CLIMA CONSPIRANOIDE

 

CLIMA CONSPIRANOIDE

En tiempos de la peste negra, en plena pandemia Isaac Newton, brillante físico, matemático inglés, en su encierro descubrió la Ley de la Gravedad, la óptica y el cálculo. El Trinity College de la Universidad de Cambridge, donde estudiaba, había cerrado sus puertas, como todos los centros de estudios.

Un clima golpista se palpa en Argentina, de modo muy concreto, devenido del accionar conspiranoide tendencia Goebbels, de la oposición ignorante "tilinga-careta", desde la trama mediática que anuncia la necesidad de "formatear una Argentina autoritaria", degradando este tiempo nutrido de espanto... de algo no tengo dudas, se impone instalar los medios precisos para lograr alivio para la sociedad, para intentar sobrellevar este tiempo de pandemia, pues la psicosis acecha a un pueblo en estado de malestar inocultable.

 

Me importa poco y nada si hay PASO o legislativas este año, no es prioritario, ¿tienen idea del dinero que se va en ese berretín de democracia procedimental?, ¿cuántas IFE podrían entregar, con ese dinero gastado en campaña publicitaria carnavalesca, a quienes las precisan de modo urgente?... la única urgencia son las prisas de un pueblo hambreado y sin futuro alguno... el presente hipotecado, ¿alguna duda?

 

Los argentinos/as deben internalizar de una buena vez, que quienes son considerados oligarcas en este país, son simples descendientes de inmigrantes que han bajado de barcos sin un peso, con serios conflictos de pertenencia, miserables, con miedo a la vida que no han sabido experimentar y sobre todo sin atisbo de piedad para el que ha quedado al borde del camino de la vida, a quién sádicamente explotan, esclavizan... diestros en destilar en acto y voces destempladas, odio, ira, resentimiento y envidia hacia quienes se nutren de valores éticos y estéticos... siendo morochos, insultan al morocho, han penetrado en el estadio de los espejos, de donde es muy difícil salir.

 

No olvidar jamás que fueron los socios de Videla, hoy, sus hijos y nietos continúan con la tarea de destrucción de Argentina, entregando a su patrón del norte concesiones de empresas, emprendimientos y tierras que son nuestras... creo merece ser tenido muy en cuenta por la ciudadanía, no existen matices, o adhieres a las crías de la dictadura genocida y sus cómplices o simplemente sigues el sendero de un argentino genuino, custodio de nuestras tradiciones más entrañables, con justicia social en igualdad y libertad.

 

Mi objetivo en este editorial no es específicamente el mostrar los rasgos sobresalientes de la farsa y el fraude, devenidos en tipología literaria, en un momento sin antecedentes de nuestra historia y la del mundo, sino que se pueda leer en la trama de búsqueda de respuesta ante la ausencia de resistencia cultural, a la opresión social a la que estamos expuestos.

 

Para este breve discurso al que denominare "de la resistencia", los significados de orden, se presentan en los términos de corrupción y terrorismo de mercado, los de autoridad, en violencia social, debilidad e ignorancia y los de "nuestro-nosotros", en ausencia, duda o ruptura de la identidad.

 

La represión cultural ejercida desde el poder privado, en consonancia con el silencio estatal y el apuntalamiento inestimable del monopolio de medios mafiosos, apunta a desestructurar los diversos significados discursivos que operan alrededor de los términos hegemónicos del paradigma ideológico cultural, de un tiempo eliminado, por la acción de quienes ejecutan, en acción programada la puesta en escena de una cultura amorfa, inorgánica e ilegítima, con enormes dividendos para quienes componen la sociedad de amigos de la farándula apátrida, blindada desde todos los flancos comunicacionales, fundamentándose en retóricas diversas, represivas, sin control sobre la calidad y experiencia del "porno tilingo" cuál referente de la cultura en tiempos de pandemia.

 

Claro está que dicho discurso represivo implica un control de los significados puestos en juego por mi discurso de la resistencia cultural. Dicho control, como es lógico, no puede alcanzar los niveles metafóricos del lenguaje filosófico de la cultura, como fue concebida históricamente y de sus manifestaciones discursivas (símbolos, parábolas, elipsis, alegorías).

 

Este discurso simbólico es una afirmación de la vida, fundante de la libertad en concomitancia con nuestra condición de especie asimilada a la naturaleza, como también una respuesta al avasallamiento de la represión mediática, que intenta sustituir "lo real" a través de la figura de gendarmes del "orden porno tilingo" instaurado bajo presión de la impunidad de empresarios de corporaciones fraudulentas que pareciera, con éxito inocultable dieron un giro a los presupuestos teóricos del acto de construir cultura, hoy absolutamente innecesarios, sólo cotizar en bolsa de desvalores tiene espacio en la sociedad del "todo vale", menos el conocimiento y la idoneidad, exiliados de la vida.