¿QUÉ SER?
AIZPURUA
TAR JOSU Mª
Los que inventaron
el término “españa” nos plantearon en el s. XXI un gran dilema: ¿Qué ser?; ¿españoles
y saltar con lo de “español, español, español”, o hacer uso de nuestra
capacidad intelectual y profundizar en los conocimientos que el siglo nos
confiere?
En vasco-euskera,
los abuelos nos decían; “por qué fueron somos y si somos serán” lo cual sigue
siendo válido como método de aproximación al “ser”. (Izan zirelako gara
eta bagara izango dira)
Hoy el concepto europeo nos salva de adoptar el lastre españolista, que la mentira histórica de los amos y señores han descrito como esencia de patria, que no es más que la justificación de sus actos, de sus guerras, de sus posesiones de su nacionalcatolicismo redentor. En base a ello y para obtener sus botines, practicaron el genocidio, la esclavitud, el robo y la tortura, y nos quieren hacer partícipes de ello como algo adherido al DNI: y no es así.
El nacimiento o la
adopción de territorio de vida, no lleva a asumir esa terrible historia de
dominio cruel que reyes, nobles, alto clero y financieros, practicaron durante
siglos para amasar sus fortunas. Nuestro siglo racional nos permite renunciar a
esa historia como algo ajeno al devenir del presente y el progreso. Nuestro
progreso personal, vecinal y de grupo, es más importante que el de “ellos”,
aunque lo encubran como “de Estado”, pues con su poder jamás obtuvimos ni obtendremos
progreso como lo demuestran los siglos en que nuestros ancestros sufrieron hasta
hoy de marginación, servidumbre y desprecio.
Vascos y canarios,
sufrimos la misma ocupación real castellana, que nos asimiló a esa “España”
encubridora de la castellanidad supremacista de su clase, etnocidio desde el
conocimiento actual, pero más trágico con lo canario por su condición de
insularidad. Y hoy nos vemos colonizados y absortos en nuestros ombligos
respectivos, con el mirar sin ver, con el objetivo desenfocado, sin reparar en
que 2021 es algo especial como inicio de un nuevo tiempo que nos coge fuera del
tiesto, y sin tiesto propio que regar.
Los nacionalistas
creen haber encontrado en la “independencia” el santo grial, la palabra
mágica que resolverá los problemas de esencia y existencia.
Y eso no es así amigos
y compatriotas y en mi querido Haití encontramos la prueba de la
“independencia” hecha contra el sentido del Amo. Estúdienlo y me comprenderán.
Canarias no fue
atendida por la Metrópoli en la entrada en UE con una fiscalidad especial
europea y este RUP no es suficiente para su desarrollo colonialmente mutilado,
que bajo la mentalidad españolista de Comunidad Autónoma supone la condena al
histórico subdesarrollo y al limosneo medianero. No existe un proyecto de
progreso canario propio fomentado entre españoles, europeos y marroquíes. Todos
lo frenan para obtener ellos su provecho.
Pero lo mismo le
ocurre a lo vasco, con británicos, franceses y españoles, en la misma tesitura
colonial de vecindad.
Nadie poderoso
quiere ya hoy en día valorar los derechos de las tribus, las naciones sin
Estado colonizadas, los Lobbies quieren mercados no derechos históricos ni
obstáculos a su voracidad económica. Es la nueva Ley s. XXI que los voceros de
la “independencia” no pueden eludir.
Galicia, Euzkadi
(vasco-nabarra), Cataluña, Canarias, y Andalucía, no son “Comunidad Autónoma”, el
café para todos que la España supremacista castellana de Franco tuvo la
ocurrencia de introducir en una Constitución para salir del atolladero en el
que el fascismo de 40 años les había introducido con su “Una y Grande”. Jamás
nadie fue en la Historia “comunidad autónoma”: fueron tribus y naciones
arrasadas, engañadas y explotadas, colonizadas para beneficio ajeno.
Hoy es preciso que
Madrid y Bruselas oigan, negocien, y asuman que las cosas deben cambiar, pero
son imprescindibles interlocutores honestos con sus Pueblos los que negocien en
sus nombres. Los traidores medianeros, no deben seguir hundiendo nuestras
naciones, pues si no: seguiremos siendo nada.
(Aupa Athletic!)
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