LOS RESILIENTES SANGUINETTI
Eduardo
Sanguinetti, filósofo,
poeta y performer
Los valores que tenían valía, aunque más no sea por ser enumerados, en este milenio de la muerte del sentido, claudicaron… Las personas que uno frecuentaba ya no me interesan, incluso hijos/as asimilados a ideologías de ocasión, sus posesiones los poseen, ¿que interés podrían sentir por alguien como yo, tan pegado a mi mismo?, Habiendo renunciado a todo lo vacuo y banal, con amor a una tierra, ya sin bandera hundiéndose en el averno de los sueños perdidos... Y ellos tan apegados al papel moneda grasoso, a las finanzas especulativas, en detrimento de los indigentes y hambreados, a las frivolidades "snob" acompañadas de narcóticos y farándula escort, bañados en agua bendita, donde el demonismo cual metáfora de su realidad los disfraza de cortesanos de la corte de la obscenidad… Tilingos y cobardes caretas, hoy pareciera valores supremos de este prostíbulo casual, donde todo se compra y vende, pero ¿y el amor?...
¡No! sólo ambición,
envidia y resentimiento, armas con las que cuentan quienes fueron formados en
tienda de accesorios, no se puede esconder la avaricia y demás instancias que
hace de un ser un perfecta bestia, tal el caso de hijos/as, ex-mujeres, hermana
procesada, bibelot de escaparate…
Para nosotros los
Sanguinetti, resilientes en grado sumo, e inefable capacidad de anteponernos a
las adversidades que se presentaron en nuestros tránsitos, de los que hemos
logrado fortalecernos, construyendo con casi nada nuestra vida, con el mejor
universo instalado... Experimentar la sobrevivencia hace años, nos conduce al
menos a la ausencia de esperanza, que hace de esta existencia algo más
soportable, permitiendo, a partir de allí y ya no en esta dirección, continuar
"en la dirección opuesta"... Sin esperar nada de nadie, pues la
exclusión de la otredad, roza la esencia del carnaval rabelesiano, en sentido
inverso. Pantagruélico espectáculo de seres amorfos e inorgánicos del tercer
milenio, familia toda y sus allegados, los "·castrados" de la vida,
cobardes, adictos a lo escatológico por contacto indigno, "modus
operandi" de los traidores, trepadores de la pirámide del destino
ausente,
Los Sanguinetti no
negociamos nuestra libertad y dignidad de denunciar la verdad de los hechos y
actos tal como han sido y siguen siendo. No permanecemos en un cuento, quizás
somos el relato de quienes no se atreven a vivir acorde a la veracidad de los
actos y las voces... Deviene el exilio y la exclusión, la censura, amenazas y estafas a repetición efectivizadas por los
mezquinos y mentirosos familiares y pudibundo entorno, hacia nosotros: los
resilientes Sanguinetti ...
Nada debajo del
éxtasis, de saber que el entorno familiar es por demás miserable, mezquino y
burgués en su sentido más degradante... También porque no dejarlo en claro,
nauseabundo y criminal...
Los Sanguinetti,
hemos mantenido nuestros principios y fines, con voluntad, persistencia,
austeridad, animados de amor a la libertad de ser, en paz y la verdad elevada a
símbolo, jamás dando espacio a la presión de nada ni de nadie, salvo de una
sensibilidad, que nos mantiene vivos y de a ratos muy alegres, imbuidos de
armonía, de no ignorar que lo peor no ha acontecido... ¡Y la vida va!
La resiliencia resiste ruidosamente. Rimbombante Rostros. Rictus. Reflejos.
ResponderEliminarY la lluvia vuelve a caer.