TRANSICIÓN Y NAUFRAGIO
COLECTIVO
GUASIEGRE
Vienen las islas de
muy atrás en el tiempo, de lo hondo de un océano insondable, construyéndose de
lavas, vientos y lluvias, de golpes de mar y de estremecimientos del mundo que
les dio esta luz deslumbrante. Un territorio desgarrado y abismal que reverdeció
y se pobló de belleza: almenados cardones, distinguidos tajinastes, verodes
armoniosos, y toda la vegetación que cautivó a tantos botánicos, con su
excepcional pulso de vida, como el milagro de una perseverante naturaleza única
que sobrevivió al Terciario.
Gentes desvalidas partieron del norte de África y recalaron en estas islas. Habitaron sus valles durante siglos, y crecieron fascinados por el discurrir de las aguas y los planetas. Cuando los primeros muertos encontraron su lugar entre estos riscos, germinó la lealtad que les ató aquí para siempre.
Luego llegó la
Cruz, y dicen que esta nunca trajo misericordia. La misma Cruz con que te
bendicen, sirve para descoyuntarte, desollarte o fusilarte en la tapia de un
cementerio.
Pero acerquémonos
algo más al presente, porque, hasta tiempos recientes, nadie imaginó la
degradación del suelo isleño hasta el punto de poner en peligro el patrimonio y
la riqueza natural que se fraguó durante siglos. Así se pisoteó el exquisito
legado de los Viera y Clavijo, Berthelot, Abreu Galindo, Humboldt, Sventenius o
Bramwell, con todo su amor y elevado conocimiento de las islas.
Recientemente se
denunciaba la intervención urbanística en el Puertito de Adeje, después de
apreciar con perplejidad sus estragos.
Pues bien, situándonos
en el mismo contexto, el Consejero de Transición Ecológica del Gobierno de
Canarias, un tal Mariano Hdez. Zapata, acaba de declarar que va a dar un
empujoncito al expediente de urbanización de Cuna del Alma, con el fin de que
las obras se reanuden y culmine, por fin, el hormigonado de un territorio
incomprensiblemente asilvestrado. La presencia de malas hierbas, o sea,
cardones centenarios, tabaibas, viborinas, no será impedimento para nuestro
avance hacia el futuro civilizador que pretende el Gobierno, o la empresa
promotora. (¿A fin de cuentas, qué han hecho los cardones por la economía de
las islas?)
Como tampoco serán
obstáculo los yacimientos arqueológicos que se diseminan por esa comarca, un
desorden de piedras con grabados que nadie entiende, memoria de viejos guanches
que se obstina en resistir.
El tal Zapata es un
hombre que viene avalado por un currículum impresionante, aunque en su nueva
función de Consejero lo lleva con absoluta discreción. Experiencia en el mundo
de la Banca, cargos institucionales en Ayuntamientos y Cabildos, y algunas
pequeñas polémicas: está denunciado en la Fiscalía Anticorrupción por tráfico
de influencias, apropiación indebida y malversación en la gestión de la
emergencia posterior a la erupción del Tajogaite. Además, siendo Presidente del
Cabildo de La Palma, y como muestra de amor a su familia, supuestamente
subvencionó a la empresa de su padre (un conocido aguamangante palmero) con un
millón de euros, y trazó, en su beneficio, una carretera a través del nuevo malpaís.
No me digan que no es para erigirle un monumento.
En cuanto al
expediente de Cuna del Alma, el Consejero Mariano ha pregonado que será
escrupuloso con el cumplimiento de la ley (¿No es esto lo que decimos cuando
vamos a hacer trampas?). Debemos recordarle que, precisamente, el cumplimiento
de la ley es lo que han tenido que exigir los ciudadanos, jugándose la vida, en
Cuna del Alma o en La Tejita, porque quien tenía que requerirlo no lo hizo.
Como ven, frente a
los Humboldt y Sventenius, los Hdez. Zapata, tipos que, asombrosamente,
convierten en mérito las trapisondas y terminan gestionando nuestro Futuro, la
delicada Transición Ecológica. No escuchamos de Zapata ningún esfuerzo
reflexivo acerca de sus previsiones frente al insostenible crecimiento poblacional
en las islas, ni de los problemas de vivienda y abastecimiento de agua que
supone, ninguna solución a los vertidos de aguas fecales en nuestras playas, o
cómo seguir abasteciendo a 15 millones de turistas, con sus piscinas y campos
de golf, nada acerca del impacto ecológico de las macro urbanizaciones en un
territorio tan frágil como el nuestro, subastada su riqueza como mero producto
mercantil. ¿Frente a la emergencia climática que padecemos, la prioridad del
Consejero es la urbanización de Cuna del Alma?
Hay quien pretende
que es difícil dilucidar si esto es un Gobierno o un sindicato de intereses. Y
en esa confusión no es extraño que termine desdibujándose hasta la decencia, y
acabe pareciendo otra cosa. Tampoco falta quien señala, en este y otros casos,
un exceso de voluntarismo institucional en servir a la rapacidad de inversores,
nacionales o extranjeros, poco escrupulosos, tanto en el cumplimiento de los
obligatorios trámites administrativos como en el respeto a nuestro patrimonio.
Debe ser por las décadas de contribución cultural a nuestra tierra, tan
enriquecida con modernos exotismos como casinos, lupanares o happy hours de
garrafón bajo palmeras washingtonias, como empobrecida en su propia identidad
cultural. Por eso, guiado por el sagrado mito del crecimiento y su modelo
económico vintage, Zapata quita el bozal al emprendedor que lleva dentro, se
envuelve en una armadura negacionista en relación con la Emergencia Climática y
apuesta por nuevos campos de golf, dado que los golfistas sufren hacinamiento y
no caben en los nueve campos ya existentes en la isla, por macro urbanizaciones
de lujo, o por apoyar la inversión de 580 millones de euros en ampliar los dos
aeropuertos de la isla. En fin, más que Transición Ecológica parece una transición
directa al naufragio. Ya veremos qué ocurre con las malas hierbas, porque
parece dispuesto a la demolición de los cardones que se opongan a este
progreso. Tal vez tenga el detalle de pedirles que abandonen el territorio ante
la inminente invasión de las palas mecánicas.
La prominencia de
los inversores de Flandes, figuras inalcanzables nimbadas por el halo de la
fortuna, nos empequeñece. Lo que legitima al colonizador tiene como
consecuencia la degradación del colonizado. Para ello, estos nuevos señores
feudales buscan mayordomos locales. A todos nos quieren dóciles y en función de
sus necesidades.
Hemos tenido
oportunidad de escuchar al Consejero hablar de la adhesión de este Gobierno a
las propuestas de sostenibilidad de la ONU. Tiene un discurso circular que
podría repetir en bucle en cualquier circunstancia (todo el movimiento de este
agonizante capitalismo es circular y no va a ninguna parte). Afable y con voz
aniñada, apreciamos una sutil dificultad al respirar, resultado de una tensión,
tal vez la que se genera en el conflicto entre la verdad y el eco postureo. Por
eso podemos conjeturar que es un hombre habituado a mentir, un político a medio
hacer que no alcanzó aun la perfección del cinismo. Aunque todo se andará, si
la Fiscalía no se interpone.
Nos preguntamos si
alguna vez se darán cuenta del tipo de persona en que se han convertido. Porque
nosotros sí. Y de su manifiesta obsolescencia para ocupar los cargos que
ocupan.
En Aguere, mientras
el estío se alarga con tibios vientos continentales y esperamos las lluvias que
reparen la última tragedia.
Colectivo Guasiegre
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