TODOS SOMOS MESSI
EXCEPTO MESSI
DAVID TORRES
La condena de Leo
Messi a 21 meses de cárcel por defraudar a Hacienda y su enésimo desastre con
la camiseta argentina refuerzan la sospecha de que el mejor delantero de los
últimos años estaba destinado a ser español, español, español. Aunque sólo
fuese para cumplir el trámite, como Piqué, y acceder a la escuadra catalana en
el momento en que ésta se fundara o fundase. Piqué marca goles a regañadientes
bajo los acordes de la marcha real granadera, del mismo modo que los marcaría
Messi si en el césped lo asistieran Iniesta o Busquets. Quienes comparan a
Messi con Maradona, y aun lo ponen un escalón por encima, olvidan que aquel
gordo genial ganó dos scudetti él solo con el Napolés y un Mundial en el que
contaba con la dificultad añadida de jugar no exactamente solo sino al lado de
diez argentinos más. Como me dijo un amigo rioplatense: “Che, pibe, aquel
equipo eran Diego y diez picapedreros”.
Para hacer olvidar
el último batacazo futbolístico y centrarse en lo que realmente le interesa, el
Barca ha puesto en marcha una campaña de apoyo a su estrella con el lema “todos
somos Messi”. Que podía haber sido mejorado llevando la generalización un paso
atrás: “todos somos Messi excepto Messi”. Para ello han solicitado a la afición
que apoyen no a un magnífico jugador sino a un delincuente convicto y confeso
mediante una campaña en la que se fotografíen con las manos abiertas, como
símbolo del 10 que lleva estampado en la camiseta. También podían haber pedido
que se fotografiaran con las manos esposadas de camino al trullo, o mejor, con
las manos portando un billete de 10 euros para ayudarle a pagar la multa.
Lola Flores inventó
el crowdfunding (vulgarmente llamado “colecta”) en 1989 cuando pidió por
televisión a cada español que contribuyera con una peseta a taponar el agujero
que había dejado ella en Hacienda. La directiva del Barca ha actualizado la
democrática iniciativa de la tonadillera al proponer un solidario ejercicio de
crowdefrauding, donde corroboran que, en efecto, el Barca es más que un club:
es casi un país. Concretamente España, la única nación del mundo donde se vota
a los criminales, se aplaude a los ladrones y se respalda a los defraudadores
fiscales. Messi, que empezó emulando a Maradona en los campos de fútbol y ha
seguido imitando a Lola Flores en el camino del martirio público, podría acabar
desbancando a la Pantoja cuando casi la sacan de la cárcel a hombros. Más
español no se puede ser.
El único peligro
que corre Messi con la invención del crowdefrauding es que el personal acabe
por confundir los motivos por los que se le idolatra y el pobre hombre termine
con un doctorado honoris causa como Mario Conde, Rodrigo Rato o Díaz Ferrán.
Cuando yo trabajaba en el ya extinto Crisol de Goya, un domingo entró a comprar
el periódico Ana Belén, intentando pasar desapercibida tras unas enormes gafas
de sol, y se encontró con una muchedumbre de gente que hacía cola para pagar.
Entonces le preguntó a uno de mis compañeros si no podía hacerle el favor de
cobrarle, pero él respondió que no, que eso era responsabilidad de la cajera.
-Tú no sabes con
quién estás hablando.
-Sí, con la de
Zampo y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario