierda. A partir de
la construcción simbólica de ese objetivo se crea una ambiente propicio para
que los más radicales, sean seguidores de VOX o colectivos aún más
radicalizados, intenten capitalizar el beneficio de ese humor público dirigiendo
su ira contra ellos. La estrategia consiste en darse visibilidad, cooptar el
odio y hacerlo propio para mostrar a la opinión pública su oferta política.
Promueven la violencia con su
discurso y se hacen las víctimas cuando se denuncia. Sí, lo hacen. De forma
directa, como Abascal pidiendo que alguien se levante a abofetear a Pere
Aragonés mientras hablaba en la radio con Losantos. Los que bramaban en Chueca
eran unos nazis, que han existido siempre, pero el altavoz y la oportunidad se
la han brindado personajes como Santiago Abascal o Isabel Díaz Ayuso.
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