domingo, 20 de mayo de 2018

EL SERVICIO DE SIMPLICIO


EL SERVICIO DE SIMPLICIO
Rafael ZAMORA MÉNDEZ
Este es el caso completo
que en un notorio cuartel,
un recluta bien cateto,
comentaba sin respeto,
que... ¡sería Coronel!

Galante por los obsequios,
sus jefes bien le apreciaban.
¡A todos daba quesos,
con canastas de higos frescos,
que de casa, le mandaban.

El vino nunca faltaba,
en toneles de madera.
¡A los mandos regalaba,
para que no les faltara,
la sabrosa borrachera!

Grandes mazos de tabacos,
con fragancia de solera,
puso en todos los despachos,
entre platos de gazpachos
y naranjas de primera.

Era, para él, su “sartengo”,
como un padre verdadero:
-.- A ESTE SERVICIO, YO VENGO,
PORQUE A LA PATRIA, SOSTENGO,
CON EL “CUCHARÓN” ENTERO.

Se salvó de la instrucción,
evadiendo la torpeza
y, lejos del batallón,
le iba creciendo un melón,
encima de la cabeza.

Era cual tonto mirado,
por ser palurdo total,
pero, tan bien estimado,
que fuera considerado,
por el propio General.

Del mismo Lepe llegó
un telegrama fatal:
QUE SU MADRE SE MURIÓ
Y SOLITA SE QUEDÓ,
SIN SU BESO DEL FINAL.
Este es el caso completo
que en un notorio cuartel,
un recluta bien cateto,
comentaba sin respeto,
que... ¡sería Coronel!

Galante por los obsequios,
sus jefes bien le apreciaban.
¡A todos daba quesos,
con canastas de higos frescos,
que de casa, le mandaban.

El vino nunca faltaba,
en toneles de madera.
¡A los mandos regalaba,
para que no les faltara,
la sabrosa borrachera!

Grandes mazos de tabacos,
con fragancia de solera,
puso en todos los despachos,
entre platos de gazpachos
y naranjas de primera.

Era, para él, su “sartengo”,
como un padre verdadero:
-.- A ESTE SERVICIO, YO VENGO,
PORQUE A LA PATRIA, SOSTENGO,
CON EL “CUCHARÓN” ENTERO.

Se salvó de la instrucción,
evadiendo la torpeza
y, lejos del batallón,
le iba creciendo un melón,
encima de la cabeza.

Era cual tonto mirado,
por ser palurdo total,
pero, tan bien estimado,
que fuera considerado,
por el propio General.

Del mismo Lepe llegó
un telegrama fatal:
QUE SU MADRE SE MURIÓ
Y SOLITA SE QUEDÓ,
SIN SU BESO DEL FINAL.
¿Quién tal noticia le daba,

en aquella circunstancia,
porque, ya se sospechaba,
lo mucho que a ella amaba,
desde su más tierna infancia.

El Capitán, se negó,
de manera presurosa:
-.-¡ SIMPLICIO, SE FASTIDIÓ!
Y, POR NADA SERÉ YO,
EL QUE LE DIGA TAL COSA!

Tampoco quiso el Teniente,
darle cuenta del suceso:
-.- ¡CON TAL GOLPE DE REPENTE,
NO PODRÍA NINGÚN PARIENTE,
CARGARSE CON TANTO PESO!

Entre dimes y diretes,
fue corriendo la cuestión.
¡No saber dónde te metes,
tiene resabios de jueces,
sin factible solución!

Un Cabo, así habló de claro:
-.-ESTO LO AJUSTO ENSEGUIDA.
¡SE LO DIRÉ CON CUIDADO,
QUEDANDO BIEN ENTERADO,
SIN QUE PELIGRE SU VIDA!

SERÉ MÁS QUE...DELICADO.
¡NO PASEN NINGUN TEMOR
QIE A ESTE POBRE SOLDADO,
LE TENDRÉ BIEN INFORMADO,
SIN QUE PIERDA LA RAZÓN!

¡QUE TOQUEN A FORMACIÓN!
PONGO AL CUARTEL POR TESTIGO.
QUE ME ESCUCHE EL BATALLÓN,
PRESTANDO MUCHA ATENCIÓN,
A CUANTO  AHORA YO LES DIGO:

-.,- OJO AL PARCHE! ABRAN LOS OÍDOS:
LOS QUE TENGAN MADRE,
QUE DEN UN PASO AL FRENTE,¡YA!
TÚ, MIGUEL SIMPLICIO, VALIENTE,
POR FAVOR... ¡QUÉDATE ATRÁS!

*******************************
MORALEJA
¡En los aprietos presentes,
no existe la marcha atrás!
¡Porque somos diligentes,
pasos a todos los frentes,
sabremos tener que dar!
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