miércoles, 2 de mayo de 2018

UNA JORNADA ESCOLAR


UNA JORNADA ESCOLAR
Rafael ZAMORA MÉNDEZ
Educador es el que le dice  a sus alumnos: Quisiera complacerte pero prefiero salvarte y, GOZAR, es comprender  con la inteligencia  la bondad de las cosas.
IDEAL, es intentar poseer ese milagroso imán que exige tener consigo  una plena y total dedicación.
La expuesta filosófica exposición, ya de entrada  descrita, viene a pelo, debido a que, en estos pasados días, como por obra de sobrenatural magia, he disfrutado en grande con  la oportuna experiencia de haber vuelto a revivir, como testigo, de unos muy  inolvidables momentos, en la más impartida enseñanza vista al natural.
A instancias y ruegos de nuestra cariñosa nieta, VALENTINA, con sus despiertos 7 años de edad, ilusionados, acudimos a la invitación que su, diligente e ingeniosa maestra,DÑA.ISABEL, a los abuelos formulara, con la educativa intención de que, cada uno de ellos, gozando, relataran buena parte de sus  experiencias infantiles del ayer.
Un vistoso desfile de sentados niños, formando un hogareño coro de 24 inquietas ardillas humanas, nos expusimos a las curiosas preguntas que alguno de los mismos, nos efectuaban:

-.- ¡QUÉ JUGUETES TENÍAN USTEDES?
-.- ¡Hijitos: Nosotros, reuníamos  hasta las vacías latas de sardinas y con ellas, fabricamos unos carritos, poniéndoles como ruedas, las metálicas chapas de muchas distintas tapas de botellas.
Se imitaba a los mayores y, hasta realizábamos "casorios", cumpliendo las niñas como esposas- cocineras, imaginandose guisar apetitosas delicias, con trocitos de tomates, ajos, migas de pan y surtida agua del chorrro.


Las secas pipas de albaricoque, eran nuestras monedas y, las llevábamos colgadas a la cintura en unas toscas bolsas de tela, que nos solíamos ingeniar fabricar.
El trompo, saltar a la comba, el tejo, la piola, el escondite, la gallinita ciega,
el fútbol, casi descalzos,  con pelotas que teníamos, a base de fabricarlas  con secas tiras de plataneras o, alguna que otra vejiga de cochino inflada, cedida por alguna buena y generosa persona.
Llegados a este último punto, el del fútbol, un niño preguntó:
-.- ¿ESTABA TAMBIÉN CRISTIANO RONALDO?
¡A dónde llega la moderna influencia de los actuales medios informativos sociales- deportivos!
-.- ¿TENÍAN MUCHOS LIBROS, COMO NOSOTROS?
-.- La nuestra fue una época bastante angustiosa, difícil y dolorosa.
    Vivimos una guerra fraticida, se pasó necesidad de todo, los alimentos no aparecían por ninguna parte y en un solo libro, teníamos todas las asignaturas juntas  a estudiar.
A falta de caros cuadernos, de colores, lápicez; en una simple pizarrita, enmarcada en madera, se nos ponían las tareasa para casa y, con sumo esmerado cuidado, haciendo milagros, procurábamos que , por nada de este mundo, se nos borrasen las mismas.
-.- USTED, SEÑORA ¿ QUÉ NOS DICE DE SUS RECUERDOS?
-.- Tenía una gran amiga que, gracias a Dios, todavía conservo, de nombre ANGELITA, que, cuando yo estaba enferma , con bastante frecuencia, venía a visitarme a casa.
Una vez, subiendo la alta escalera de madera , introdujo el pie por un hueco y se cayó, causándose mucho daño y haciéndome llorar a mares, pensando que, debido al accidente, no volvería nunca más a verme.
¡Menos mal que era una arraigada amistad, de esas que, por nada ni por nadie, es capaz de romperse!
-.-¿TENÍAN TELEVISIÓN?
-.- El afortunado de poseer un aparato de radio, era considerado hasta como de ser un privilegiado "señor rico".

Éramos adictos a la lectura, a las novelas por entrega; a juntarnos con los vecinos, contar cuentos, películas, hechos ocurridos en la localidad y en el mundo.
Algunos privilegiados, tuvimos el premio gordo de merendar como marajás:
Por las tardes, portando un vaso de latón, conteniendo en el fondo unas cucharadas de gofio con azúcar, acudíamos a una cercana vaquería y, puestos en fila, uno tras otro, íbamos pasando por el ordeñador, que, de la vaca, nos colmaba el rudo envase, con la rica y espumosa leche que nos alimentaba.
****************************************************************
¡Fueron tantas, tan peculiares y curiosas las preguntas que nos formulaban que, solamente hemos reseñado, algunas de las muy repetidas por estas inocentes criaturas que, merced a la genial idea emanada de su designada EDUCADORA, pudieron disfrutar de una clase muy peculiar, originalmente, distinta, noblemente positiva y, sobre todo,  para ser bastante bien recordada, por un grupo de regocijados abuelos que, sin habérselo pensado, ni pretendido, alcanzaron la inesperada ventura de  retornar al añorado tiempo de una de las más mimadas edades de su existencia!
El tiempo corre que vuela, bajo mano protectora.
¡Vaya gozada de abuela, que volviendo está a la escuela,
POR VALENTINA  ZAMORA!

****************************************************************
         

No hay comentarios:

Publicar un comentario