EL APARTHEID ISRAELÍ Y LA PRENSA:
DENME COMILLAS MÁS GRANDES
MANU LEVIN
Habrá quien imaginará que, una vez que la ONU ha
adoptado el término apartheid en referencia a Israel, los grandes medios de
comunicación lo usarán con normalidad en sus informaciones como parte de ese
“giro”, ¿no?
Nota de prensa oficial de las Naciones Unidas, 25 de marzo de 2022 —ha pasado ya un año y medio:
«La ocupación
israelí del Territorio Palestino supone una situación de apartheid, afirma
experto de la ONU». «El relator especial de la ONU para la situación de los
derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967 denunció
este viernes que en esos enclaves existe un ‘sistema jurídico y político dual
profundamente discriminatorio que privilegia a los 700.000 colonos judíos
israelíes que viven en los 300 asentamientos ilegales israelíes de Jerusalén
Oriental y Cisjordania’». Durante la presentación de su informe ante el Consejo
de Derechos Humanos, Michael Lynk resaltó que en Cisjordania hay más de tres
millones de palestinos que, pese a convivir en el mismo espacio geográfico
(aunque separado por muros, puestos de control y una amplia presencia militar),
viven «bajo un régimen opresivo de discriminación institucional y sin una vía
hacia un auténtico Estado palestino». «Otros dos millones de palestinos viven
en Gaza, descrita habitualmente como una ’prisión al aire libre’, sin acceso
adecuado a la electricidad, el agua o la sanidad, con una economía que se hunde
y sin posibilidad de viajar libremente al resto de Palestina o al mundo
exterior», apuntó. Lynk consideró que un régimen político que antepone «de
forma tan intencionada y clara los derechos políticos, legales y sociales
fundamentales» de un grupo por encima de otro «dentro de la misma zona geográfica
en base a su identidad racial-nacional-étnica se ajusta a la definición legal
internacional del apartheid».
Es decir que,
aunque el término apartheid en referencia a la situación de los palestinos
lleva muchísimos años siendo empleado por organizaciones de derechos humanos,
la ONU también lo ha adoptado oficialmente. Y es lógico, porque, si uno se
atiene a “la definición legal internacional de apartheid” —como decía esa nota
de prensa de la ONU—, resulta imposible no identificar esa situación en Palestina.
La prensa se hizo
eco de esa decisión de la ONU. Por ejemplo, el HuffPost: “Apartheid, la palabra
maldita que la ONU ahora sí se atreve a emplear contra Israel. Por primera vez,
un relator especial se atreve a emplear el término que llevan años usando las
ONG internacionales. Está por ver qué consecuencias tiene el giro”.
De esto hace ya un
año y medio. Habrá quien imaginará que, una vez que la ONU ha adoptado el
término apartheid en referencia a Israel, los grandes medios de comunicación lo
usarán con normalidad en sus informaciones como parte de ese “giro”, ¿no?
Veamos brevemente
cómo aparece el término apartheid en los titulares de la prensa. Un primer
grupo de informaciones que podemos identificar es el que incluye titulares que
atribuyen esa palabra a declaraciones de terceras personas. Cadena SER: ‘Carlos
Bardem: “Israel es un estado terrorista que practica el apartheid y el
genocidio sobre los palestinos”’. Público: ‘Belarra acusa a Israel de llevar
décadas sometiendo al apartheid al pueblo palestino’. O La Vanguardia: ‘Shlomo
Ben Ami: “Israel es cada vez más la Sudáfrica del apartheid”’.
Un segundo grupo de
noticias son las que usan el término en sus titulares sin que sea parte de una
cita directa de otra persona. Eso sí: cuando los medios incluyen la palabra
apartheid en un titular en referencia a Israel, la ponen siempre entre
comillas. France 24: ‘Amnistía Internacional acusa a Israel de ejecutar un
“apartheid” contra los palestinos’. Trt, medio turco: ‘Grandes multitudes
protestan en Londres contra las “políticas de apartheid” de Israel’.
Europapress: ‘Unas 500 personas protestan ante la sede de la UE en Barcelona
contra el “apartheid” de Israel’. The Objective: ‘Sumar y Podemos,
equidistantes ante la guerra: piden el fin del “apartheid” israelí’. Y uno más,
que tiene traca: El Periódico: ‘Un exjefe del Mossad acusa a Israel de ejercer
el “apartheid” en Cisjordania’.
Figuras relevantes
del propio Estado de Israel, como un ex jefe del Mossad, nada menos, dicen que
lo que hace Israel en Cisjordania es un apartheid, ¡lo dicen ellos mismos!
