“VÓTESE A SI MISMO”
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÓSOFO Y POETA
ARGENTINO
La Argentina, mi
país, como nadie ignora en el mundo, es una de las tierras más ricas del
planeta, en recursos naturales, en climas y paisajes de los más diversas, rico
en recursos humanos con un pueblo que siempre ha luchado, soportado
estoicamente a la más diversa fauna de dirigentes políticos, empresariales,
sindicales y culturales, siempre ha defendido la nación desde su nacimiento
contra sus detractores, con valentía y voluntad propia, en sangre y en vida, a
pesar de que como epílogo, las negociaciones terminaban en una coima y un
negociado usurero, en beneficio de estos personeros del caos.
Los ejemplos son
vastos. Guerra con el Imperio del Brasil en 1827, la traición de Urquiza a
Rosas en la batalla de Caseros, deviniendo en la aparición de personajes
nefastos, como ejemplo basta mencionar a Mitre, quien condujo a la Argentina a
un enfrentamiento, en alianza con Brasil y Uruguay a la guerra denominada de la
Triple Alianza contra un país hermano: Paraguay, un “crimen de lesa humanidad”,
sin antecedentes en nuestra historia continental.
¿Por qué entonces,
con tanta riqueza de todo tipo, solamente para mencionar algunos problemas, la
Argentina es un país con desocupación, pobreza e indigencia?, ¿por qué hay
zonas como las provincias de Formosa, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca, y
tantas otras, donde más del 65% de la población vive en pobreza absoluta?
Este viejo Estado
argentino no sirve para solucionar las necesidades del pueblo, se sustenta con
elecciones, que actúan como medio de dominación de las burguesías feudales
dominantes, un estado esclerótico y degenerado de pocos y para pocos, está en
crisis ética, económica y de educación hace tiempo, y ha entrado en proceso de
descomposición; es controlado por un régimen neoliberal al extremo, de una burguesía
“infecta” e ignorante snob y epidérmica… un régimen que emplea un control
subliminalmente policíaco y claramente judicializado.
Un “estado de
cosas”, que tiene sus chivos expiatorios, los individuos que no negocian, no
transigen y no aceptan la manipulación sistemática de autoridades
deslegitimadas por sus actos degradantes y que legitiman el estado de
inseguridad en garantías y derechos que ya no puede ejercer el habitante puro y
en oposición de ideas al régimen imperante.
Esto ocurre en las
ciudades y en las zonas rurales, una corporativización de informantes
sindicales autárquicos, un neofascismo adaptado a combatir la libertad de
expresión; un régimen que busca legitimar toda su represión y sus
persecuciones, con “combatir el terrorismo de los medios corporativos
denominados de ¿información?”… no nos engañemos más, ya no es creíble nada, de
lo que nos presentan como fábula de una realidad obtusa e inexistente.
Este régimen, ha
demostrado que pese a todo lo que ha hecho ha sido capaz de instalar la
tristeza en un pueblo, el argentino, hoy, acorralado por tarifazos, control
policial ante todo lo que pueda ser libertad de expresarse en paz y armonía,
pero “desestabiliza la imágen dequie´n dice gobernar”… una comunidad,
anestesiada con el festival prostibulario, que desde los medios procura
relativizar, por el contrario los efectos de una pandemia de frivolidad,
pornografía y anticultura, que hoy es moneda corriente, a pesar de la mesura,
que piden algunos personajes devenidos en políticos y funcionarios de nuevo
cuño, paradójicamente dentro del estado de hambruna y degradación, en que se
debate el pueblo.
Avanzar
persistentemente y con voluntad de modificar el estado de las cosas, en un
continente real donde se instale una nueva comunidad, en la cual se aplique una
nueva política, acorde a las necesidades del presente no serializando
situaciones que nos hacen estar unidos a un pasado perimido, nuevas actitudes
para nuevas circunstancias, una nueva economía y una nueva cultura, que renazca
de los orígenes y no importada de un mundo agotado en sus procesos creativos
mercantilistas, con un mercado, al servicio de intereses que nada tienen que
ver con la cultura y en manos de burguesías parásitas que esconden sus estafas,
bajo el tamiz de Centros Culturales, Museos y Universidades donde presentan a
los intelectuales genuflexos y esclavos de estos asesinos de todo lo que tiene
de transparente y nítido el acto creador.
Sin dudas no
podemos olvidar jamás, el problema de fondo de esta historia amarga y sin fin,
radica en el poder de la dictadura oligarca, paleo y neo-burguesa, que no deja
de estar en el centro del accionar del poder sometido a sus caprichos y modos
tan “chic”, que marcan las tendencias por las que infelices corren tras la
senda del perdedor, pues jamás serán asimilados a sus filas, solo a lo trazado
que convierte al pueblo trabajador e incluso al pobre lumpen proletario, de
origen, en un idiota en un Fan de las maneras “Simpáticas” y “Perfumadas” de
esta clase híbrida, que pretende y lo ha logrado desde hace décadas, marcar el
estilo de una comunidad.
No importa si el
“representante” que este instalado en la Casa Rosada sea Macri, Tinelli o Rico;
la dictadura burguesa no va a cambiar en lo esencial, las clases que dominan el
país van a continuar haciéndolo. Tampoco importa si será un sujeto que se haga
llamar “revolucionario”, este solamente será un chancho más de esos que venden
los intereses del proletariado y el pueblo para ser fieles esclavos de los
poderes de las corporaciones mundiales.
El único camino que
puede traer libertad real para el pueblo, que puede resolver los problemas y
necesidades del pueblo, es la conformación de un Frente Nacional y Popular con
una tierra para todos, conformado por individuos sin pertenencia política fanática
y anteponiendo la sustancia del pensamiento y la idoneidad ante los grandes
temas en un sistema colegiado sin privilegios y sin amistades y perversidades;
porque este giro de 180° es la única forma que el pueblo, bajo la supervisión
de esta aristocracia de pensamiento en acto, legitimado en vida, puede, ganando
en las urnas terminar con este vil sistema que vive de la farsa y la tracción a
sangre de una comunidad.
Tal como lo
concebía nuestro prohombre Ernesto Che Guevara, en su búsqueda de la liberación
de las naciones conformadas por pueblos explotados y de un hombre nuevo en una
América del Sur unida, no al estilo de las Organizaciones existentes como
Mercosur, Unasur, dedicadas al flujo de capitales, hago extensivo lo
manifestado en este editorial a los pueblos de Latinoamérica, tierra donde el
fraude, la explotación y la superchería, hoy en manos de gerentes explotadores
neoliberales, que cuentan con la anuencia de las burguesías capitalistas al
servicio y orden de las naciones del primer mundo, victimizan a nuestros
pueblos hambreados y jaqueados en su voluntad de acción, y no le dan otra
posibilidad ante instancias electorales, que optar como alternativa válida, la
que instalé en elecciones de 1996: “Vótese a sí mismo”.
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