CUANTO MÁS POBRES, MÁS IDIOTAS
DAVID BOLLERO
Estamos a punto de
cerrar el año y buena parte de la ciudadanía lo hace hastiada de la política,
de la investidura que no llega y del minuto y resultado de unas negociaciones
alrededor de las cuales se han soltado toda suerte de barbaridades. Lo más
triste de todo es que tanto ciertos partidos como determinados medios de
comunicación continúan tratando a quienes menos tienen como si fueran los más
idiotas, los más manipulables, el objetivo a engañar.
Las cifras están de
su parte: En España, las personas pobres superan en mucho a las que viven de
manera acomodada y, por tanto, si se ha de elegir a quien engañar, la diana
está clara. A pesar de que en los últimos nueve años se ha quintuplicado el
número de personas millonarias en España, pasando de los 172.000 de 2010 a las
979.000 de este año, somos el séptimo país de Europa con mayor número de gente
sufriendo pobreza severa y el tercero en desigualdad.
Mientras
gobernantes y empresariado se
vanagloriaban de que la economía en Europa se paraba pero la Española crecía
-ya sabemos a costa de quién-, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN)
advertía de que en nuestro país la cuarta parte de la población (26,1%) está en
riesgo de exclusión -2,5 millones de personas sufren privación material severa-
y más de la mitad de la población española (55,3%) vive al límite de sus
posibilidades.
No acostumbro a
criticar el trabajo de l@s colegas, pero cuando con este panorama, uno se topa
con noticias tan deleznables como la que hoy leemos en El Mundo, hay que
denunciarlo. El artículo titulado El PSOE y Podemos ultiman una subida
inmediata de impuestos contribuye a amplificar las mentiras de la derecha y la
extrema-derecha, temerosas ambas de que tengan que pagar realmente por lo que
tienen.
A pesar de que la
‘temible’ subida de impuestos sólo afectará a quienes superen entre los 100.000
y los 130.000 euros al año, El Mundo se atreve a generalizar con sentencias del
tipo «lo que parece seguro es que los españoles iniciarán 2020 con una subida
de impuestos». Sencillamente, el ejercicio de reproducción del discurso del ala
ultraconservadora del Congreso y, por tanto, de mezquindad y cinismo, no tiene
parangón. Ya no es sólo que se recurra a la mentira, sino que al hacerlo trata
de idiotas a quienes menos tienen, como si esas personas fueran más fácilmente
manipulables.
No hay mejor
mentira que la que toca el bolsillo. En gran medida, eso es lo que ha
propiciado el ascenso del partido neofascista de Vox, que desparramó sobre el
tapete su abanico de bulos contra las personas migrantes que, en realidad,
aportan más que consumen del Estado. El resto de la derecha aprende la lección
y, de cara al intento de aumentar la justicia social por parte del posible
gobierno progresista, trata de intoxicar todo cuanto puede.
Alrededor de las
mentiras económicas, otro montón de barbaridades, como las que hablan de
etarras en ministerios. El nivel político y, en algunas ocasiones, periodístico
de nuestro país es muy bajo, porque demasiadas veces se opta por el
amarillismo, el trazo grueso y fácil. En lugar de analizar, diseccionar y de
veras sacar a la luz datos reales, se prefiere sembrar el miedo, mentir, subir
audiencias o votos a golpe de bulo. En definitiva, asumir que cuanto más pobres,
más idiotas. Confiemos que no sea así. Ya no.
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