YOLANDA DÍAZ Y EL PREMIO PLANETA
A SONSOLES ÓNEGA
DIARIO RED-EDITORIAL
Son evidentes las
alianzas de Díaz con el Grupo Planeta-Atresmedia, que le brinda un trato
favorable que va desde Ferreras en La Sexta hasta Marhuenda en La Razón, al
tiempo que este grupo mantiene una hostilidad sin cuartel contra Podemos y sus
dirigentes
Sospechar del Planeta es como sospechar de los Reyes Magos. Es un juego y hay que tomarlo como es. A estas alturas se sabe más o menos cómo funciona. Como no es obligatorio jugar a este juego, es absurdo poner cara de virgen ofendida. Además, hay un jurado. Esta reflexión no es nuestra, es nada menos que de Fernando Savater, paradigma del cinismo ibérico y premiadísimo escritor y activista político de la derecha que alguna vez se presentó como anarquista.
Que los grandes
premios literarios son, en general, una estafa y una expresión de la corrupción
en el mundo del mecenazgo literario, es algo que reconocen, al menos en
privado, casi todos los escritores y escritoras. En un legendario artículo de
2012 titulado proféticamente “Cloacas y premios literarios”, Constantino
Bértolo describió con detalle hasta qué punto las letras españolas huelen a
podrido. Esto no tiene nada de novedoso. Casi siempre ha sido así y es algo
asumido y tolerado en la profesión. Es además una evidencia que, si hay
corrupción en la empresa, en el periodismo y en la política, espacios en los
que existen figuras con poder suficiente frente a los capos mafiosos, cómo no
va a haber corrupción en la literatura, donde nadie pinta gran cosa. Nada ha
habido tan fácil de comprar como un escritor; a veces basta ofrecerle una
columna mensual en un periódico importante. La literatura es así, como saben y
padecen los escritores que no se dejan comprar.
Lo que pasa en que
en España se exagera con todo. Decía Talleyrand que es costumbre real robar,
pero que los Borbones exageran, y algo parecido les ha pasado a los de Planeta
con su premio. Darle el premio (un millón de euros) a Sonsoles Ónega poco
tiempo después de ficharla como presentadora en Antena 3 ha hecho que, entre
los periodistas de Madrid, se comente que podría estar incluido el premio en el
contrato. «Publicadlo —vosotros que podéis— en Canal Red», nos han dicho, y
tengan por seguro que lo investigaremos, porque a esta redacción nunca deja de
sorprenderle la desvergüenza patria.
Lo que pasa en que
en España se exagera con todo. Decía Talleyrand que es costumbre real robar,
pero que los Borbones exageran, y algo parecido les ha pasado a los de Planeta
con su premio
Precisamente por
toda esa desvergüenza tan evidente, no se entiende que la líder de Sumar haya
aceptado no solo representar al gobierno en una ceremonia bochornosa, sino que
además haya entregado el premio y besado con exageración borbónica a una de las
periodistas que ha demostrado, además de dotes literarias, una notable falta de
escrúpulos como profesional a la hora de atacar a Podemos, el partido al que
todavía Díaz debe ser ministra y líder de su coalición. Posar sonriente junto a
José Creuheras, el presidente de Atresmedia investigado por falsedad en
documento privado, revelación de secretos, denuncia falsa y estafa documental,
a la misma hora que se producían movilizaciones en solidaridad con Palestina,
es de nuevo una exageración demasiado estúpida sobre la que alguien debería
alertar a la líder del Movimiento Sumar.
Son evidentes las
alianzas de Díaz con el Grupo Planeta-Atresmedia, que le brinda un trato
favorable que va desde Ferreras en La Sexta hasta Marhuenda en La Razón, al
tiempo que este grupo mantiene una hostilidad sin cuartel contra Podemos y sus
dirigentes. Pero una cosa es que eso sea así y otra es la exageración borbónica
que practica últimamente la vicepresidenta segunda. «Al menos para los nuestros
no debe ser tan evidente lo que somos, Yolanda», debería susurrarle al oído
alguno de sus consejeros. Ojalá alguien de su equipo le sugiera a la
vicepresidenta que disimule un poco más sus amistades.
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