viernes, 30 de abril de 2021

HAMBRE DE TIERRAS: HOMENAJE AL ANCESTRO

 

HAMBRE DE TIERRAS: HOMENAJE AL ANCESTRO

VINO TINTO BARRICA EN CONCEPTO FAMILIAR

Este vino de Bodega Guayonge (D.O. Tacoronte-Acentejo) es el vino de autor que el enólogo Pedro Sánchez ha dedicado a la mano siempre fuerte y labrada de su padre. Este vino, con base en la alegre variedad Listán Negro  y Tintilla, combina las bondades de un vino hecho con el mayor cuidado y mimo.

En Canarias la viña y el vino es tradición, arraigo y supervivencia. Somos un terreno volcánico, agreste, delicado,…pero es tierra de contrastes y alegría. La suavidad del viento alisio y un clima amable, bañado por el sol y el mar atlántico, da origen a una gran diversidad botánica que favorece la riqueza vitivinícola de esta tierra isleña. Nuestros cultivos apenas están mecanizados, seleccionamos a mano las mejores uvas para crear vinos realmente distintivos, sorpresivos, a partir de nuestras variedades centenarias, pues la filoxera nunca pudo desarrollarse en el archipiélago canario.

 

Las cepas de pie franco prefiloxéricas para este vino, tienen una edad entre 20 y 120 años, estando ubicadas en el municipio de Tacoronte a 500 metros sobre el nivel del mar. Practicamos una viticultura orgánica en los viñedos, para conseguir una viticultura sostenible. El suelo volcánico es rico en arcilla con algo de limo, pedregoso y muy rico en materia orgánica. El clima es templado, fresco y con presencias de lluvias en invierno. En primavera las temperaturas son suaves y con presencia de humedad. En verano la viticultura es refrescada por los vientos alisios, predominantes. La vendimia es manual, seleccionada en cajas de 20 kg.

 

En cuanto a la vinificación, se realiza una maceración prefermentativa a baja temperatura, con un 5% del raspón durante 24 horas para seguir con la fermentación alcohólica en pequeños depósitos de acero donde diariamente se realizan remontados a mano sin bombas de pasta; además hacemos de dos a tres “delestage” durante la fermentación alcohólica. Una vez terminada la fermentación alcohólica se controla la fermentación maloláctica en depósitos de acero. Posteriormente, el vino permanece durante 6 meses en barricas de roble francés, haciendo “batonnages” periódicos. Finalmente se clarifica y se embotella para pasar 2 meses en la bodega antes de su comercialización.

 

En la cata, presenta un color rojo granate de capa media alta. En nariz tiene una intensidad aromática media alta. Destacan los aromas a frutos rojos, cacao, especiados, lácticos. En boca da un ataque seco con buena acidez, con un tanino agradable y un post gusto medio. “Hambre de Tierras” es un tinto barrica con una graduación de 14,5° de la que se han embotellado un total de mil botellas de la añada 2019.

 


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