Pero, aún así, El Periódico lo sigue poniendo entre comillas.
¿Se imaginan un
titular que fuera, por ejemplo?: ‘Varios «terroristas» de Hamás perpetran un
ataque contra la población de la “democracia israelí”, que bombardeará Gaza
para «defenderse”’.
¿A que no? ¿A que
no se imaginan un medio que pusiera entre comillas la palabra «terroristas»
para referirse a Hamás? Y eso que hay países como Noruega o Suiza que no
consideran a Hamás un grupo terrorista —Noruega y Suiza, que ya me dirán qué
tienen que ver con el islamismo: nada (en todo caso, lo que sucede es que son
países con una tradición de neutralidad)—. Pero el caso es que quizá habría más
motivos para escribir la palabra «terroristas» entre comillas en referencia a
Hamás, teniendo en cuenta simplemente que no todo el mundo la acepta (la propia
BBC ha explicado por qué ha decidido no usarla), que para poner entre comillas
«apartheid», cuando la propia ONU ha oficializado el término. O se podría
escribir también “defenderse”, así, entre comillas, cuando hay centenares de
niños asesinados por bombardeos en Gaza, ¿no? Pero esos titulares no existen.
En cambio, resulta casi imposible encontrar en un titular de la prensa la
palabra “apartheid” sin esas comillas que expresan, como mínimo, que es un
término en discusión, parcial, que no suscita el consenso suficiente como para
que el titular lo haga suyo sin cuidarse de atribuirlo a otros, y que de alguna
manera lo ridiculizan, le restan peso y validez.
Bassem puso en
evidencia la propaganda del Estado de Israel y dejó algunas ideas muy
interesantes para reflexionar sobre la situación de apartheid que viven los
palestinos. «Imaginemos por un momento un mundo sin Hamás y pongámosle un
nombre a ese mundo: sería Cisjordania. Allí Hamás no tiene ningún control e
Israel sigue matando palestinos»
Hace unos días, el
humorista egipcio Bassem Youssef, casado con una mujer de Gaza, estuvo en el
programa «Pierce Morgan sin censura», que se emite en Reino Unido, Auestralia y
Estados Unidos, e hizo una intervención desde el humor y la integridad que se
ha hecho viral a nivel mundial. Bassem puso en evidencia la propaganda del
Estado de Israel y dejó algunas ideas muy interesantes para reflexionar sobre
la situación de apartheid que viven los palestinos. «Imaginemos por un momento
un mundo sin Hamás y pongámosle un nombre a ese mundo: sería Cisjordania. Allí
Hamás no tiene ningún control e Israel sigue matando palestinos», dijo Bassem,
lo cual hace evidente que el problema de fondo no es “Hamás”, que en todo caso
es un síntoma, es el tipo de resistencia que han engendrado 75 años de
ocupación de Palestina: el problema de fondo es la ocupación y el apartheid.
Este comunicador
egipcio también decía que muchísimos palestinos de Cisjordania, Gaza y
Jerusalén Este pasan por el sistema penitenciario israelí. Israel siempre suele
argumentar que es una democracia y que no se puede hablar de apartheid porque
los palestinos de estos territorios no son ciudadanos de Israel. Pero, si no son
ciudadanos de Israel, ¿entonces por qué los juzgan tribunales de Israel y los
encierran en cárceles de Israel? ¿No será más bien que no son ciudadanos de
Israel en todo lo que se refiere a tener los mismos derechos que los israelíes,
pero sí para ser reos de Israel o para ser mano de obra barata? Pues eso es
precisamente el apartheid.
Y por último y más
polémico, pero no menos importante, es la pregunta que dejaba en el aire este
presentador egipcio: «Si usted fuera palestino y los militares israelíes hubieran
asesinado a su familia, ¿no simpatizaría más con la resistencia palestina
armada que con sus opresores?” Decir esto es valiente y hay que entenderlo. Yo
llevo dos semanas viendo vídeos de niños muertos en Gaza. Por ejemplo, un video
de un niño que le pide a su padre un mechón de pelo de su hermano pequeño
asesinado por los bombardeos israelíes para tener algo con lo que recordarlo.
¿Alguien cree que ese niño, dentro de unos años, no querrá empuñar un fusil
para defender a su familia y a su pueblo? Probablemente, sí. Y, cuando lo haga,
la prensa lo llamará terrorista sin matices y sin comillas y lo condenará,
mientras que, en el mejor de los casos, pedirá comillas más grandes y letras
más pequeñas para llamar «apartheid» a la situación de opresión y violencia
objetiva que lo llevó a querer luchar por su dignidad y por su libertad.
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