QUESADA: LA VERDAD
DEL SILENCIO
POR MAITÉ CAMPILLO
Con todo y más el franquismo -sin Franco-
fomentó a pie de letra el viejo régimen, prolongando su mandato impuso la
Europa inamistosa, calculadora, insaciable repelente de la alternativa del
hallar solución a sus desvaríos
psíquico-paranoicos de lo helado, gris y
mortuorio de los amos absolutos de la política y economía engendro de la
patética ética de principios degradantes en refugio de la palabra emigración
suavizando el puñal ofrecido y la espada en refuerzo que palió la drástica
inmunidad, taponando un sistema miserable en sí mismo al intento de salvar la
degradante economía del analfabetismo y la hambruna, aturdiendo el origen
libertario de clase basado en remesas de exilio y emigrantes en divisas,
prolongando su dominio criminal, inducido a la brutal ética política de la paz
del odio enfermizo sobre las capas más desprotegidas.
Desasosiego social. Centralismo absolutista. Marginación. Represión. Precariedad
El mismo odio
que fomentó el golpe contra la República: y la propiedad de la tierra una vez
más en manos de oligarcas y latifundistas, el analfabetismo, la falta de acceso
a la cultura doctrinada para ricos. Año 1978, en Móstoles (Madrid) un niño de 6
años, Carlos Sierra, muere desangrado tras un accidente doméstico: Móstoles,
Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés… pueblos del sur de la provincia de
Madrid, crecen al compás vertiginoso sádico de una especulación inmobiliaria
perversa que la ha caracterizado toda la vida, donde familias enteras se fueron
desplazando dejando atrás su cultura propia hambrientos de todo, taponando la
realidad de su deterioro un poder caduco de un absolutismo brutal, incapaz de
dar salidas fomentando etapas de exterminio a golpes de desequilibrio
estratégico: crisis intermitentes, desbocándose hacia el desarrollo industrial
en manos de empresas extranjeras perversas vendiendo el país en abolición de
todo lo rural la descomposición de pueblos e imposición de la emigración. Llegaban
en masa cargados de hijos donde las jornadas laborales se eternizaban,
fundamentalmente eran de los pueblos más rurales de Extremadura, La Mancha,
Andalucía… Y los pueblos fantasma crecían vertiginosamente de forma artificial
entre edificios gigantes de incomunicación dominantes de ladrillo y hormigón de
calles sin asfaltar sin iluminar sin parques ni escuelas ni centros de salud y
menos hospitales que unido a la falta de transporte para poder desplazarse
fomentó muerte, explotación y explosión. En ellos florecieron los parias de
todo el estado al abandono de la mano de los séquitos del dios Caudillo,
hacinados a los extrarradios de Madrid, como guetos desahuciados de todo sin
servicios sociales viviendo en la más absoluta precariedad. La muerte del niño
Carlos Sierra fue el detonante que sirvió para que el nuevo pueblo emergente
hecho de todos los pueblos, despertara, y Móstoles se levantó tal como
respondió en su tiempo a las tropas de Napoleón: en pie durante varias semanas
denunciando la marginalidad impuesta a sus vidas. Reacción implacable donde no
existía ningún hospital ni transporte, denuncia a un sistema aberrante en el
que el niño murió desangrado por falta de medios sanitarios ni siquiera de
primeros auxilios, días de justicia de reacción contra el terror vivido con la
dictadura, como un pasado presente el miedo fomentado contra la clase
obrero-campesina.
La represión no cesó de recriminar desde 1939 hasta 1975 (con el dictador) y
décadas más allá con la “democracia” hasta entrar en la hecatombe del siglo en
que vivimos, donde la sola política existente es la neoliberal aplicada como
‘un primer mundo’ sin hambre sin paro sin represión sin presos políticos… Días
de toma de conciencia colectiva, de dolor y lucha contra la Guardia Civil, que
reprimía a culatazos de fusil totalmente desbordados por los manifestantes,
sustituidos por compañías de “grises”, policía armada, empleándose con saña
contra la población rompiendo las puertas de los edificios persiguiendo a las
gentes hasta sus viviendas.
