viernes, 1 de enero de 2021

TEMBLAD

TEMBLAD

(J.M.A.)

Solo es necesaria una mirada al mapa y borrar antiguos presupuestos fakefranquistas.

Canarias es y está en África, frente por frente con Marruecos. Pretender españolidad es un brindis al sol que nadie se puede creer. Los de siempre, los que salieron corriendo de la españolísima provincia “Sahara Español”, también saldrán corriendo cuando aquí ya no les convenga.

Es ley de vida y la política exterior de Marruecos está más acertada que la española y cuenta con la aquiescencia de EE. UU. que será el que a la postre: decida el futuro de Canarias.

Triste destino de quien un día fue “afortunada”.

No me corresponde a mí, residente, opinar tan fuerte, pero el amor que tengo a esta Tierra me obliga a ello.

La nueva generación de canarios, roto su guion colonial de vida, tiene la misión histórica de desenmascarar su futuro y crear un nuevo guion que les permita un futuro con empleo digno e infraestructuras de nivel s. XXI y sostenibles. Con quien lograrlas es su dilema.

La verdad, la realidad, debe ya imponerse en este solar de cruces y parrandas y un ridículo carnaval propio de tiempos pasados.

Pero previo a todo movimiento, debe sanearse la administración; somos RUP para Europa, pero también somos RUP para España. Somos un archipiélago africano, RUP para todos excepto Marruecos, al que llamar Comunidad Autónoma es un grave insulto.

Marruecos del s. XXI tiene enormes argumentos para reivindicar una anexión canaria y un aliado impresionante en EE. UU. El futuro es suyo, se mire como se mire. Y lo peor es que creo que cuenta con la compresión interesada del Amo español.

Y a la juventud actual incumbe enfrentarse a esta realidad. Los grandes tesoros submarinos al sur de Canarias ya son marroquíes con la anexión del Sahara. Pronto veremos multinacionales gringo-alauitas comenzar la búsqueda de los tesoros de futuro. Canarias quedó fuera de supuestas aguas territoriales.

¿Hay algo ya acordado entre Marruecos y España desde la Marcha Verde respecto a Canarias?

Vivimos una sociedad mestiza, pero con relato, fakerrelato, de glorioso imperio castellano que destruye la bárbara lengua canaria y sus bárbaras costumbres, para crear una nueva Canarias. ¿Es esto cierto?

Volver a la pugna de menceyes es estéril, pero un relato justo es la base para enfocar un futuro realista. España, decadencia galopante anulada en lo universal, disminuida en lo europeo, y nula frente a Marroco-EE. UU., no es un buen abogado para Canarias de la que prescindirá a la menor ventaja ofrecida para su península o un amago de amenaza. Y vistas las barbas peladas de los saharauis, las nuestras debieran ya chorrear.

Jovencitos botelloneros y Erasmus; si queréis que ser canario siga siendo importante en las islas, deberéis tomar en vuestras manos el futuro.

Independencia, Estado Libre Asociado, Confederación, Autonomía, Colonia.

Este es vuestro teórico abanico, pero con Marroco en prevalente lugar. Ignorarlo será estúpido y la desaparición de la canariedad hipotecada de castellanidad españolista.

Canarias está en nuestro corazón, y pasarla a nuestra mente es la primera obligación. Consensuar y pasarla a la realidad, al concierto de los Pueblos, a la Historia, es una gran oportunidad que se ofrece a los patriotas canarios del s. XXI.

 

 

 

 

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