CANARIAS COMO EJEMPLO DE LA MISERIA CREADA POR EL TURISMO
DAVID BOLLERO
Camareras
de piso./Europa Press
España es un país
eminentemente turístico. Según los datos del Consejo Mundial de Viajes y
Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), sólo el año pasado supuso para nuestra
economía 178.000 millones de euros, lo que representó un 14,6% del PIB nacional
(un 2,4% más que en 2017). De hecho, es el país de la OCDE (Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en el que mayor peso tiene el
turismo en su PIB. Recurriendo a los datos estadísticos, la gran pregunta que
hemos de plantearnos es: ¿cómo repercute esta buena salud del turismo en el día
a día de quienes habitan los grandes focos turísticos?
España lidera
Europa como destino turístico de personas no residentes en el país. Atendiendo
a las pernoctaciones según datos publicados por Eurostat, nuestro país supera
ampliamente al segundo en el ránking, que es Reino Unido. Si profundizamos aún
más en los datos, comprobamos cómo las Islas Canarias es el destino favorito de
los extranjeros, con más de 93 millones de pernoctaciones al año, frente a las
77 millones de la costa adriática de Croacia.
Precisamente estos
días, la preocupación por un descenso del turismo en Canarias comienza a extenderse.
La Encuesta de Movimientos Turísticos que elabora el Instituto Nacional de
Estadística (INE), advierte de un descenso del 4,7% en el segundo trimestre del
año frente al mismo periodo del año anterior. Eso sitúa la cifra de personas
extranjeras visitando las islas en casi 2,3 millones. Una preocupación que, de
materializarse el cierre de las bases de Ryanair en Tenerife y Gran Canaria, se
incrementaría, pues la compañía de bajo coste llevaron al archipiélago más de
3,7 millones en 2018.
Sea como fuere y a
pesar de esta ralentización en el turismo en Canarias, lo cierto es que el
gasto medio por persona y día continúa su tendencia alcista (3,7%), con 149
euros al día. ¿Cómo repercute esta bonanza en la población canaria? Pues lo
cierto es que junto con Extremadura y Andalucía, las Islas Canarias se sitúan
en cabeza de regiones más pobres de España. Dicho de otro modo, el destino al
que acuden más turistas extranjeros de Europa es donde peor vive la población
nativa.
Según la Encuesta
de Condiciones de Vida (ECV) de 2018 del INE, los ingresos medios anuales en
Canarias se sitúan en 8.964 euros. Si atendemos a las tasas de pobreza o
exclusión social, Canarias es la segunda peor Comunidad, con un 32,1%,
porcentaje que se dispara hasta el 36,4% según la tasa AROPE (At Risk Of
Poverty or social Exclusion, por sus siglas en inglés). No parece, pues, que el
dinero que entra en las islas esté llegando a su población y, de hecho,
Canarias es otro de los puntos negros del empleo en España:
Según los últimos
datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el segundo trimestre del año se
ha saldado con 1.500 personas más desempleadas, lo que dispara la cifra total
hasta casi las 240.000 personas paradas en el archipiélago. Canarias, con una
tasa de paro del 21% sólo se encuentra detrás de otro de los grandes destinos
turísticos del país, esto es, Andalucía (21,04%).
¿A dónde va a parar
el dinero que llega del turismo? Pues si analizamos las actividades de las
personas que más patrimonio poseen en las Islas Canarias vemos que,
precisamente, se dedican al Turismo: es el caso de Eustasio Antonio López
González y hermanos (Lopesan Hoteles, IFA Group) con un patrimonio neto de
1.100 millones de euros, Juan Miguel Sanjuán y Jover (Grupo Satocán, Sacyr) con
350 millones de euros, Wolfgang Kiessling (Loro Parque) con 290 millones de
euros o Pedro Agustín del Castillo Machado y familia (Binter) con 200 millones
de euros.
Vemos, una vez más,
que la desigualdad se ceba con las personas más desfavorecidas y que impulsar
ciertos sectores sin reformarlos en pos de una mayor justicia social lo único
que consigue es incrementar las bolsas de pobreza. La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) lleva mucho tiempo alertando de esta situación,
advirtiendo de cómo el Turismo se ha convertido en un sector captador de
trabajador@s procedente de la población joven, mujeres e inmigrantes.
Además, estos
perfiles están expuestos a turnos nocturnos, discontinuos, de fin de semana y
en periodos vacacionales con largas jornadas de trabajo para un sector que de
por sí presenta horarios atípicos. A
pesar de ello, los salarios que se perciben son comparativamente mucho más
bajos respecto a otros trabajos, presentando reducidas oportunidades de
desarrollo profesional y donde la temporalidad y la parcialidad de los
contratos precarios es la norma. En esencia, el modelo turístico español es una
máquina de generar miseria en la mayor parte de la población, mientras tan sólo
un porcentaje pequeña de ello realmente se beneficia.
Para la OIT, el turismo
sostenible consta de tres pilares: la justicia social, el desarrollo económico
y la integridad ambiental. En España, los diversos gobiernos que hemos tenido
únicamente se han preocupado por el segundo de los pilares, pero
circunscribiéndolo a una franja de población escasa. De haber conseguido -o
acercarnos al menos- a ese turismo sostenible, se habría fomentado la
prosperidad local, generando ingresos y empleo decente para las perosnas sin
afectaral medio ambiente y la cultura del punto de destino. Nada de esto se ha
producido en España y Canarias es un buen ejemplo de ello.
Entre las últimas
recomendaciones de la OIT para lograr un turismo sostenible destaca la creación
de políticas contando con todos los agentes sociales, capaces de contribuir al
fomento del empleo pleno y productivo y del trabajo decente para tod@s, entre otras
cosas alentando al sector turístico y sus cadenas de suministro a abastecerse
en los mercados locales. En contra de lo que se ha venido impulsando desde los
gobiernos españoles, con deseos febriles de atraer a las grandes
multinacionales, la OIT recomienda la apropiación del turismo por las fuerzas
económicas locales. Todo ello, además, promoviendo la preservación del medio
ambiente social y natural de los destinos turísticos, algo que en el caso
español ha brillado por su ausencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario