HAMBRE DE TIERRAS: HOMENAJE AL ANCESTRO
VINO TINTO BARRICA EN CONCEPTO FAMILIAR
Este vino de Bodega Guayonge (D.O. Tacoronte-Acentejo) es el vino de autor que el enólogo Pedro Sánchez ha dedicado a la mano siempre fuerte y labrada de su padre. Este vino, con base en la alegre variedad Listán Negro y Tintilla, combina las bondades de un vino hecho con el mayor cuidado y mimo.
En Canarias la viña y el vino es tradición, arraigo y supervivencia. Somos un terreno volcánico, agreste, delicado,…pero es tierra de contrastes y alegría. La suavidad del viento alisio y un clima amable, bañado por el sol y el mar atlántico, da origen a una gran diversidad botánica que favorece la riqueza vitivinícola de esta tierra isleña. Nuestros cultivos apenas están mecanizados, seleccionamos a mano las mejores uvas para crear vinos realmente distintivos, sorpresivos, a partir de nuestras variedades centenarias, pues la filoxera nunca pudo desarrollarse en el archipiélago canario.
Las
cepas de pie franco prefiloxéricas para este vino, tienen una edad entre 20 y
120 años, estando ubicadas en el municipio de Tacoronte a 500 metros sobre el
nivel del mar. Practicamos una viticultura orgánica en los viñedos, para
conseguir una viticultura sostenible. El suelo volcánico es rico en arcilla con
algo de limo, pedregoso y muy rico en materia orgánica. El clima es templado,
fresco y con presencias de lluvias en invierno. En primavera las temperaturas
son suaves y con presencia de humedad. En verano la viticultura es refrescada
por los vientos alisios, predominantes. La vendimia es manual, seleccionada en
cajas de 20 kg.
En
cuanto a la vinificación, se realiza una maceración prefermentativa a baja
temperatura, con un 5% del raspón durante 24 horas para seguir con la
fermentación alcohólica en pequeños depósitos de acero donde diariamente se
realizan remontados a mano sin bombas de pasta; además hacemos de dos a tres
“delestage” durante la fermentación alcohólica. Una vez terminada la
fermentación alcohólica se controla la fermentación maloláctica en depósitos de
acero. Posteriormente, el vino permanece durante 6 meses en barricas de roble
francés, haciendo “batonnages” periódicos. Finalmente se clarifica y se
embotella para pasar 2 meses en la bodega antes de su comercialización.
En
la cata, presenta un color rojo granate de capa media alta. En nariz tiene una
intensidad aromática media alta. Destacan los aromas a frutos rojos, cacao,
especiados, lácticos. En boca da un ataque seco con buena acidez, con un tanino
agradable y un post gusto medio. “Hambre de Tierras” es un tinto barrica con
una graduación de 14,5° de la que se han embotellado un total de mil botellas
de la añada 2019.
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