LOS PERIODISTAS QUE NO AMABAN A LAS
MUJERES (DE PODEMOS)
LAURA
ARROYO
“Mira, mira, esa es la peruana de Canal Red” escucho que le comenta un redactor de un medio conservador a otro redactor, también de un medio conservador. Me doy la vuelta, le miro y le regalo mi mejor sonrisa. El tipo cambia de tema y comenta: “Lo único importante de este acto es que Ione Belarra va a exigir a Díaz que Irene sea Ministra”. Le frunzo un poco el ceño pero insiste: “Belarra no busca otra cosa que presionar a Díaz. Podemos la considera el rival a batir”, remarca. Su colega comenta que, en su opinión, lo que ha contado Belarra carece de impacto puesto que todos saben que el PSOE no va a soltar Igualdad en ningún caso. Para ambos periodistas se trata de un anuncio que Belarra debería haberse ahorrado.
Me alejo de la
tertulia improvisada por estos dos colegas y me acerco a una redactora de
agencia que reconoce que en las
redacciones se comenta que no hay negociaciones entre Sumar y el PSOE ahora
mismo pero que, en su opinión, «no hace falta que las haya” pues Díaz y Sánchez
tienen “línea directa” y lo decidirán todo ellos dos. Pongo cara de peruana
despistada y le comento que es curiosa la falta de negociaciones y me vuelve a
explicar que a Díaz no le hace falta negociar con Sánchez ya que lo que resulta
necesario es el pacto con Junts y no con Sumar.
Me explica también que el PSOE ve en Sumar a una formación aliada con la
que cuenta en cualquier caso y que, por lo tanto, Sumar no cuenta con capacidad
de negociación.
Sigo charlando con
viejos y nuevos amigos y escucho a un redactor, también de un diario de
derechas que se pregunta si lo que ha hecho Ione Belarra en el acto no supone
una “ruptura” con el acuerdo entre Podemos y Sumar y si ello no sería “causa
suficiente” para que Díaz “llamara al orden” a Belarra. Le digo que Podemos no
ha dejado de existir como formación política por integrar, junto con otros, la
coalición Sumar, pero me doy cuenta de que para algunos redactores la pregunta
es pertinente e incluso deslizan que Díaz tendría una justificación para
tomarse el acto de Podemos como una afrenta personal y política y tomar
represalias.
Sigo charlando con
viejos y nuevos amigos y escucho a un redactor, también de un diario de
derechas que se pregunta si lo que ha hecho Ione Belarra en el acto no supone
una “ruptura” con el acuerdo entre Podemos y Sumar y si ello no sería “causa
suficiente” para que Díaz “llamara al orden” a Belarra.
Otro colega
interviene y se pregunta por una supuesta rivalidad entre Belarra y Montero ya
que la hoja de ruta presentada por la secretaria general podía entenderse como
una vía para “revalidar su liderazgo” ante la figura “creciente” de Irene
Montero. Le digo que ha sido la misma Belarra quien ha enfatizado que Podemos
defenderá que Montero se mantenga en el Ministerio de Igualdad y que la propia
ministra de Igualdad se ha deshecho en halagos hacia su secretaria general.
Pero mi amigo sigue en sus trece.
Me permito entonces
comentar un artículo de opinión de Aníbal Malvar que decía esto: “Ione Belarra
no pide una vicepresidencia o un ministerio para sí, sino para su compañera.
Llevo toda mi larga e insustancial vida estudiando avatares políticos y nunca
había observado nda igual. Cosas de tías, Rubiales, pa que lo entiendas.” Pero
nada, este gesto que Malvar señala como inédito, no convence a la mayoría de los
redactores que asistieron al acto y que prefieren ver, cómo algunos
influencers, “personalismos”. Qué de cosas aprende una en estos corrillos.
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