FUTBOL F
JOSU AIZPURUA
El fútbol, mi
Athletic, era una de las cosas de pertenencia que me mantenían unido a mis
raices. Zarra, Telmo Zarraonaindia, fue mi ídolo infantil y llevé una corbata
verde, de nudo de gomitas, al colegio con su rostro. Su nieta y mi hijo fueron
compañeros de colegio y yo se lo comenté y se partía de la risa; no era fácil
hacerse a la idea infantil de mi “personaje” con corbata de Zarra.
Pero ese afán Athleticzale, se ha visto mermado en estos tiempos por un espectáculo en el que los árbitros y los dirigentes lo han convertido en algo aburrido, predecible, violento y friki, donde pelos y celebraciones de gol, se convierten en ceremonias de esperpento.
Hoy lo
políticamente correcto en fútbol es ser del equipo español, Madrid, y contrario
al catalán, el Barsa, y esa pugna absorbe la competición que deja de ser
emocionante. Hay una mano de padrino que rige este bodrio, rentable a tope, y
que desde la línea madrileña consigue hasta que el pongan estaciones de metro
impresionantes a la puerta de su estadio hecho con mil y una prebendas que
desde el palco se pagarán.
Rafa nadal dice que
tiene idea de ser presidente del R. Madrid; cuando el Padrino Tino le enseñe
los sótanos y mazmorras, huirá despavorido.
Pero surgió el
Futbol F, el antiguo de las chicas, y tuvimos la grata sorpresa de ver una
versión más divertida y donde las mujeres se esforzaban en ser profesionales y
huir del género para centrarse en la esencia del juego. No hay en ellas la
sexualidad del tenis, por ejemplo, y en sus ropajes, gestos y ademanes solo hay
futbol, y eso se agradece. Es mucho más erótico el masculino, a veces hasta el
ridículo, que el femenino.
Y ganaron un
Mundial, que la España Institucional con su corrupción y nepotismo ha
arruinado.
Jenni y sus colegas
han irrumpido en la escena mediática para vencer al ogro malo de la película y
Jenni surge como heroína de los millares de empleadas que sufren con sus jefes
y de las niñas deportistas que ven en ella a un referente cercano y
carismático. La Jenni es mucha Jenni.
Hemos visto una
ráfaga de aire fresco, natural, generacional, donde mujeres reales nos han
mostrado sus desvelos profesionales similares a los de empleadas y
subordinadas, en lucha de obtener su reconocimiento y dignidad, nada menos que
de campeonas del mundo.
Retrataron al Jefe,
y la opinión pública se volcó con ellas repudiando al inútil malvado y una
corriente de honradez y limpieza barrió la Federación. Pero no pudo ser.
De pronto la
comunicación varió de signo; la monarquía canceló su recibimiento y la Brunete
Mediática arremetió contra las Campeonas del Mundo en artera maniobra
convocatoria, clásica de la Casta en defensa patronal del Principio de
Autoridad, embarrando el campo con divisiones y arrancando a la líder Jenni que
se trasladará al ostracismo.
Solo faltaba que
los obreros designen al encargado. ¡Egpaña!
La bruja protectora
se arrojó a la hoguera, mintiendo, y esperando que la larga mano de La Casta la
proteja y el padrino Tino la recoloque. El verdugo Francos, dice que hará lo
que debe; no es cierto. Dice que hará lo que pone. Pero es momento de hablar
alto y seguir el ejemplo del Fuero Vasco; se acata, pero no se cumple. Las
Leyes son injustas.
Pero la banda
cambió de melodía y el padrino dirige con tino; nada puede quedar de la rebelión
obrera femenina.
Esta banda de
corruptos debe ser cercenada por lo civil o por lo militar; no pueden vencer.
El Futbol F debe contar con Jenni en las olimpiadas como estandarte de una
generación que se ganó la dignidad y donde vemos mérito y realidad de formas de
vida de las mujeres de hoy, ambiciosas de respeto. ¡Son las Campeonas del
Mundo!
Gracias Jenni. Palabras rebeldes en un Mundo servil.
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