CUIDADO CON LA TURISMOFOBIA, ES OTRA MANIPULACIÓN MÁS DEL SISTEMA.
Eloy
Cuadra, escritor y activista social.
Es notorio y conocido lo mucho que gusta el sistema de enfrentar a unos actores sociales con otros, y escurrir así hábilmente su responsabilidad y la de los que nos gobiernan. Sucede con el fenómeno migratorio, enfrentando a poblaciones autóctonas con migrantes (la migración es el síntoma de un sistema que funciona mal y fomenta la desigualdad), para venir luego con los correspondientes mensajes, humanitarios o no, según interese ideológicamente, pero sin resolver el problema en origen, allá de donde vienen los migrantes. Pasa también con la falta
de vivienda, criminalizando a los que
no la tienen y ocupan una, enfrentándolos con los ciudadanos de a pie,
haciéndoles creer que se van a meter en su casa en cuanto salgan a comprar el
pan (la ocupación de vivienda es otro síntoma de un sistema que favorece la
especulación y el lucro), dándole la vuelta al asunto y apuntando a la
ocupación como el problema, en lugar de a una muy cobarde y nefasta gestión
política. Y vuelve a pasar ahora otra vez, con la saturación del territorio, el
impacto sobre nuestro medio ambiente y la superpoblación. De nuevo en este caso
la culpa es de un sistema que funciona mal y no regula estos desequilibrios, ni
legisla, ni frena, ni nada de nada. Obsérvese que cuando digo sistema estoy
refiriéndome a los políticos y los gobiernos, los que mandan y hacen las leyes.
¿Alguien apunta a que la culpa es de ellos? ¿Por qué no politicofobia? Porque
otra vez el sistema se encarga de enfrentar a unos ciudadanos con otros, y se
inventa el asunto de la turismofobia. Y no solo se lo inventa sino que le da
bombo y se comenta en los grandes medios de comunicación, como algo muy
preocupante y grave, haciendo creer al noble ciudadano que hay un movimiento
emergente de energúmenos que odian o no quieren a los turistas. Utilizo la palabra "energúmenos"
porque así lo calificaron hoy algunos contertulios de los que crean opinión en
la radio que más se oye en Canarias, cuando comentaban lo sucedido en la manifestación
del pasado 20 de mayo en Playa de las Américas contra la superpoblación y el
modelo turístico, a propósito de un supuesto intercambio de insultos entre
manifestantes y turistas. Por supuesto, para los contertulios los energúmenos
no eran los turistas, eran los manifestantes. Y ya no necesitan más, basta con
amplificar este incidente y repetir hasta la saciedad la palabra turismofobia
(igual que llevan años repitiendo la palabra "okupas" con una carga
negativa), para convencer a la mayoría de la población con que ese asunto de
limitar el turismo, regular el alquiler vacacional, la ecotasa, la moratoria o
cualquier otra medida necesaria, no son más que locuras de unos cuantos
energúmenos que insultan y odian a los turistas.
Ya lo dije en un
artículo anterior hace unas semanas y lo repito por si hay quienes quieren
seguir por este camino, ningún turista es culpable ni responsable, si vienen a
Canarias es porque pueden venir, porque las leyes se lo permiten. Los
colectivos organizadores de la manifestación debían haber tenido en cuenta este
asunto, era fácil que alguna chispa saltara, como así ha sido. Entiendo que
pudiera tener algún efecto mediático hacer una manifestación en una zona
turística, por lo inusual del caso, pero ya lo ven, nuestros políticos
encantados, se lo han puesto a huevo, ahora vamos a tener una temporada larga
de turismofobia por aquí por allá. El culpable, el responsable, al que hay que
ir a señalar, al que hay que ir a gritar, siempre es el político, también y
especialmente los políticos que fingen ser y estar a favor del pueblo y son
iguales o peores que los de la casta de toda la vida. Con este último
comentario me estoy refiriendo, para que se me entienda bien, a los señores y
señoras de la coalición Unidas Sí Podemos, que ahora en campaña se suben al
carro de la ecotasa, la moratoria y otras tantas medidas en defensa del derecho
a la vivienda y la protección del territorio, pero se han pasado toda la
legislatura en sus poltronas, sin atender ni una sola de las reivindicaciones
de los colectivos, entre ellos la Acampada Reivindicativa Lolo Dorta, reunidos
repetidas veces con Noemí Santana, también con el Diputado Manolo Marrero, que
casualmente sí estaba el pasado sábado en la manifestación, con toda su cara,
como si no hubiera estado su partido cuatro años en el gobierno. Al menos
Alberto Rodriguez fue un poco más listo y no fue, porque el argumento habría
sido el mismo: cuatro años en Madrid ocupado en sus guerras personales sin
aparecer ni un día por ninguna lucha canaria. En resumen, cuidado con equivocar
los enemigos, y también los aliados.
Entiendo no obstante que los colectivos sociales necesitan buscar
políticos "amigos" entre la clase política (pongo amigos entre
comillas porque político y amigo es casi un oxímoron), pero bien harían en no
confundirse, pues éstos con los que van, tan suavitos y políticamente
correctos, que sólo son rebeldes y combativos en campaña, ni hicieron nada
antes ni creo que vayan a hacer nada ahora, nada que no venga dado por la
propia inercia de los acontecimientos políticos y sociales. Eso sí, al final se
apuntarán al carro y dirán que fue gracias a ellos. En fin, lo dicho,
elecciones, la farsa superlativa.
Eloy Cuadra,
escritor y activista social.
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