EL REY ES CULPABLE
JUAN CARLOS ESCUDIER
VISTO el resultado
de las últimas elecciones generales en las que, por incomprensible que parezca,
los incautos ciudadanos no otorgaron a la derecha la mayoría suficiente para
regir los destinos el país y conducirlo por el camino adecuado, esto es, el que
Dios manda.
RESULTANDO que,
ante esta anomalía democrática, el líder del PSOE y presidente en funciones,
Pedro Sánchez decidió intentar, en contra de toda lógica, formar gobierno como
si hubiera sido el candidato más votado. Y que para cumplir su propósito no
dudó en firmar un acuerdo para una coalición con Unidas Podemos, que como todo
el mundo sabe es un partido populista, comunista y bolivariano. Y que no
contento con ello y para alcanzar su ilícito objetivo trata de negociar la
abstención de ERC, cuyos dirigentes son republicanos, independentistas y, por
supuesto, golpistas sin remedio, al margen de que sus 15 diputados actúen en
representación de 870.000 españoles, que lo son porque si no lo fueran Cataluña
ya se habría autodeterminado, que es lo que no queremos.
CONSIDERANDO
Primero: Que en
atinadísimo comentario, la marquesa de Casa Fuerte, más conocida como Cayetana
Álvarez de Toledo, ha acusado al tal Sánchez de ser un integrista y un fanático
del poder y de encabezar un proceso de liquidación constitucional, sin que los
barones del PSOE se hayan levantado en una insurrección patriótica contra el
futuro Gobierno de sedición.
Segundo: Que los
empresarios quieren un Gobierno ya, pero el que ellos digan.
Tercero: Que el
presidente del PP, Pablo Casado, irreductible bastión de nuestra Carta Magna y
su más fiel intérprete, entiende que el usurpador de la Moncloa amenaza con
volar por los aires el sistema de la Transición y el orden constitucional.
Cuarto: Que la
Iglesia ha dejado dicho que España está en peligro y que si se conforma la
coalición entre socialistas y socialcomunistas nos encaminaremos al infierno
del pensamiento único, donde reina la eutanasia, la ideología de género, el
feminismo radical y la memoria histórica, que tanto odio fomenta.
Quinto: Que
Santiago y cierra España, viva reencarnación de Don Pelayo, ha revelado que
Sánchez se ha convertido por la vía de los hechos en el portavoz de los
enemigos declarados de la patria.
Sexto: Que Emiliano
García-Page no quiere vaselina como regalo de Reyes.
Séptimo: Que Felipe
González se siente incómodo y Alfonso Guerra vaticina que un acuerdo del PSOE
con ERC no funcionará porque es como dar a los niños una granada explosiva para
que jueguen.
Octavo: Que Mariano
Rajoy, que está aquí para hablarnos de su libro, hubiera recomendado al malvado
Sánchez no cambiar su colchón para que se le hubieran pegado algunas buenas
cualidades que él atesora por arrobas.
Noveno: Que
conociendo todo lo anterior de oídas y por directísimos testimonios recabados
en su ronda de consultas de Zarzuela, el Rey ha decidido proponer a Pedro
Sánchez como candidato a la investidura.
Décimo: Que en
virtud del artículo 99.1 de la Constitución Felipe VI no estaba obligado a
designarle candidato, por lo que hay que suponer que forma parte del complot
para acabar con la monarquía, instaurar la República y desmembrar el país como
un puzzle para mayores de cuatro años.
FALLO
Se debe condenar y
se condena a Pedro Sánchez Pérez Castejón por el delito de lesa traición a la
patria y a la nación, que es una y no ventiuna.
Se debe condenar y
se condena Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos de Borbón y Grecia,
para los amigos simplemente el Rey o el jefe del Estado, como cómplice y
cooperador necesario del sujeto anterior.
Notifíquese esta
sentencia al Ministerio Fiscal, a las partes y, personalmente a los acusados,
informándoles de que no cabe apelación ni Cristo que la fundó. Así, por esta mi
sentencia, lo pronuncio, mando y firmo.
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