EL DISPARO DE LA DISCORDIA
ANGHEL MORALES
Pocos poetas han
hecho su carta de presentación con la contundencia que Elena lo hace en las
páginas de su libro El disparo de la discordia, con una claridad y madurez
impropia de su edad. El surrealismo, por esa magia de la poesía, nos refleja la
mas cruda realidad, nos hace navegar por un Universo de pasiones, nos hace
experimentar sensaciones y, en definitiva, nos hace disfrutar con unos versos
que no dejarán indiferente a nadie.
Elena, como Borges,
puede presumir de los libros que ha leído y en los que ha adquirido
conocimiento para ir tallando su madera de poeta. No obstante, Elena ha
conseguido labrarse un estilo propio, muy acorde con la época que le tocó
vivir, es decir con su generación. Con esta manera de escribir atrapa al lector
de forma misteriosa y lo hace navegar de forma mágica hasta conducirlo a la
raíz mas profunda de la poesía. EL DISPARO DE LA DISCORDIA es un barco que
pilota Elena y que nos conduce irremediablemente hacia esa fuente donde sacian
su sed las musas de la poesía.
Algunos dicen que
la poesía no se crea ni se destruye solamente se transforma, yo sin embargo
digo: LA POESÍA ES ETERNA. Ha existido y existirá siempre, probablemente
nosotros estemos escribiendo con la inspiración de los seres que vienen, de
esos que no se han engendrado todavía. Entrar en el mundo de la poesía es
profundizar en ese hueco de la mente, donde la ilusión tiene su reino y es la
fantasía amiga de la esperanza.
Quizá mi navegar
por las páginas de EL DISPARO DE LA DISCORDIA les parezca extraña a muchos de
ustedes, pero las normas del juego las marca la autora de los poemas, con unos
versos surrealistas, que de forma misteriosa nos transporta hasta el mas crudo
realismo. Amor o desamor, la poesía es magia, es un juego milagroso, donde lo
veremos todo de un color trastocado, pero no pensemos que hemos errado,
solamente que aquí las cosas se han puesto de parte de los seres humanos. No
hay mercados de ideas ni existen filosofías verdaderas tampoco equivocadas,
sobran las palabras vacías y las llenas de contenido estático.
No hay mejor
surrealismo que el realismo y en esos parámetros se mueve Elena. Veamos algunos
de sus versos y dejémonos arrastrar por su contenido:
En el poema número
2 dice:
Ahogamos nuestra
vida
Por decir lo
siento,
Por las promesas
que no pudimos cumplir.
Termina el poema
con un contudente amor entre interrogantes.
En el poema número
4 nos hace recordar aquella canción inolvidable de John Lennon
Imagina por un
instante
Que la guerra ya se
ha acabado.
Imagina que con la
música
Se ha solucionado todo
Porque
Imaginando
acabaremos ganando.
Imagina.
En el poema número
5, es contundente con una declaración de intenciones:
Entendí que para
luchar
Necesitamos la
poesía.
En el poema número
14 también llega a una conclusión contundente:
El mundo es tan bello
Que no nos damos
cuenta
De que lo estamos
destruyen
Con nuestras
acciones.
Podría seguir
desmenuzando sus poemas, pero que sean ustedes los lectores los que saquen sus
propias conclusiones, como yo he sacado las mías.
Creo que Elena
arranca fuerte en esto de la poesía, tiene madera, buena madera, es una chica
joven y tiene mucho camino por delante, solamente de ella misma depende de que
se consagre y nos regale nuevos textos. De momento ha cumplido con creces con
esta su opera prima, se lo ha currado bastante bien, ha sabido madurar la fruta
de sus versos y ahora de forma generosa los ofrece como la mas sibarita de las
viandas en la mesa de sus lectores.
Mi querida amiga,
en este maravilloso mundo de la poesía nada hay de bueno ni malo. Las cosas
están en su lugar preferido, nadie trata de buscar sitio ni nadie llora por lo
inevitable. En esto de la poesía, todo está por nacer hasta que nuestros
sentidos lo perciben, espero que muchos lectores sean capaces de percibir el encanto
de tus poemas. Nadie espera regalos porque a todos nos corresponde simplemente
por estar vivor. Aquí en este mundo de los poetas cada día se aprende a vivir
hermanándose con las cosas amándolo todo incluido a uno mismo. Bienvenida al
nuevo mundo, no te importe que te llamen loca: algún día comprenderán lo que se
han perdido.
Anghel Morales
García.
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