COMISIÓN PERMANENTE DE
DERECHOS HUMANOS
GERARDO TECÉ
Niña,
ponme dos cohetes, uno para mí y otro para Albert, que hoy se ha portado en el
pleno. Gracias Rafael, solo cumplía mi obligación con España. No seas modesto,
hombre, que le has callado la boca bien al catalufo. Yo soy catalán como él,
pero también español y europeo. Que sí, cojones, que ya te hemos escuchado
antes, no te repitas tanto; el presidente te manda saludos. A sus pies. Ya lo
sabe, pero se lo recuerdo. Gracias. Esta tarde me toca a mí callarle la boquita
al “señor” Garzón, cuando nos venga con el cuento de los presos políticos en
Cataluña. Presos políticos en Venezuela, no aquí. Exacto, por ahí irá mi
reflexión. Lo de aquí solo son políticos presos. Eso me lo voy a apuntar,
Albert, que es brillante; y además tú lo sabes bien, que estuviste allí.
¿Dónde, en Cataluña? No, joder, en Venezuela.
Ah,
sí, fue tremendo, había gente encarcelada por convocar manifestaciones. ¿Dónde?
En Venezuela, Rafael. Ay, sí, perdona, que estaba aquí ojeando una cosa; qué
desprecio a los Derechos Humanos; niña, ponme unas aceitunas o algo. Y no solo
se vulneran con los opositores, también con la prensa, tienen casi todos los
medios controlados y el que no está controlado, que tiemble. ¿Dónde? ¿Estamos
hablando de Venezuela o no, Rafael? Sí, joder, perdona, es que mira, estaba
leyendo esto, mira qué impresentables estos tipos de El Jueves, atentando
contra la policía. Madre mía, espero que caiga sobre ellos el Estado Social y
de Derecho con plenas garantías democráticas. A tope. Hay cosas con las que no
se puede jugar. El tipo haciendo bromitas sobre cocaína y antidisturbios. Eso
duele. Claro que duele, más que un palo en el lomo, a ver si les cierran el
panfleto ese, por graciosos; es que dan ganas de soltarle a Lamela y la ley
mordaza todo junto, mira lo que te digo.
Qué
poca vergüenza, reírse de quienes están defendiéndonos a todos para que algunos
no construyan fronteras. Y no solo allí, esta gente se la juega también en
Ceuta y Melilla. Son héroes. Que te llega un negro de dos metros y medio, que
los hay ya que miden casi como la valla, y te puede soltar una patada desde
arriba que mucho cuidado. Hacen un trabajo encomiable. Y después nadie se lo
agradece, luego te llega el gilipollas de la oenegé de turno, que si no se les
puede tocar, que si por qué les disparas, que si no se les puede devolver para
África cuando cruzan la frontera. Las fronteras solo sirven para separar,
siempre lo digo.
Coño,
Albert, cambia el chip, que te estoy hablando de la frontera que nos separa a
los civilizados de los bárbaros. Ah, sí, esa tenemos que protegerla. Esa gente
vive anclada en el pasado, no respetan los derechos humanos. Mira cómo tratan a
sus propias mujeres, imagínate a las que no son suyas. Totalmente; niña, ¿tú
estás sorda o es que has ido a varear las aceitunas? Vaya carita te ha puesto.
Podemita fijo. Pues cuidado que hoy día haces o dices cualquier cosa y ya te
están denunciando, me lo ha contado Toni. Más de un caso se ha visto, sí; oye,
dale buche largo a eso, que es la hora ya; niña, las aceitunas pónmelas en un
táper.
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