POR: EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO
Desde
los bordes, puedo decir, que las traiciones a las que nos han expuesto los
diversos gobiernos que soportamos como así también, sus corruptos dirigentes y
funcionarios, me motivan a provocar un nuevo ‘juego’, acorde a nuevas reglas y
normas de comportamiento, sin evasiones ni ceremonias funestas.
Desde
mi agnosticismo no puedo dejar de aplaudir al Papa Francisco, ¡cómo no
hacerlo!, de qué manera les jode a las oligarquías locales, a las burguesías
pudibundas, como les “pica” que la denuncia contra el capitalismo salvaje la
haga esta vez el jefe de la iglesia, como no emocionarme que uno de los más
trascendentes personajes del planeta, representante de miles de millones camine
junto a los movimientos sociales, denuncie las ‘timbas financieras’ y esté del
lado de los humildes, de los que padecen hambre y exclusión, y no me vengan con
comentarios de asuntos domésticos, como los enviados por el Opus, difamando a
este ser valiente y capacitado como nadie, cuando no se quiere ver, no hay más
que cerrar los ojos… o ¿conocen algún gobernante denunciando como este Papa lo
hace?, cantando por la igualdad, por los hambreados, por la destrucción de las
armas, por la paz… los presidentes infectos, son funcionales, cobardes y
traidores a quienes les han otorgado su voto, cándidamente, para que negocien
hasta el aire que respiramos.
¿Por
qué; qué otra cosa hacer ante la evidencia de lo que significa, la cotidiana y
humillante utilización por estos dirigentes traidores funcionales a
multinacionales, para quienes como yo, me opongo sistemáticamente, con recursos
renovados para efectivizar, las modificaciones de fondo, que jamás se llevaron
a cabo? O creen que no me he ganado la libertad de pronunciarme en desfavor de
los cobardes, traidores y oportunistas arrastrados, ‘los siempre presentes’,
pintados de cualquier color, simuladores y destructores de la vida como la he
concebido siempre, en verdad, armonía e igualdad, por supuesto renunciando a
todo lo que degrada nuestro ser y estar en esta tierra.
Me
he ganado esta libertad, jugándome entero, expuesto a atentados a mi persona,
archivadas las denuncias en juzgados asimilados al poder de turno, a las
amenazas que no cesan, estado de indigencia y saben, ni lo imaginan me he
ganado el transitar por esta fantástica existencia ‘sin techo’, nomadeando, un
‘ontheroad’ concreto y real, así nomás no hay vueltas, el camino va recto y las
curvas son suaves… y me pregunto, ¿dónde se encuentran los que abogan por la
igualdad, la solidaridad y la fraternidad?, o por cantar las verdades incómodas
y denunciar con coraje y experiencia, las estafas de los genuflexos, me he
ganado en este largo transitar mi poético y patético exilio interior… desde
niño tengo la sana costumbre de no engañarme y lanzarle en la cara a los
cobardes y alcahuetes, a los mentirosos, traidores y criminales, cantándole lo
que temen escuchar ¿y?, estimados lectores, los hombres mueren si no hay
conciencia, si a veces digo cosas que no les viene bien a los mercachifles de
la vida, mi verdad cantada con dulzura y hombría de bien, sin vueltas: jamás
olviden, no soy negociable, por nada ni nadie.
Conozco
a cada uno y cada cual de los “celebrities” mediáticos, los que ofician de
mercenarios difamadores, mentirosos, esos que dibujan sin talento la realidad
que venden a la comunidad día a día, ‘la banda de los posverdaderos’, en fin
los insectos de medios monopólicos y de los otros, pues está la inteligentzia
que se presenta como opositora al accionar del sistema, pero ¡no! son ‘falsa
bandera’, trabajan para el oficialismo y la denominada oposición en Argentina
se diluye en el aire, y he aquí, el momento culminante, en el que debo advertir
“la sumisión de lo evidente”.
Sumisión
que deviene en un pensamiento libre, al que no le interesa mucho influir en las
masas ansiosas, hipnotizadas y prostituidas, ante toda la basura no
biodegradable, incluidas las industria la cultura de un milenio degradante y
degradado, que actúa de manera potente, en las redes sociales y medios de
publicidad, haciendo nido en un inconsciente, que se disparará en un instante y
por siempre, hacia un porvenir difuso, ahistórico, como el poder político
neoliberal lo imaginó y efectivizó.
