ANÍBAL MALVAR
¿Por qué Mariano Rajoy no debe dimitir siendo el líder
e ideólogo de una mafia multimillonaria corrupta, y Pablo Echenique sí debe desaparecer
por pagar 300 pavos en negro a un asistente? Porque sí. Sencillamente porque
sí. Limpiamente porque sí.
Los ocho millones de votantes del PP saben que votan a
un delincuente, a un ignorante y a un lacayo, por decirlo a la maniera
fina. Es un voto lícito y respetable. Salvo cuando lo consultan con Tomás de
Aquino. Pero tampoco nos vayamos a poner muy pejigueros con las creencias, no
nos vayan a sentenciar a una lobotomía a lo Zapata.
El problema de lo nuevo es que tiene que ser perfecto,
y ahí es donde nos encontramos que los 1,7 millones delincuentes con los que se
erige la sede del PP, es mucho más dinero que los 300 euros que pagaba Pablo
Echenique en negro a su asistente. Muchísimo más dinero. Como demócrata
esperanzado, y lo digo con dolor, prefiero recuperar los 300 euros de Echenique
que los 1,7 millones de la sede del PP. Para mí valían más.
Yo no soy ningún santo. Hace unos cuantos años,
contraté estafosamente a mi camello para que adquiriera la nacionalidad. Hoy ya
no es camello. Y aunque lo fuera. Pero no me presento a ningunas elecciones ni
soy representante de nadie. No doy lecciones de ética. Procuro no hablar en la
televisión.
Voy a echar de menos a Pablo Echenique, mañana, cuando
dimita. Además de persona de inteligencia escaladora, era (e insisto en el era)
un ejemplo de todos los palacios que pueden construirse sobre una silla de
ruedas. Lo que estafó no cotizando era también para la ley de dependencia.
Mierda de palacios. Mierda de silla de ruedas. Mierda de ley de dependencia.
Cuando se ensucia un poquito lo blanco, se nota mucho
más la mancha. Los posibilistas me sugerirán que elija tonos ocres, pues son
más sufridos y no deslucen el claror cuando se enguarran. Pero no me apetece.
Yo quiero ir de blanco.
Yo pierdo una gran inteligencia (Echenique) a cambio
de una simple honestidad (dimisión de Echenique). Es parte del juego de esa
nueva política, basada en reglas tan viejas. Los liderazgos puros están muy
bien, salvo cuando los encarnan seres vivos. Los muertos tienen la virtud de no
corromperse Hay que ser terrible hasta
la perfección, y eso es lo que nos ha vendido Podemos. Yo le perdono al PP sus
millones, y al PSOE su cal viva. Venía en sus mentiras, en sus programas, en su
Santa Transición y en sus dislates. Pero Podemos nos ha exigido que no le
perdonemos nada. Y en eso estamos.
Todo es tan triste que no nos queda más remedio que
citar a Baudelaire:
Nadie puede
entenderme. ¿Alguno
de estos
estúpidos borrachos
ha pensado en
sus noches mórbidas
hacerse una
mortaja de vino?
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