Javier Fernández
Quesada (de Gran Canaria) fue uno de los asesinados de aquella época, que muy
pocas veces se recuerda, ocurrió un 12 diciembre de 1977. Estudiante de
Biología de 22 años en la Universidad de La Laguna (ULL -Tenerife). Asesinado a
las puertas del Paraninfo de la Universidad, un crimen de estado de los tantos
que no se investigó, porque hay investigaciones que nunca investigan quién
apretó el gatillo, y acabó con su vida, su familia, sus estudios. Aquel lunes
12 de diciembre el pueblo lagunero (tinerfeño) vivió un estallido de protesta
de piquetes, barricadas y cierre de comercio, era día de coordinar, convencer y
proclamar la Huelga General: en solidaridad con los trabajadores en lucha del
transporte público interurbano que cumplía dos meses de huelga. La solidaridad
como en todas las huelgas de su tiempo fue prácticamente unánime respondiendo
los sectores de entrada más comprometidos. Entre ellos aquella mañana aciaga en
la ULL, se celebra una Asamblea de Distrito convocada por la coordinadora de estudiantes,
a la que acuden trabajadores en lucha exponiendo la situación y llamamiento a
la Huelga General. La aprobación por asamblea termina sin incidentes, salen a
la calle muchos de ellos a la unión de estudiantes y obreros reuniéndose con
otros grupos que a lo largo de la mañana se vienen manifestando por los
alrededores de la universidad. Se corta la autopista del norte, los
antidisturbios de la policía armada entran al Campus, se levanta una barricada
en la calle lateral del edificio dando comienzo al lanzamiento de
piedras contra las duras balas de goma (desde la azotea del edificio según
los medios se arroja algún cóctel molotov para impedir la entrada policial
dentro del edificio). Es cuando el rector Antonio Bethencourt llama de forma
urgente al Gobernador Civil (un reconvertido falangista) ex-jefe del SEU: Luis
Mardones Sevilla, que forma parte del esqueleto proyectado desde la tumba de
Franco en voz y discurso a potenciar la UCD como nuevo-viejo y rancio poder que
como todo falangista a la sombra del franquismo se sumó a la corrupción en
vidorra del nacionalismo canario, caldo de cultivo mafioso, que es como decir
de ser un fascista más a nuevo rico de una de las mafias que encubre más
millones (ni menos ni más fascista empresarial que el PNV, o que el
ex-Presidente de la Generalidad de Catalunya Jordi Pujol). En resumen decir que
tras la petición del rector de la ULL, de retirar las fuerzas policiales
del recinto universitario, el zorro franquista tipo Feijoo en máscara de
Gobernador, accedió, por el tiempo justo de la retirada de la policía armada
dando paso posterior a dos jeeps de la Guardia Civil. Es cuando los estudiantes
ven que entran por el lateral del Colegio Mayor corriendo metralleta en mano:
no llegan con ánimos de asustar, la balacera es de plomo real. Algunos de los
estudiante aseguran haber oído al sargento gritar algo como <<hay
que dar un escarmiento a estos peludos cabrones comunistas que están jodiendo
la paciencia>>. Un grupo de Guardias Civiles suben los peldaños de la
explanada disparando pistola en mano como una escena adelantada de la viva
imagen de el picoleto del tricornio, asaltando el Congreso (1981) en perfil de
Tejero, Coronel de la Guardia Civil, irrumpiendo pistola en ristre. Javier
Fernández Quesada que retrocedía agachado para refugiarse llegando a los
últimos escalones un impacto le obliga voltear drásticamente, y la joven sangre
de Javier emana invadiendo con su vida, los pocos segundos que le quedaba de
ella, perforando sus raíces sobre la entrada universitaria. A la vez que otra
de las secuencias desde el Colegio Mayor grita contra las fuerzas de ocupación
que por igual quisieron acallar a tiro limpio: otro estudiante de 1º de
Farmacia, Fernando Jaesuría Martín es alcanzado por una bala en el hombro. La
balacera siguió su rumbo en chulería a lo matón amparada por el poder absoluto,
que seguía ejerciendo desde la tumba su odio contra las capas más lúcidas de la
sociedad. Cuando entorno a la ULL, un colegio anexo a ella, en el patio de la
Escuela Aneja a la Normal, el niño de 13 años Nicolás Lezcano recibe otro
impacto de plomo.
TODOS LOS
VERDUGOS
SON DE LA
MISMA CONDICIÓN
Arrastraron a
duras penas a Javier
Pero sus ojos
en blanco no obedecían
Grandes
temblores percutieron dentro de él
En su cuerpo
indefenso apareció la herida
No responde a
los masajes cardíacos
Ni a la
respiración del boca a boca de los compañeros
Como al poeta
Federico G. Lorca lo asesinaron
(un guardia
civil, tres guardias de asalto, dos policías y un exaltado)
Un número
invisible de ella le perfora el corazón
Guardia Civil
asesina terror de verde montura Tienen, por eso no lloran, de plomo las
calaveras
Agitan
pañuelos blancos que gritan, ¡hay un herido!
Piden socorro
y auxilio
Y al llegar a
los guardias civiles lo reciben a patadas
La balacera
sigue desbocada y una se pregunta ¿cómo no hubo más victimas?
Una llamada a
la emisora del Land Rover de la benemérita
Y la balacera
se detiene: se permite bajar el cadáver
Pasa Javier a
escena cubierto de sangre
Es arrebatado
a los estudiantes
Gritan:
“¡Fuera de aquí rojos de mierda!”