La
paradoja entre verdad y libertad es una cuestión de equilibrio, de prudencia,
de política, de elección y en último término de libertad. Lo dejan en claro
millones de seres que ya no adhieren a democracias fingidas procedimentales y
sus patéticos representantes y dicen ¡no a la mentira institucionalizada!, ¡no
a ser considerados estúpidos!, ¡no a las fábulas que nos entregan los medios
corporativistas!, ¡no a las grietas de estadios sociales!, ¡no al hambre de los
pueblos!, ¡no a los violentos y fanáticos de ideologías podridas que acechan!,
¡no a los improvisados voceros de gobiernos represores y explotadores!, ¡no a
obedecer todo lo que atente a una rutina de vida en armonía y paz!, ¡no a los
discursos de trincheras de actorcitos apuntalados por conductoras antiguas y
putas asimilados al poder de las bestias!, ¡no a los mercenarios que amenazan y
asesinan!, ¡no a presidentes ignorantes y esclavos de tendencias de imperios en
putrefacción!, ¡no a los premios otorgados a los traidores acomodaticios, en
nombre de “La Libertad de Expresión” eliminada!… basta!, pero ¡no!, las estafas
son ad infinitum… la censura y el acallar voces es norma, ante la impasividad
de los pueblos temerosos, cuidando su pedacito de cielo blanqueado a mano.
Hoy
basta, poner en acto, todo un aparato de publicidad montado, apuntalado por las
corporaciones económico mediáticas, para que estos casuales “Don Nadie”,
“Mesías Inversos”, lleguen a instalarse en funciones, en el pasado considerados
de trascendencia… y remitirse a ser una selfie, mostrando sus sonrientes y
espantosos rostros, con frases asimiladas, breves, vacuas y un tanto estúpidas,
para desatar el clamor de un pueblo que lo ha votado; no tienen idea porqué,
pero no tienen dudas de que ven coronada su mediocridad en estos
“mononeuronales”, con fecha de vencimiento.
Un
producto conformado por personajes sin trayectoria, sin discurso, sin memoria
de lo que fue y sigue siendo: una Latinoamérica balcanizada; y no hay historia,
como la que soportamos, que no devenga en naciones divididas por el odio y el
autoritarismo.
No
lo ignoren, hay victimarios o verdugos, como prefieran; psicópatas autoritarios
personeros del horror que circulan libremente por mi querida Argentina.
Solo
tenemos una vida por vivir, creo que debemos honrarla aquí ahora y por siempre
anteponiendo la verdad y la transparencia a la contundencia de la mentira, la
cobardía y la estafa.
Si
no alcanzamos esta dignísima meta estamos expuestos a transitar una existencia
de simulación y farsa en la que lo esencial no se ha dicho, lo esencial no se
ha hecho; rotundamente no es mi ideal.
Debemos
elevarnos más allá del común denominador del “yo”, ser libres, no hay espacio
para tibios cobardes… están atentando contra los que poseemos ideas e ideales,
un crimen de lesa humanidad, que elimina la democracia. Y medito, todo
enriquecimiento en bienes materiales, es ilícito por definición… todo anónimo
es mentira por definición… no peco de atrevimiento, camino, no me arrastro, no
escucho las mentiras de quien vuela a lo gallina.
Atroz
realidad la de Latinoamérica, ayer, hoy y pareciera por siempre, Cóndor II en
acto, sarna genocida imperial, viene por nuestra libertad, sin piedad, de la
mano de presidentes de Brasil, Argentina, México Chile y Paraguay, con algunos
cómplices silenciosos, que pareciera solo miden con vara financiera del debe y
haber, en la vida de los pueblos, sojuzgados, temerosos y con pocos ánimos
libertarios… Los registros que se inscriben como sedimento de una memoria que
olvida la pulsión de la historia, se imponen violenta y autoritariamente sobre
una humanidad en estado de exilio de su vida y su devenir como parte de una
comunidad, de una civilización que ya no existe, ya no es.
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