'EL MUNDO' HUNDE AL BORBÓN
ANÍBAL MALVAR
Con motivo del 12 de octubre, publicó El Mundo una curiosa encuesta sobre la españolidad de los españoles (perdón por la redundancia). Los resultados son contundentes. El 77% de los encuestados está "orgulloso" de ser español. Un 43,9% lo está "mucho" y un 32,9 se queda en el "bastante". La verdad es que los corolarios sorprenden, pues la mayoría de españoles ha dado su apoyo a un gobierno que, para la oposición en pleno, está conformado por "los enemigos de España". Esos mismos que en la encuesta se sienten muy españoles.
Servidor ha sido y es un gran fan de la ciencia demoscópica, pero siempre con la misma prevención que le despiertan las predicciones meteorológicas o deportivas. Porque los azares no se pueden pronosticar, y al final son los azares los verdaderos dueños del destino. Sin embargo, las encuestas son un boceto, un borrador o un bosquejo que a veces nos ayuda más a comprendernos que la obra terminada. Una encuesta es como un retrato cubista de Picasso. Parece que no se parece, pero es.
Lo que pasa es que
algunas encuestas, como esta de El Mundo, se focalizan en intangibles tan
burdos y primarios que solo sirven para bordar un titular patriotero y vóxico.
"¿En qué medida se siente orgulloso de ser español o española?: mucho,
bastante, poco o nada", preguntaba Sigma 2. Pues vaya pregunta. Dos
antagónicos pueden sentirse igualmente orgullosos de ser españoles, uno por su
fervor católico y otro por la huella musulmana. El facha por el franquismo y el
primorato de Rivera, y el rojo por las repúblicas y las gestas de Durruti. El
machista por el latin lover y la feminista por Almudena Grandes. El cursi por
Antonio Gala y el pugilista lírico por Camilo José Cela. El luminoso por
Sorolla y el tenebroso por Goya.
Hay tantos
españoles y tantos pasados españoles que, por tonto o por listo que seas, te
será difícil no sentirte orgulloso de alguno. A los camboyanos les sucederá
igual.
Veo más
significativa la pregunta, en esta misma encuesta, que identifica el porqué de
estas preferencias. En primer lugar, aparece nuestra gastronomía, valorada con
un 8,6 por los ciudadanos como principal fuente de orgullo de nuestra
españolidad. La cultura, con un 7,9, figura en segundo lugar en este país que
no lee. A la cola se queda la monarquía con un 5,1, no puedo imaginar por qué
razones.
No se pregunta por
los medios de comunicación, los jueces, la Iglesia y las fuerzas policiales y
armadas. Se conoce que a El Mundo y a Sigma 2 les cogían a trasmano.
La verdad es que se
queda uno asombrado de esta elisión, pues, para los que lo vemos por la tele,
el 12 de octubre no deja de ser un desfile de soldados, policías, curas y
cabras. Con un orfeón de espontáneos ultrafascistas cantándole mueras al
presidente democráticamente elegido, cual manda la tradición cuando no gobierna
un facha.
Nos dice el ABC, en
un editorial, que "la tradición marca que se conmemore la Fiesta (con
mayúsculas) con un desfile militar. Han sido los Ejércitos los custodios de los
símbolos a los que los españoles atendemos". Quizá obvia el ABC el hecho
de que el ejército español lleva siglos sin ganar una guerra que no sea contra
los españoles. La penúltima vez que se sublevaron, contando el 23-F, se
tuvieron que traer a los moros de Marruecos, a los nazis de Hitler y a los
fascistas de Mussolini para acabar con nuestra democracia republicana. Como
custodios de símbolos, la verdad, "nuestros ejércitos" andan un poco
escasos y hasta algo vergonzantes. Por mucha buena gente que ahí alberguen.
Lo cual que, de
hacer caso a la encuesta de El Mundo, quienes debieran desfilar en cabeza del
próximo 12 de octubre habrían de ser nuestros y nuestras cocineras
(gastronomía), con sus ollas humeantes en lugar de fusiles. Después los
escritores y pintores y arquitectos y músicos y cineastas (cultura), y, en
último lugar, el rey (con solo un 5,1). Para que le hagan esperar un buen rato.
Que es lo que durante 322 años los borbones se llevan mereciendo.
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