Los asesinos
culpan a las victimas
¿Qué
pretenden encubrir si no responde a la vida
a la urgente
respuesta de quien más le quiere?
El Hospital
no más testifica su muerte
Su madre,
Dolores, desde otra isla en Las Palmas, lo oye por televisión
Hablaban de
un muerto no dan su nombre… Los hermanos investigan recibiendo el desgarro del
impacto
Ya desplazada
la familia sobre la terminal del aeropuerto
Una carga
brutal cae sobre el encuentro y los manifestantes
Dolores Quesada
gritaba ¡¡Por Dios, no me maten más hijos!!
Trata de
sujetar a su esposo que pretende encarar a los asesinos
Son los
hermanos, y padres, al abrazo de Javier
Dentro solo
la familia fuera la policía bloqueando los accesos
De Córdoba
llegaron por avión en plena noche
Compañías
antidisturbios a reforzar los efectivos
Más de 900
cercan la zona incluido aeropuerto
Responde la
Complutense de Madrid, la de Barcelona, la Autónoma de Bilbo…
Día de luto,
cierre de la ULL, la solidaridad aumenta entre los estudiantes. Desde el
Ministro de Educación y Ciencia, el falangista de UCD Iñigo Cavero declara:
<<“enormemente
triste” pero no afectaba a la universidad porque se trataba de un “tema de
orden público”>>
Se convoca
Huelga General la rechazada UGT y CCOO
Por igual los
partidos con presencia parlamentaria
Los comercios
cierran sus puertas
La calle
sigue tomada saltos y barricadas
Nuevos
refuerzos represivos siguen llegando más aviones
LA LAGUNA
QUEDA TOTALMENTE SITIADA
Claudio Ramos
delegado de Seguridad en Canarias justifica descarado la represión: <<Los
grupos antidisturbios han podido haber causado molestias a la población al
llevar a cabo su misión de reprimir de inmediato cualquier violación del orden:
las psicologías son diversas y las de la gente antidisturbios asume que cuando
hay un crespón negro en un automóvil desde ese automóvil puede venir un ataque.
Por eso se muestra más duro con tal objetivo>>.
Las islas
quedaron sumidas en el pánico de la atrocidad policial y el Ayuntamiento del
lugar de los hechos donde está ubicada la ULL <<Cede su
generosidad a la represión, sus instalaciones deportivas a las fuerzas de
ocupación hasta regresar a sus bases en la Península>>, el alcalde
era un joven por aquél entonces llamado: Fernando Clavijo, el actual Presidente
de Canarias.
Traslada su
familia al hijo asesinado a Las Palmas de Gran Canaria
Radio Las
Palmas lo comunica
La calle
Triana fue tomada acompañando y protegiendo a Javier y su familia
La lluvia
entra a formar parte de su despedida hasta San Telmo
Una pintada
persiste estar presente “No más disparos al aire”
Pese que la
autoridad intentó forzar la situación a la más absoluta intimidad
Ezequiel
Fernández, padre, su madre Dolores y hermanos no lo permitieron
Unas 2000
personas desfilaron bajo la lluvia
Siguen las
amenazas a la familia
Dan una
paliza a otro de los hijos
Intervienen
sus teléfonos
Persisten en
la paralización de los actos de protesta
Pero el
asesinato de un hijo de 22 años no se redime con torturas y amenazas
Sino pidiendo
a gritos la dimisión del gobernador de Tenerife y del Ministro del Interior el
asesino Martín Villa y portando pancartas exigiendo justicia
QUESADA: la
verdad del silencio un encuentro con la víctima y la familia.
PD.
Así y no de
otra manera resultó lo que siguen empeñados en llamar <<Transición>>. No
fue sino un derroche de represión una continuidad de la criminalidad
franquista, una frustración generando una impotencia colectiva dolorosa
absolutamente impotente, ante el súbito descubrimiento en antifaz de seres y
cosas incrustadas ajenas a la causa por la que se luchó, un golpe duro, helado
y cruel ajustado sobre una encrucijada a la militancia, un callejón sin salida
atándolo indefenso de pies y manos sujeto a las cadenas históricas en que
ajustaron su clase, pensamiento y causa. Se caracterizó por una brutal
represión principalmente contra la clase obrera organizada y sus líderes reales
emanando de ellos entre estudiantes y gente de la cultura. Represión no solo de
la policía de todo tipo de traje, uniforme y pelaje, la guardia civil siguió
jugando su papel criminal como el ejército y bandas “incontroladas” (nazis)
campando a sus anchas dando palizas sorpresivas unos, marcándote la cara con
signos nazis a cuchilla otros, asesinando personas los más entrenados, que
consideraban sospechosa de izquierdas incluso a parlamentarios vascos.
Maité
Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
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