LA SOMBRA,13(NARRATIVA)
DUNIA
SANCHEZ PADRON
Soy libre y hoy ,
en este presente que me ampara me lo asegura. No hay nada que debatir solo los
sueños que nacen de mi mente mientras miro el parque desde esta ventana de la
pensión. Sí, soñar despierta , ahora que nadie me ve, ahora que mis adentros
son follaje exuberante de tranquilidad. Caigo en mis manos, cuantas penurias y
violentos almas han pasado…pero ahora, las miro, y me siento regocijarme en la
madurez, en el absoluto recolectar de los días venideros. He cogido sin que me
viera el vigilante unas margaritas en el parque y las he puesto sobre la mesa
de esta pequeña habitación. Margaritas blancas, margaritas plenas, margaritas
irradiantes de luz…una luz que atrapa mis ojos mientras miro el parque desde
esta ventana. Y aunque invierno, todo me parece luminoso, pletórico. Y ahora
qué, sí, mi hijo ¿Cómo estará? Lo conoceré o no, lo veré o no.
Pero me gustaría
saber de él, la más nimia información me reconfortaría. Y sueño , y sueño
despierta mientras la voracidad del cemente se traga el oleaje, sesga todo lo
que es bello, la naturaleza. Aunque en la ciudad también es bonita, según como
se mire, su inmensidad en hermosos y exactos edificios te puede atrapar. Por un
instante vierto mis ojos al suelo…ay, esas cartas. ¿Qué hacer con ellas? No, no
se las entregaré a nadie, ni si quiera si llego a tener alguna noticia a mi
hijo. No vale la pena, los lamentos no valen la pena. Es el hoy el que cuenta,
este día y el mañana donde nos encontramos acogidos a los senderos que
elijamos. Sueño y sueño y un resquicio del ayer me viene, doloroso, agudo. Si
yo he podido alzar mis pasos, otras, tal vez lo puedan lograr. Nadie tiene
derecho en gobernar sobre nuestros movimientos, nuestros cuerpos, nuestras
formas, nuestras maneras de ser ave de este mundo. Libres y libres sin los
golpes, sin el tropiezo de alguna fuerza humana brusca, brutal. Soñar y
soñar…sí, despierta. Me veo dándole la mano a él , a mi hijo con sus veinte
años ¡Veinte años¡ ¿Será ya un chico maduro? Espero que sí, comprenderá mi
historia. Eso es muy incierto y me preocupa, me da una cierta angustia que
quiero apartar de mi ¡Apártate¡ ¡Déjame en paz¡ Cojo una de las cartas de
cuando estaba en prisión y la leo en la distancia de acantilados ciñéndose a
mí. Por un momento todo me pesa y caigo derrumbada ¡No¡ Qué el ayer no me
mortifique pero , está ahí. Solo quiero saber que está bien. Solo quiero
quererlo aunque sea en la distancia. Solo saber de él y como es. Solo saber…Me
estremezco, un calor sube por mi cuerpo hasta la cabeza. Me lo imagino. Sí,
imaginar en este sueño como un muchacho inocente ¿Cómo será su familia? No, no
quiero pensar pero él es mayor de edad y decidirá. No sé porqué se me vuelve
todo confuso, complicado, oscuro. No es tan sencillo ahora que lo pienso. Pero
hay que intentarlo, moverse entre las sombras donde quizás se encuentre algo de
luz. Necesito descansar mi cerebro, este cavilar constante me agota, este rumbo
tengo que anudarlo a mis sueños, fuerte…muy fuerte.
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